⇜Capítulo 13⇝

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Antes: 6140 palabras.
Edición nueva: 9162.

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Mientras encendía un cigarrillo, Niall se sentaba en la barra del bar; no acostumbraba a fumar, era un vicio que había dejado atrás junto con el alcohol y el juego, solo lo hacía en ocasiones en las que realmente ameritaba consumir un poco de nicotina.

—¿Qué quieres tomar, guapo? —preguntó una mujer de cabello rosa y facciones duras detrás de la barra, tenía pinta de beta ya que carecía de un aroma característico y su contextura física no alcanzaba a ser tan grande como para que fuera una alfa.

—Coca Cola —dijo el rubio sin un atisbo de duda.

La beta sonrió, buscó rápidamente el refresco y lo sirvió en un vaso largo.

—Tu Coca Cola. —Sonrió amablemente entregando el refresco—. Tu rostro no se me hace conocido. ¿Es la primera vez que vienes por aquí?

Niall levantó las cejas, dándole otra larga calada a su cigarrillo.

—No, es la segunda vez en realidad.

—Oh, muy bien... Bienvenido por segunda vez entonces —saludó amablemente y acercó su rostro al del beta—. ¿Alguien que te interesa hizo que regresaras o solo te gustó el lugar? —Enarcó una ceja, esbozando una sonrisa pícara.

El de ojos azules sonrió amablemente, bajó su mirada hacia la barra y removió su bebida algunas veces antes de responder.

—Podríamos decir que me gusta algo más que el lugar —confesó llevando su mirada a la mujer detrás de la barra, quien lo miraba divertida.

Un murmullo proveniente de la entrada del club llamó la atención de los dos, interrumpiendo la charla que estaban teniendo. Niall volteó hacia el motivo del alboroto y la mujer anunció:

—Llegó el jefe.

El beta divisó a quienes consideró alfas, debido a su estatura alta y ancha, los mismos encabezaban el grupo y detrás de ellos caminaban otro alfa alto y robusto y una omega de estatura mediana que llevaba puesto un vestido de color plateado que se ajustaba a sus pronunciadas curvas que, sin duda, le quitaban la respiración a cualquiera, unos zapatos de tacones agujas del mismo color y su cabellera color chocolate le acariciaba su cintura baja. Niall no pasó desapercibido sus labios maquillados de un color rojo carmesí, los que junto al esplendor de la mujer, le hacía llegar a la conclusión de que jamás había visto una omega más hermosa que ella. Volteó su rostro con rapidez hacia la barra y bebió nervioso su refresco.

—Tranquilo, amigo —advirtió jocosa la mujer de pelo rosa—. La única manera en la que puedes tener a esa omega es contratando sus servicios, de lo contrario, está prohibida —explicó, al ver las expresiones fascinadas del rubio.

—¿Es la omega de ese alfa? —preguntó interesado señalando al tipo con la cabeza, mientras fumaba con tranquilidad.

La mujer se echó a reír llamando la atención de Niall quien la miró enseguida.

—Ya quisiera ese imbécil tener a una omega como ella —dijo con un deje de desprecio que el beta no pasó desapercibido—. Él nos quiere hacer creer que están juntos, pero ella lo desprecia constantemente y por eso él nunca la toca. Además, todos sabemos que ella ejerce PVIP en este club y si ese imbécil fuese su alfa, no se lo permitiría —agregó mientras limpiaba con un paño las copas que había lavado anteriormente—. ¿O tú se lo permitirías a semejante mujer?

—¿Qué significa PVIP? —preguntó Niall llevando nuevamente su mirada hacia la omega, admirando su belleza.

—Prostitución VIP, corazón. No cualquier pobretón puede tenerla ya que ella es exclusiva y realmente costosa.

El Camino a casa [II]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora