¿Cuántas noches tomare en contar las estrellas?
Porque prefería tener su mente ocupada en esto que estar llorando por él, por algo que jamás funciono.
Estaría mintiendo si dijera que maldice la hora que lo conoció, porque ese hombre la marco por completo, él se había metido en su alma, para quedarse permanente en ella.
Quiero intentar olvidarlo pero se que se sentirá como el infinito.
—¿Saldremos a comer, mami?
Giro al escuchar a mi pequeña, cierro la puerta que da directo a mi balcón, para prestarle toda mi atención a mi hija.
—¿De que tienes ganas hoy, pequeña?
—Una muy deliciosa pizza
Empiezo a reír, extiendo mi mano para que su pequeña mano se entrelazara con la mía.
- El tío Diego llamo y te manda saludos mi amor.
Una hermosa sonrisa aparece en los labios de mi pequeña Keira Márquez .
—¿Podemos invitarlo a comer?— le extiendo su abrigo a mi hija que lo toma y se lo empieza a colocar.
Mientras tecleaba la invitación a Diego, Keira jugaba con sus zapatos, amabas salimos de casa rumbo a la pizzeria.
En donde estaría mi ex novio; Diego.
(...)
—Quiero beso tuyo, mi amada Keira —Diego se inclina para tomar el rostro de mi hija y besar su frente, ella ríe dejando un beso en la barbilla de este. —Quiero lo mismo pero ya no me quieres hacer caso.
—Nunca cambias.
-¿Con mi ligue favorita? Por favor deja de tonterías. — Él me abraza, y yo caigo en sus brazos, porque realmente necesitaba de él.
Hoy se cumplían 6 años en que Kevin Álvarez se había ido de su vida, con la simple excusa que tenía una muy buena oferta de trabajo pero el único trabajo que tenía en ser el padre de familia.
Porque al final y al cabo, Kevin no ocultaba a Richelle .
Kevin ocultaba a su esposa y a su recién nacido hijo.