De la A a la Z (26 one shot)

Capitulo 5: Espérame

En una tranquila y algo calurosa tarde, del noveno mes del año, en el reino de los espíritus estelares, Virgo, quien era la sexta de los doce zodiacales, decidió hacerle una visita a la tierna y dulce Aries la cual había declinado su oferta de ir con ella y las demás de compras, durante horas más tempranos de aquel mismo día. Para cuando Virgo, llegó al distrito uno era pasadas las cuatro y media de la tarde y para cuando estuvo en la casa de la joven en cuestión apenas eran cerca de las cinco y veinte minutos de la tarde, llamó a la puerta y esperó.

Aries, no esperaba recibir visita aquella tarde, por eso cuando escuchó que alguien llamaba se sorprendió un poco pero no hizo se tardó mucho en ir a ver de quien se trataba. Al abrir se encontró con el rostro de su buena amiga Virgo, la cual traía una pequeña bolsa con un regalo para ella pudo suponer la ariana, sonriendo le indicó a la otra muchacha que entrara y le ofreció té con leche y miel acompañado de galletas de mantequillas, ofrecimiento al que la virgen no pudo resistirse.

–Aries dime: ¿Por qué no quisiste ir con nosotras de compras? –Preguntó la pelirosa, mientras se acomodaba sobre la alfombra de color rosa salmón que cubría todo el piso de la sala, luego de dejar la bolsa que llevaba consigo en el sofá individual cercano a ella.

–Porque...Mmm...No me siento bien. Eso es– Mintió la anfitriona, pues no quería hablar sobre lo que le ocurría, mientras servía una taza de té para su invitada.

–Eres mala, muy mala mintiendo Aries y lo sabe ¿Qué te pasó? Dime ¿sí? –Dijo Virgo en un tono amable.

–Ha pasado tanto tiempo desde lo ocurrido con Karen– Comenzó a decir Aries– Y lo peor, es que yo lo sigo esperando como una misma tonta– Dijo con los ojos cristalinos por las lágrimas, entregándole la taza con la infusión a la pelirosa.

– ¿Karen? ¿Qué pasó con ella? –Preguntó Virgo, con curiosidad mal disimulada, antes de darle un sorbo a su taza.

–Karen, era mi antigua maestra– Aclaró la joven– Lo que pasó fue que:

Flash Back

–Señorita Karen perdóneme, por favor– Se disculpó Aries, desde la esquina de la habitación en donde se encontraba acorralada por su maestra.

–¡¡¡Eso es lo único que sabes hacer bien!!! –Gritó Karen Lírica– Tu castigo será pasar eso toda una semana aquí encerrada –Dijo tomando una cadena de la mesita que estaba al lado derecho la carnera– Ahora ponte esto –Dijo molesta Karen entregándole la cadena.

–Perdón, señorita Karen. Prometo que la próxima vez lo haré mejor que pueda, pero no me deje aquí, por favor– Suplicó, pero eso no impidió que la mujer se acercara a Aries, para tratar de colocarle la cadena. Karen estuvo a nada de colocar la cadena alrededor del cuello de la joven, pero en menos de un segundo Loke apareció en medio de ambas obligando a la Aries así a volver a su distrito...

Fin del Flash Back

–...Espérame. Fue lo que me dijo antes de que volviera a nuestra región después de eso no supe nada de él– Dijo la dueña de la casa, secando unas cuantas lágrimas traicioneras.

–Entonces...Mi hermano, cambió contigo de lugar– Dijo más para sí Virgo que para su compañera.

–Sí. Así fue– Dijo soltando un sollozo– Yo sigo esperando que vuelva...Pero ya ha pasado mucho y no sé si está bien o mal o si....–Dijo apenas la joven, pues las ganas de llorar por el dolor de no saber nada de su salvador simplemente le ganaron.

–Aries ya. Tranquila– Dijo Virgo moviéndose un poco para abrazar su amiga– Loke nunca rompería las reglas...Y si lo hizo es porque eres alguien muy importante para él– Aseguró la joven pelirosa– Estoy segurísima de que no ha vuelto, porque, debe estar cumpliendo con el castigo por haber hecho lo que hizo. Es más si, el idiota de mi hermano, te dijo que lo esperaras es porque volverá – Dijo la virgen separándose de la tierna joven quien ya había dejado de llorar.

–Gracias por lo de idiota, hermana –Dijo Loke, quien no tenía mucho de haber entrado en la casa de Aries– Verán en parte sí estuve cumpliendo un castigo, pero eso no viene al caso por ahora ¿O sí? –Dijo Loke caminando hacia las dos jóvenes más importantes en su vida.

–...Loke– Susurró Aries, sin creer lo que veían sus ojos.

–Será mejor que salga de aquí...–Pensó Virgo, tomando dos galletas más de mantequilla para luego colocarse de pie– Loke, hermano, bienvenido a casa de nuevo –Dijo caminando hacia la puerta principal. Tras la salida de pelirosa de la casa, la misma se sumió en un completo silencio en el cual ninguno se movió de donde estaba y ninguno dijo nada.

– ¿Por qué lo hiciste? Dime ¿Por qué? –Exigió Aries, en un murmuró sin mirar al recién llegado.

–...Si no lo hacía, me culpará toda mi vida el no haberte ayudado. Además no importó pasar más tiempo con Karen ¿Sabes por qué? Porque sabía que estarías bien– Dijo el líder de los doce, el cual con cada palabra se iba acercando a la mujer frente a él.

–¡¡¡TE EQUIVOCAS!!! –Grito Aries– Yo nunca estuve bien. Desde que te quedaste en aquel lugar...Lo único que hacía era...–Respiro profundo y luego continuó– Era estar en mi habitación llorando porque no sabía si estabas bien, o si te había ocurrido algo, o si habías muerto –Dijo haciendo en gran esfuerzo por no comenzar a llorar de nuevo.

–Lo lamento, en serio, Aries. Lamento ser el causante de tus lágrimas, también prometo que estas serán la últimas lágrimas que derramaste por mí, porque de ahora en adelante todo será diferente– Dijo con una pequeña sonrisa Loke –Para los dos que, ya estamos juntos finalmente– Dijo tomando de las manos a Aries– Ahora ¿Quisieras ir a dar un paseo conmigo?

Ante aquella petición hecha por el joven cabello anaranjado, nuestra dulce joven no pudo, hacer, más que decir que si con la cabeza, cosa que alegró mucho al líder de las doces zodiacales, quien movido por un impulso se agacho para poder abrazar Aries y esta le correspondió el gesto. Una vez se terminaron el abrazo Loke, tras ponerse en pie, ayudó a poner en pie a Aries para segundos más tarde caminar hacia la salida de la casa y disfrutar de un lindo paseo a la luz de la luna creciente.