Era el tercer día del sexto mes del año en curso y en la capital de Alemania, Berlín, y yo un adoptado hace dieciocho años por una pareja de alemanes, se prepara para cumplir con la última voluntad de mi abuelo, quien fue en su momento un ejemplar Oficial Nazi y que después de la postguerra decidió ayudar a aquellos que no tenían a donde ir.
Mi abuelo me contó que hace cerca de setenta años, cuando la WW2 estaba llegando a su punto culminante, y era un Oficial Nazi, de no más veintiún años, recibió de un muchacho de dieciocho años, cuyo nombre nunca supo, una carta tras haberlo llevado a una de las celdas destinadas para aquellos que solo tenían escasos días, antes de ser conducidos a tomar un "baño", mi abuelo nunca se preguntó porque aquel joven le dejó a él, un simple Oficial Nazi una carta tan importante. Dos años han pasado ya desde que mi abuelo me entregó aquella carta y el mismo tiempo ha pasado desde que este murió, no sin antes pedirme que, si iba a leer la carta viajará hasta donde se encontraba aquel campo de concentración, diera unos cien pasos al Este y leyera la carta si así lo deseara.
Tres días tengo de haber llegado a Varsovia, capital de Polonia y un día desde que llegué a la localidad donde estuvo ubicado aquel campo de concentración y donde, ahora, se alza una iglesia. Por más que quiera entrar al edificio santo y leer la carta simplemente no puedo siento que algo me falta...Tal vez mañana sin duda alguna entre a la iglesia y lee lo que aquel joven escribió.
Corría el décimo día del sexto mes del año y en Florencia, Italia hacía calor a cualquier hora del día, debido a que el verano comenzaba a asentarse y hace algunos meses mi madre me entregó una carta, que a su vez se la dio mi abuela muchos años atrás. Mamá me dijo que, cuando la abuela Sarey trabajo como enfermera voluntaria en la unidad médica del ejército italiano, recibió de una jovencita de unos quince años una carta y le dijo que la leyera cuando le pareciera conveniente...Pero tanto la abuela y mamá nunca la leyeron pues aún está sellada. Mamá, tras haberme entregado la carta me pidió, lo mismo que su madre le pidió hace años, que si la quería leer viajará hasta donde estuvo ubicada la unidad médica, caminara unos noventa pasos al Este y leyera la carta finalmente.
Tengo escasa horas de haber llegado a la localidad donde se supone que estuvo la unidad médica italiana, pero hoy en día solo hay un hermoso campo que pertenece a una iglesia. Cabe decir que en los tres días que tengo de estar en Varsovia me he enamorado de esa ciudad y aunque ya he visitado gran parte de los lugares turísticos que puede ofrecer el lugar, aún no he visitado el sitio del cual los habitantes de acá se sienten orgullosos...No, no he ido por miedo sino porque siento que algo me falta y no sé qué pueda ser, pero prometo que mañana entrare a esa iglesia y leeré esa carta.
Las mañanas en aquel pequeño pueblo, del Este de Varsovia, eran hermosas y eso ninguno de los jóvenes podían contradecirlo. Hospedándose en el mismo hotel y en pisos distintos, ambos salieron de sus respectivas habitaciones para ir a desayunar, uno en el pequeño restaurante del hotel y el otro en una cafetería cercana a la iglesia. Para las diez de aquel día ambos jóvenes se toparon, por primera vez, de una manera muy curiosa, pues a una calle de la iglesia ambos chocaron, sin embargo, ninguno sufrió daño alguno solamente sus cartas se vieron afectadas al caer al piso.
–Lamento– Dijo el joven agachándose para recoger las cartas– De verdad lo lamento– Se disculpó nuevamente el muchacho, alzándose en toda su altura y extendiendo ambas cartas para que la señorita, tomará la que le pertenecía y así lo hizo, la joven tomó la carta que él sostenía en su mano derecha, sin decir nada y solo regalándole una sonrisa la jovencita siguió su camino
La campana de la iglesia sonaba, en el centro del pueblo, anunciando que eran las doce del mediodía, hora en que ya ambos jóvenes se encontraban donde había estado el campo de concentración y la unidad médica del ejército italiano. Quién entró primero la iglesia fue la joven, la cual habló con el párroco para que la dejara andar por el campo que poseía la iglesia, a lo que el hombre aceptó sin problema; el segundo que ingresó a la iglesia fue el joven, el cual tomó asiento en unos de los primeros bancos y más cercanos al altar.
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De la A a la Z (26 one shot)
Fanfictionserán 26 one-shot algunos serán de las parejas de fairy tail otros solo sera historia narradas por los personajes. Ranking #222 en songfic 21/09/2018 Ranking # 101 en songfic 26/10/2018 Ranking #94 en songfinc 01/11/2018 Ranking #407 en songfic 28-0...