Capítulo 18: Requiem

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Desde el inicio de los tiempos a los Shinigami se le designó la tarea de: Recoger el alma de los humano sin tener más contacto, que el de aparecer a un lado del difunto a solo segundos de que muriera, para luego tomar el alma del humano fallecido. Siendo sinceros, siempre había una que otra excepción a la única regla que los Shinigami tenían y en este caso quien rompería aquella regla sería la Shinigami del distrito tres del reino de Fiore.

Para Wendy Marvell, el recoger almas era algo sencillo, pues llegaba a sólo cinco segundo que el humano exhalara el último aliento, esperaba a que eso pasara, tomaba el alma y de regreso a su mundo a hacer el papeleo correspondiente de la próxima alma por la cual debía ir...Pero esta vez, el alma que debía recoger se le hacía demasiado interesante y si a eso, se le sumaban todas la cosas buenas que el Ángel de la Guarda de aquel humano mencionó cuando fue a verla para informarle que el tiempo del joven comenzaba a agotarse, no podía dejar su curiosidad sin satisfacer y por eso se materializó en el mundo humano a catorce horas antes de que aquel joven respiró por última vez.

Para cuando Wendy se materializo en el mundo humano eran cerda de las nueve y diez minutos del tres de noviembre del año en curso. El lugar que escogió para aparecer, era en una de las esquinas más alejadas y cercana a la entrada de la Catedral Kardia, sitio que siempre le brinda un sentimiento de paz y calma al final de su trabajo.

Los amores mueren, los amores nacen...–Susurró, dirigiéndose a donde se encontraba sentado el joven– Los siglos pasan y desaparecen– Susurró a unos cuantos pasos llegar al joven– Lo que crees que está muerto...–Pasó por el lado del pelinegro llamando la atención de este– Es una temporada y nada más –Susurró mientras tomaba asiento en el extremo el banco.

–Disculpa ¿Qué es eso que murmuras? –Preguntó el joven, lleno de curiosidad por saber qué era lo aquello que la joven decía.

–Una oración que se reza por los difuntos– Contestó con simpleza Wendy, sonriendo levemente al ver que el Ángel de la Guarda del muchacho tenía razón al decir que este era muy curioso.

Para las diez y cuarto de la mañana y después de conversar un poco en la Catedral Kardia, el muchacho decidió invitar a la Shinigami a desayunar en la mejor cafetería de todo el Reino, ante el entusiasmo del pelinegro, Wendy aceptó la invitación y siendo guiada por el joven llegaron a la cafetería de la academia Fairy Tail, donde tomaron asiento en una de las mesas ubicadas en los laterales, una vez allí el pelinegro ordenó su desayuno habitual y espero a que la joven frente a él ordenara algo de lo que estaba en el menú.

–Pediré solo fruta picada y el mismo jugo que él toma– Dijo Wendy, tras haber leído todo el menú, a la albina que los atendía la cual sonrió antes de marcharse por los pedidos

–Fruta y jugo... ¿Estás a dieta? –Preguntó, con un ligero tono de diversión el muchacho, ganándose una sonrisa timada por parte de ojiplata y es que ella no sabía a lo que él se refería, hasta que recordó una de las charla con otra Shinigami, la cual le explicó lo que significaba aquella palabra para los humanos.

–No lo estoy...Es que no suelo desayunar mucho– Mintió, pues lo que son como ella no suelen comer tanto y tan seguido como los humanos– ¿Siempre invitas a desayunar a todas las mujeres que conoces en la catedral?– Soltó aquella pregunta como si nada al tiempo que observaba por la ventana, ante esto el chico negó con su cabeza.

Un día amaneces cansado de estar errante, de hacer siempre lo mismo y de la nada decides hacer algo que jamás pensaste hacer, ¿No te ha pasado? –Dijo, una vez que Mirajane dejó sus desayunos sobre la mesa.

–Más de una vez me ha pasado– Confesó Wendy mirando al chico frente a ella y agregó mentalmente "Más recientemente contigo"

Tú te irás...Quizás después de que terminemos de desayunar, pero cuando te vi me sentí en paz conmigo mismo y eso fue lo que me llevó a hablarte y lo más importante a invitarte a venir hasta aquí...Aun sin saber tu nombre –Comentó el pelinegro tomando su vaso para darle un sorbo a su bebida.

De la A a la Z (26 one shot)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora