De la A a la Z (26 one shot)

Capítulo 14: Noche sin Luna

Era una de esas noches sin luna en las que nunca debes salir y menos andar solo a media noche por las calles de la ciudad de Magnolia, pero qué opción se tiene cuando se es la enfermera principal en una cirugía que debía terminar a las cuatro de la tarde y la misma se extendió hasta las diez de la noche a causa de una complicación no vista antes en los estudios previos del paciente, no se tiene ninguna opción más que salir del Hospital Fairy Tail y caminar hasta casa, creyendo fervientemente que nada te pasara durante el trayecto a casa.

Erza Scarlet es la enfermera que tuvo que estar en quirófano durante nueve horas seguidas y también quien decidió retar al destino aquella noche saliendo del Hospital para dirigirse a casa donde la esperaba su hermana, con la cual estaba hablando entretenidamente por teléfono móvil, tan entretenida que no noto que iba caminando por la parte más sola de la ciudad pero algo raro pasó, sintió que alguien la seguía pero no le dio importancia así que siguió caminado hasta que llego al parque que se encontraba a unas pocas calles de su casa y ahí fue donde vio a la persona que imagina que la seguía desde hace rato.

La persona en cuestión era un hombre de 1.70 de alto, de cabello azul corto y liso, ojos marrones y un extraño tatuaje rojo en su ojo derecho. Este hombre iba vestido con un pantalón blanco, sweater de cuello negro, una gabardina azul y para finalizar unas botas negras; pero la para apariencia del joven no le causo miedo a la Erza sino más bien curiosidad pues muy bien podía ser un paciente del área psiquiatría del Hospital que se había escapado.

– ¿Quién es usted? –Comenzó diciendo la pelirroja con calma– ¿Qué es lo que quiere?...Si gusta lo puedo acompañar hasta el Hospital, a esta hora allí estará seguro hasta que amanezca– Continuó la joven sin perder la calma– ¿Por eso es qué me sigues? Porque quieres regresar a al Rose...Con tus compañeros, ¿Cierto?– Dijo Erza sin miedo alguno cuando el hombre empezó a acercársele.

–Debe ser los años que no nos vemos que ahora me pareces más habladora que antes– Dijo el peli azul, deteniéndose a unos paso de distancia– Mis compañeros no están en ese lugar, de eso estoy seguro– Continuó diciendo al joven– Me aconsejas algo que ni tu misma puedes seguir. Pudiste haberte quedado en ese hospital hasta que amaneciera pero no, decidiste regresar a tu casa aun sabiendo que algo malo te podía pasar– Comentó acortando la distancia entre ambos– Lo que quiero es a ti porque deseo que recuerdes lo que vivimos hace cuatrocientos años atrás– Susurró el desconocido al oído de Erza, ignorando la primera pregunta de la joven.

–Disculpe pero creo que se ha equivocado de persona– Dijo retrocediendo unos cinco pasos de aquel extraño joven– "¿Por qué no me quede en el Hospital?, claro soy una hermana mayor responsable y el día mañana tengo que asistir a una competencia de natación que tiene mi hermana, Millianna" –Pensaba Erza.

Cabe decir que tal cuestionamiento mental de Erza hizo que el joven soltara una risita divertida, puesto que en cosas personales la pelirroja siempre se cuestionaba si la decisión tomada era la mejor, pero con respecto a las decisiones que tomaba como la general de la guardia real nunca existía duda algo sobre lo que ella decidía. También es válido mencionar que la risa que el otro dejó escapar molesto mucho a Erza, quien solo se cruzó de brazos y se alejó otro par de pasos más.

–Jamás te confundiría, mi quería Erza– Aseguró el peli azul– Esa a la que llamas hermana, no lo es...pues tu nunca tuviste hermanos de verdad y a los que consideraste como hermanos fueron a la Reina Demonio Mirajane, al Príncipe de Crystal Gray y al Rey Dragón Natsu– Comentó aquello con toda la tranquilidad que tenía.

–Lo que dice no tiene sentido, señor...Millianna y yo somos hermanas– Dijo Erza, pensando en cómo aquel hombre supo su nombre, pues ella nunca iba al área de psiquiatría. Siendo sinceros fue más el tiempo que estudio enfermería que el que pasaba en el hospital, ya que ella solo iba cuando era requerida por su jefa para asistirle en una cirugía cerebral, así que era imposible que el hombre frente a ella la conociera del hospital y si se hubieran conocido de antes lo recordaría. Eso era seguro.