Takemichi y Chifuyu solo pueden salir si su hermano mayor; Draken, lo hace. Pero eso cambia cuando Draken y su novio Seishu terminan, él no sale y sus hermanos menores tampoco.
A los dos se les ocurre la grandiosa idea de pagarle a alguien para que...
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Mikey no sabia como llamarle a aquello que tenia con Draken, el chico le caía bien pero no podía etiquetarlo como una amistad; ya que le atraía mucho.
Ha estado junto a él casi todos los días desde hace un mes pero no ha tenido un gran avance que se diga.
Y eso es una cosa que no solo Mikey ve sino también los hermanos de Draken.
—¿No te estamos pagando lo suficiente? Ya va un mes y no vemos ningún progreso. Draken sigue triste.
—Nunca acordamos que enamoraría a su hermano, solo que saldría con él.
El hermano mayor, Chifuyu se cruza de brazos recargandose en la silla y lo mira desafiante con una ceja alzada.
—No te pedimos que lo enamoraras porque sabemos que no puedes.
—¿Estas seguro?—Pregunta Mikey desafiante poniendo sus brazos sobre la mesa.
Takemichi los observa a los dos muy nervioso sin saber si habrá golpes entre esos dos.
—Bueno ha pasado un mes y Draken solo sonrió cuando fue a ver a sus boxeadores favoritos, así que si, estoy seguro de que no puedes enamorar a mi hermano.
La sonrisa macabra de Mikey aparece, Takemichi tiembla y Chifuyu quiere hacerlo pero no lo hace, no debe mostrar temor ante aquel gnomo de jardín.
—Voy a enamorar a Kenchin, lo tendré comiendo de la palma de mi mano. Estará tan enamorado de mi que olvidara a su ex.
—No necesito palabras, sino pruebas. Nuestro hermano sufrió mucho por Seishu y si tú presumes mucho de "enamorarlo", te estás tratando.
—Apuesto a que puedo enamorar lo acabando el siguiente mes.
Takemichi presiente que es una mala idea. Ha leído libros y visto películas y series de ese tipo de apuestas que salen bien pero esto es la vida real y conoce a su hermano, sabe que no se dejará hacer tan fácil pero, ¿Y si se enamora de Mikey y este lo termina lastimando más?
No quiere ni pensarlo.
—N-no creo que-e sea buena idea.—Susurra. Mikey y Fuyu lo miran—. ¿Qué pasa si la terminas lastimando más? No quiero ver a mi hermano más herido.
—Tranquilo Takemichi, eso no pasará —Asegura su hermano—Draken es listo y no se enamorará de Mikey.
—Ja, eso esta por verse.
🔥🔥🔥
Otro viernes más. Ken suspira cansado metiendo sus cosas de entrenamiento en la mochila. Se despide de sus compañeros saliendo del gimnasio y caminando hasta el estacionamiento.
Solo quería ir a casa, comer algo rico, bañarse y dormir hasta el día siguiente.
—Ken...
Alza la mirada chocando con los ojos aqua de su ex; Seishu Inuipi se encuentra justo al lado de su moto y luce tan bello como siempre.
Totalmente de negro, una chaqueta blanca y unos lindos tacones rojos que fueron un regalo en su primer aniversario.
—Tengo prisa Inuipi.
No quiere ni mirarlo a la cara. Camina hacia su moto y Seishu se quita pero toma del brazo a Draken y la piel se le eriza, se gira y Seishu se abraza a su pecho ocultando su rostro en su cuello.
—Perdóname Ken, por favor lo lamento tanto...y-yo no-o se en que estaba pensando en serio lo siento mucho.
Escucha su llanto y siente sus lágrimas, odia verlo así pero el simple hecho de recordar cuando entró a aquella habitación y verlo con alguien más...lo aparta suave y lo ve a los ojos...rojos y sin brillo.
—Me lastimaste Inuipi...si ya no me amabas solo tenias que decírmelo y aunque me hubiera dolido yo lo hubiera entendido.
—¡Pero yo te amo!
—¡Pues no lo pareció!—Se soltó de su agarre y se apresuró a subir a la moto—. No quiero ver tu hermoso rostro por ahora, si de verdad me amas haz eso por mi.
Arranco lo más rápido que pudo evitando el querer voltear y cargarlo, besarlo y volver a caer en sus bellas palabras.
Sentía sus lágrimas caer y tuvo que detenerse o sino chocaria y no quería eso. No quería preocupar a sus hermanos menores, así que les envío un mensaje de que llegaría pasada la media noche y que cenaran sin él.
Solo quería beber y olvidarse de Seishu, besar a alguien más o simplemente algo de compañía.
La sonrisa de Mikey apareció en su cabeza y sus manos se movieron solas cuando ya le estaba enviando un mensaje de verse en un bar en media hora.
