Draken marcaba otro día más en su calendario; un día más y Mikey finalmente estaría de nuevo en Tokio.
No sabe ni siquiera como ha podido sobrevivir sin enviarle un mensaje o llamarlo, lo ha intentado pero sus hermanos le dicen que es mejor hablarlo todo en persona.
Se siente ansioso, nervioso, quiere verlo, hablarle pero a la vez no. Sabe que no puede evitarlo siempre pero le da temor ver de nuevo sus ojitos negros y perderse.
—Solo un día, un día y te veré de nuevo.
Mentiría si dijera que no ha extrañado al menor en lo absoluto, desde aquel día solo ha pensado en él, al principio molesto y luego sólo...extrañando lo.
—¡La cena esta lista!
El llamado de Takemichi a la cena hace que deje de mirar el calendario y baje para cenar con sus hermanos menores.
En las últimas semanas parece que los dos quieren hacer las cosas bien, han obedecido a su hermano mayor en todo y sin necesidad de que este les diga que hacer como en los viejos tiempos.
—Prepare spaguetti, espero que les guste.
—Toda tu comida sabe rica michi—Dice Chifuyu a su hermanito y las mejillas del menor se tiñen de rojo.
—Solo lo dicen porque soy su hermano menor.
—Chifuyu tiene razón—Habla Draken esta vez—. Tú comida es realmente deliciosa.
Los tres hermanos se sentaron en la mesa y comenzaron a comer y degustar de la deliciosa pasta hecha por el menor, tal y como dijeron, es un manjar.
—Quiero decirles algo—tanto Take como Chifuyu dejan sus tenedores para prestar atención a su hermano mayor—. Desde hoy pueden salir con sus novios aun si yo no salgo.
Los menores se miran entre ellos por un momento. Intentan convencerse de sí lo que escucharon fue real o no.
—¿Hablas en serio?—Pregunta primero Takemichi.
—Si.
—¿Seguro de esto?
—Habrá condiciones claro esta.
Los dos se miran una vez más y pasan saliva.
—Nada de traerlos a la casa cuando nadie esté, solo podrán venir cuando yo me encuentre aquí. Y nada de ir a sus casas, así lloren, me ruegen o patalien, ¿de acuerdo?
—De acuerdo, existen los moteles—Dice Chifuyu encogiendose en hombros.
—Fuyu, no me hagas ponerte un trastraedor.
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—¡Manjiro!
Salta en el asiento asustado, los demás se empezaron a reír por aquella reacción del menor.
—Que mierda Mitsuya, estaba dormido.
—Exacto, bello durmiente. Estamos parados en tu casa desde hace quince minutos.
El chico alza su cabeza y efectivamente se encontraban en su casa. Les sonrió a sus amigos en modo de disculpa y bajo de la enorme camioneta.
—Muchas gracias por todo Ran.
—No hay de que Manjiro, nos vemos en la escuela.
—Seguro, nos vemos chicos.
Se despide de los demás terminando de tomar su bolso y la pequeña maleta. Cuando ve que la camioneta se pierde da vuelta para entrar a su casa, camina apenas entrando al porche cuando ve a Draken sentado en la mecedora de afuera.
El más alto lo ve entrar y es demasiado...extraño. Es como si no se vieran desde hace años, Mikey realmente no se esperaba verlo tan pronto y Draken...bueno, hace su esfuerzo para no besarlo.
—Kenc‐ Draken, hola.
—Hola Mikey. Veo que ya volviste de tus vacaciones.
—Si, ah, ¿como sabes que estaba de vacaciones?
—Vine a buscarte, tu hermana me dijo.
—Ya veo, ahm...¿Quieres entrar?
—No hay nadie, llegue cuando tu abuelo se iba, me dijo que tr buscará mañana pero yo realmente quiero hablar contigo.
—Bien, yo tengo llaves.
Le sonríe y abre la puerta entrando con todas sus cosas.
—Pasa, dejaré esto en mi cuarto, toma asiento, ya vuelvo.
Draken se sentó en el sofá esperando a que Manjiro bajara, pudo ver de lejos varias fotos familiares, hasta una con la que suponía, es su madre.
Bajo de nuevo en cuestión de minutos y se sentó en el otro sillón al lado de Ken.
—Bueno, vine aquí porque quiero decirte que...
—Antes de que empieces...—Lo Interrumpe el menor—. Quiero decirte que lo siento Draken, no pondré una excusa se me hizo fácil porque creí que no podrías gustarme, se me hizo fácil porque no te conocía y-y todo salio mal. Te lo iba a decir, pero bueno, lo Escuchaste y en serio lo siento Ken, eres una gran persona y espero puedas perdonarme.
Sus ojos se encontraban llorosos, a punto de derramar lágrimas. Ken lo veía, finalmente lo veía a él y no a un remplazo de lo que fue su antiguo novio.
Veía a Manjiro Sano tan frágil como jamás lo vio.
—Te perdono Mikey. Pero...me llevará un poco de tiempo volver a confiar en ti.
—Lo entiendo.
La mirada del menor era todo un poema. Sus ojos negros brillando cuál estrellas y soltando un suspiro de alivio.
—Gracias Ken.
—¿Puedo preguntarte algo?—Manjiro asiente limpiando sus ojos por las lágrimas acumuladas—¿Realmente te guste?
Mikey le sonríe mientras su rostro se sonroja.
—Si, me gustas, todavía. Mucho Ken.
—Tú también me gustas Manjiro, mucho.
El rubio menor traga saliva y casi se ahoga con ella al escucharlo decir esas palabras.
—¿Crees que podamos empezar de cero? Como amigos, si tu quieres— Propone Mikey.
—Pero los amigos no se besan en la boca, ¿seguro que sobrevivirás sin poder besarme?
—Aquí la pregunta es si tú podrás sobrevivir sin besarme, kenchin.
Draken le sonríe, honestamente le estaba matando el hecho de que no le dijera por ese apodo.
—Haré un esfuerzo.
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Estén al pendiente, en esta semana subo los 3 extras; uno bajifuyu, otro santake y otro drakey. 🥰
Nos leemos luego, Antonela.
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La apuesta || Drakey
FanfictionTakemichi y Chifuyu solo pueden salir si su hermano mayor; Draken, lo hace. Pero eso cambia cuando Draken y su novio Seishu terminan, él no sale y sus hermanos menores tampoco. A los dos se les ocurre la grandiosa idea de pagarle a alguien para que...