Takemichi y Chifuyu solo pueden salir si su hermano mayor; Draken, lo hace. Pero eso cambia cuando Draken y su novio Seishu terminan, él no sale y sus hermanos menores tampoco.
A los dos se les ocurre la grandiosa idea de pagarle a alguien para que...
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○advertencia: estos acontecimientos de los extras tanto de Bajifuyu como de Santake ocurren en el pasado, por lo tanto Draken e Inuipi aún son novios.●
Chifuyu ama a los gatos pero lamentablemente Draken no lo dejaba tener gatos.
Decía que no había suficiente espacio en la casa como para tener uno, afortunadamente había un pequeño gato negro que la mayoría de las noches se colaba a su habitación a pedir comida.
Chifuyu lo había adoptado, de cierta forma. Había días en los que no iba y eso realmente le preocupaba.
—¿Cómo te pondré pequeño?—Murmuraba el rubio acariciando el pelaje.
Frunció el ceño al tocarlo, se sentía fresco, como si el gato se hubiera bañado.
—Sospechoso...
Se sentía algo tonto pero seguiría al pequeño gato esa noche cuando se fuera de su casa.
Cuando el minino se fue Chifuyu salió de inmediato y comenzó a seguirlo, se sentía como si estuviera siguiendo a un novio.
Para su sorpresa el gatito no camino mucho pues a unas dos cuadras más se detuvo en una casa y comenzó a maullar. A los minutos alguien abrió la puerta y se agacho para acariciar al pequeñito haciéndole mimos.
—Hola peke j, hoy si viniste, ¿tienes hambre? Espera aquí ya vuelvo, hoy mamá esta en casa y ya sabes lo que opina de los gatos.
La puerta fue cerrada y Chifuyu se acercó más para ver al dueño con quien el gato lo engañaba.
—He vuelto pequeño, aquí tienes.
Dejo dos tazones; uno de comida y otro de agua.
El tipo alzó su mirada y la poso en el rubio quien miraba todo con la boca abierta, nunca se sintió tan traicionado.
—Hola—saludo el chico de pelo negro—¿Eres el dueño del gato?
—N-no yo, de hecho lo seguí. E-el a veces va a mi casa a comer también...
El chico sonrió y las piernas del rubio temblaron.
—¿Cómo te llamas?
—Chifuyu.
—Un placer, yo me llamo Keisuke, Baji Keisuke.
Desde ese día ambos chicos empezaron a convivir. Iban a escuelas distintas por eso es que nunca se habían topado y estaba por más decir que a Chifuyu le gustaba el chico pero Baji lo trataba como a un amigo y eso le molestaba al rubio.
Ya han pasado varias semanas desde que los dos salen en manera amistosa, aunque Chifuyu solo quiere que Baji le coma la boca.
—¿Estas molesto por algo? No has hablado desde que salimos del cine y tu nuncs te callas—Dice el pelinegro.
El rubio bufa molesto.
—Estoy molesto porque el chico que me gusta no me hace caso, le he tirado mil indirectas y parece no darse cuenta.
—Mmm entonces es un idiota.
—Tal vez.
—Solo dile que te gusta.
—Bien, me gustas Keisuke.
—Exacto.
Hubo un leve silencio después de eso. Chifuyu había dejado de caminar y Baji se detuvo cuando terminó de procesar toda la información.
Se giró hacia el rubio y lo miro con ojos bien abiertos, sorprendido.
—Me gustas Keisuke. Por si no lo captaste a la primera.
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—Me da miedo cuando me miras mientras duermo.
Se queja Keisuke despertando viendo la sonrisa de Chifuyu acostado en su cama.
—Es que eres muy guapo, por eso te miro.
Baji le sonríe y lo atrae a él para besarlo el rubio no tarda en ponerse encima de él en un beso desesperado como si ayer no hubieran tenido suficiente.
—Mi madre esta aquí...
Alcanza a decir Baji cuando se separan del beso.
—Te encanta arruinar los momentos calientes.
Baji le sonríe y lo vuelve a besar, siente su pene endurecerse pero en eso...
—¡Keisuke, Chifuyu más les vale levantarse en este instante y desayunar!
El rubio sonríe y se baja de encima de Baji y de la cama.
—¡Ya vamos mamá!
Los dos se miran sonrientes y comienzan a cambiarse. Chifuyu no lo sabe pero Baji ha estado ahorrando dinero para comprar un departamento en el que solo sean ellos dos y nadie los pueda interrumpir.
Ama a su madre, claro que si, pero a veces solo necesita un tiempo a solas con su pareja.
—Chifuyu—llama a su novio—¿Tú alguna vez has pensado en casarte?
—Solo si es contigo.
—¿En serio?—el rubio asiente a su pregunta.
—Nunca pensé en eso realmente. Cuando mis padres se divorciaron y prácticamente nos dejaron al cuidado de Draken me dije a mi mismo que nunca me casaría si iba a terminar igual que mis padres. Pero, te conocí y esa visión de mi vida cambió—sostuvo la mejilla de su novio—. Eres mi excepción Kei.
—Estoy feliz de serlo.
—¡El desayuno!
Vuelve a gritar su madre, Baji hace un puchero mientras Chifuyu solo se ríe y lo jala para salir a desayunar, definitivamente tiene que apresurarse a comprar ese departamento.
