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Tōya

No sé dónde estoy. Todo es bosque y se ve borroso. Camino sin rumbo fijo y me detengo cuando veo llamas.

«¿Llamas moradas?»

La curiosidad me gana y me acerco al lugar. Veo a una mujer que tiene llamas en la palma de la mano, son moradas. Me mira y me dedica una sonrisa. Tiene el cabello morado y trae ropa negra.

Ven conmigo Tōya —dice y empieza a caminar.

No entiendo nada, pero la sigo. Caminamos hasta que llegamos al final de la colina. Se detiene y luego me regresa a ver.

Ayúdame Tōya.

No entiendo. ¿En qué la ayudo? — En cuanto digo eso se aparta y me deja ver a una niña en el suelo.

 ¡HANAKO! —gritó y me acerco a ella. Me pongo de rodillas e intento levantarla, pero no puedo. Mi mano la atraviesa y empieza a volverse transparente.

¡Señora ayúdeme! —regreso a ver atrás de mi pero la mujer ya no está.

Tōya no me dejes morir. — Dice Hanako. —Tengo miedo. Que alguien me ayude... — solloza mi hermana.

Estoy aquí Hanako. Tu hermano está aquí. — Lloro de desesperación al ver que ni siquiera me mira, solo mira a la luna.

Tōya nunca me olvides.

Abro los ojos. Estoy sudando. Fuyumi está dormida a mi lado.

Me levanto y corro a la habitación de papá.

¡Papá! — grito apenas abro la puerta. Está sentado en el escritorio mientras revisa papeles.

¿Qué sucede Tōya? Deberías estar durmiendo.

 Hanako está viva. Tenemos que buscarla.

¿Qué?

Soñé con ella, me pedía ayuda. Estaba en el fondo de una colina.

Solo fue eso Tōya, un sueño.

¿Qué? ¡No! Ella me pedía ayuda.

Tu hermana ya no está en este mundo. Tienes que aceptarlo. Tu hermana murió.

[...]

Han pasado 4 años desde aquel día. Shoto al cumplir los cuatro años desarrolló el don que papá tanto había anhelado. Mitad frio, mitad caliente. Desde entonces me hizo a un lado, con la patética excusa de que si sigo usando mi don solo me haré más daño.

Mamá yo no quiero. No quiero ser alguien que te golpea y hace daño a la gente. — Shoto llora sobre el regazo de mamá.

Aún quieres ser un héroe, ¿no cariño? Solo recuerda, mantante fiel a ti mismo. — Mamá acaricia la cabellera de Shoto.

Me siento muy molesto. Shoto no quiere seguir los pasos de papá. Sin embargo, él lo obliga. Mientras que yo que, si quiero cumplir sus expectativas y superar a All Might, no me presta atención. Pero hoy le demostraré los frutos de mi entrenamiento.

Hanako se sentirá orgullosa de saber cuánto he avanzado.

Me encamino a la cocina. Papá revisa las noticias mientras bebe un café.

Papá. Quiero que me vayas a ver al bosque hoy tarde. Te demostraré todo mi progreso. No te arrepentirás.

Le digo y sin esperar una respuesta me encamino a mi cuarto. Me quito el pijama y luego de alistarme salgo al bosque. Tengo que practicar una última vez lo que le mostraré a papá.

InseparablesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora