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Hanako


Mi hermano y yo sonreímos al ver a todos los héroes quedarse congelados ante tal revelación. Tōya se avalanzó sobre el héroe quien no parecía asimilar dicha información.

— ¡Puño Radiante de Fuego! Prominence...

El ataque nunca llegó, Best Jeanist se hizo presente en la pelea junto a más héroes quienes continuarían peleando contra Shigaraki para evitar que el resto de miembros de la liga atiendan sus heridas. 

— ¡No te metas Jeanist! — Grité mientras lo atacaba para que soltase a mi hermano y así lo hizo. Cuando regresé mi vista hacia Endeavor mire a Hawks intentanto hacer que reaccionara. Estaba frustrada. Nadie fue capaz de detener a los molestos héroes. Todos los que no habían escuchado nuestra declaración intentaban hacer reaccionar a los que sí. 

Esta era una pelea que determinaría el destino de la familia Todoroki y el de la sociedad misma. 

Todo era un caos y por un momento todo parecía ir en cámara lenta. Podía ver cómo mi hermano se abalanzaba sobre Endeavor y Hawks con una ferocidad desenfrenada en sus ojos. Los demás héroes intentaban intervenir, pero la magnitud de la revelación había paralizado a muchos de ellos. 

Las llamas danzaban en el aire mientras Dabi lanzaba un ataque feroz contra Endeavor. El aire se llenaba con el sonido ensordecedor de las explosiones y el calor se intensificaba con cada movimiento de su quirk. Hawks, aunque herido por las llamas, se interponía entre Dabi y Endeavor, tratando de calmar la situación a pesar de la evidente desventaja. 

Mientras tanto, Shigaraki comenzaba a recuperarse y retomaba la ofensiva contra los héroes que lo rodeaban. Los enfrentamientos se multiplicaban por toda la zona de combate, creando un escenario caótico y peligroso. Los edificios antes afectados por deterioro se derrumbaban, las explosiones llenaban el aire y los gritos de batalla resonaban por todas partes.

En medio de la confusión, mis pensamientos corrían a toda velocidad. Mi hermano y yo habíamos logrado exponer la verdad y poner en evidencia los oscuros secretos de Endeavor, pero eso no detendría la batalla. El deseo de venganza de ambos estaba desatado, y la lucha entre los Todoroki podría tener consecuencias devastadoras. 

Sonreí al ver como el suelo temblaba con cada impacto y los edificios seguían colapsando, añadiendo a la destrucción del escenario. Best Jeanist intentaba intervenir y contener la situación, mientras otros héroes se unían a la lucha para contener a Shigaraki y la Liga de Villanos. 

Shoto seguía inmóvil frente a todo el caos. Sus ojos reflejaban una tormenta de emociones: sorpresa, confusión, ira y dolor. No sabía cómo procesar la verdad que había salido a la luz sobre nuestra familia. Había sido un espectador en este enfrentamiento, tratando de asimilar la revelación mientras la batalla continuaba a su alrededor. 

Noté su mirada perdida y sabía que necesitaba hablar con él, pero no sabía si se pondría del lado de Endeavor o el mio. Sabía que estaba procesando toda aquella información y las heridas que esta verdad había causado en él. Me acerqué a él, evitando los combates que se libraban en mi camino. 

— Shoto... — lo llame con suavidad, tratando de captar su atención. Él me miró, sus ojos mostraban una mezcla de dolor y rabia. 

— ¿Cómo pudieron ocultarme esto? — murmuró, casi para sí mismo. 

— Las circunstancias eran complicadas. — Me acerqué un poco más, buscando saber si me creía o no. — Pero ahora que lo sabes...

Shoto frunció el ceño y desvió la mirada. Parecía estar luchando consigo mismo, tratando de procesar todo lo que había sucedido. No podía culparlo; esta revelación tenía el potencial de cambiar su percepción del mundo por completo. 

— No voy a traicionar mis creencias Hanako... — Se giró sobre su propio eje, dandome la espalda. 

— Creí que lo entenderías tras haber vivido los abusos de Endeavor y ver cómo abandono a tu hermano. — Me giré y antes de desaparecer dije algo que no esperaba. — Agradezco que hayas celebrado nuestros cumpleaños, pero no te molestes en hacerlo nunca más. 

Mientras tanto, la batalla seguía su curso. Los héroes se esforzaban por contener a Shigaraki y a los miembros de la Liga de Villanos. Los ataques y quirk eran desatados en todas direcciones, creando un frenesí de poder destructivo. Me uní con mi unico hermano y luchábamos junto a los demás villanos, usando nuestras habilidades para mantener a raya a los héroes. 

Luchábamos juntos, no solo por venganza, sino también por la verdad y la justicia que habíamos sido negados durante tanto tiempo. Nuestros ataques coordinados eran devastadores, poniendo a prueba la habilidad de los héroes para mantener el orden. 

Shoto se mantenía en el centro del conflicto interno. Parecia que sus emociones seguían en guerra, divididas entre su lealtad a Endeavor y el profundo rencor que sentía por él. Veía a su familia desmoronarse ante sus ojos, y no sabía en quién confiar. Sus poderes de hielo y fuego eran un reflejo físico de su lucha interna. 

Los héroes, desesperados por detener la caída de la sociedad y por redimir el nombre de Endeavor, se unían en una última resistencia. La batalla se intensificaba con cada segundo que pasaba, y el caos se apoderaba del campo de batalla. Los edificios seguían cayendo, el suelo temblaba y el aire estaba lleno de explosiones y quirk. 

En medio de la contienda, una figura imponente se alzaba en el horizonte. 

.... All Might ....

No, no era All Might. Era Izuku Midoriya. Su presencia era muy similar a la del símbolo de la paz, traía con él una determinación inquebrantable. 

La forma en la cual Midoriya parecía imponente, inspiraba a los héroes a reafirmar sus convicciones y enfrentar la amenaza con valentía. Su presencia cambió el rumbo de la batalla, dándoles a los héroes un nuevo impulso para resistir y proteger a la sociedad. Los héroes y villanos continuaron peleando, pero ahora el conflicto estaba cargado de un propósito aún más grande: proteger lo que importaba y cambiar el rumbo de la historia. 

Los héroes parecían estar más convencidos de que tenían la batalla ganada, pero no contaron con que teníamos un As bajo la manga.

— Es hora de que todos abran los ojos. — Grité lo más fuerte que pude desde la espalda de Gigantomachia y no fue necesario hacer algo más. 

Borrar había dejado de hacer efecto sobre Shigaraki.



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