¿Quién dijo que sería fácil? #CarlosSainzJr +18

Capítulo 3.

Llegada la hora de la cena y después de haber insistido a mi mejor amiga para que se quedara a cenar conmigo y mi madre, se ha tenido que retirar porque tenía que terminar algunos asuntos que le faltan para culminar su carrera universitaria, además de alimentar y darle un baño al pequeño Theo que ha estado más inquieto de lo normal.

Por lo que ahora me encuentro con mi madre, frente a frente mientras deboramos sin decir palabra alguna nuestra cena, ya le he dado la noticia anteriormente sobre mi periodo de prueba en la fórmula uno y no pude descifrar su reacción. Si estaba emocionada lo supo disimular bastante bien porque solamente me dedicó una mirada profunda y sin decir algo se dirigió hacia la cocina para comenzar a realizar la cena. Y henos aquí de la misma manera.

Solo recibo miradas penetrantes de su parte, como si tuviera una lucha interna entre decirme algo o no, la conozco demasiado para saber que quiere regalarme pero al mismo tiempo felicitarme por la buena noticia.

Mi pobre madre es la que ha quedado más afectada de las dos después de que me rompí el corazón. Fue la única que me vió llorando desconsoladamente mientras me abrazaba tratando de entender lo que pasaba en ese momento.

Entiendo que esté asustada, pero no por un hombre voy a dejar pasar una oportunidad de esta magnitud. Seria una persona muy estúpida si dejara que los traumas del pasado dejaran afectar de esta manera mi futuro. Creo que soy lo bastante madura y sensata para poder sobrellevar la situación de la mejor manera y lo voy a demostrar.

Un suspiro de su parte hace que le dedique toda mi atención mientras introduzco puré de patata en mi boca, sin saborearlo simplemente lo trago porque estoy más atenta a los movimientos rígidos de mi madre quien rueda los ojos constantemente y casi puedo jurar que tiene una lucha campal dentro de ese cerebro. Ya cansada con la situación dejo el cubierto en mi plato haciendo un pequeño ruido que pone en alerta a mi madre, quien de un susto dirige su mirada hacia mi.

-Sé que estás haciéndote mil escenarios fatales.-comienzo a hablar consiguiendo ser ignorada por mi propia madre quien hace como si yo no hubiera hablado y continúa comiendo.- quiero que confíes en mi mamá. Yo puedo con esto. No soy la misma niña tonta de diecinueve de hace tres años.

-Puedo ver que no eres la misma.-habla finalmente. Luce bastante afectada. Preocupación es lo único que percibo en su mirada y en los movimientos lentos que hace con sus manos mientras habla.- no puedo evitar recordar lo que pasó hace tres años Isabella. Soy tu madre, no me pidas que esté tranquila cuando estarás cerca de él todo el tiempo.

-Estás exagerando mamá.-digo con paciencia como si yo fuera la madre y ella mi hija, tratando de hacerla entrar en razón.- estaremos en escuderías diferentes. Además prometí que no volvería a lo de antes. Lo nuestro nunca comenzó así que en realidad no hay nada ahora tampoco. Fue un error que nos costó muy caro.

-Estabas enamorada Isabella. No hables de eso como si fuera un tema que no tiene relevancia en tu vida. Porque tú y yo sabemos que es todo lo contrario.-me regaña pero en su mirada puedo reconocer la comprensión y el cariño hacia mi. Me culpo internamente por ser la causante de su preocupación.

Si tan solo hubiera aguantado un poco más y hubiera soltado todo lo que traía dentro a solas en mi habitación y no en los brazos de mi madre, quizás ahora todo fuera diferente y tendría a mi madre feliz por mí y no preocupada porque me vayan a lastimar por segunda ocasión.

《Flashback

La presión que siento el pecho me impide respirar con normalidad, se siente como si alguien hubiera atravesado su puño justamente por mis pulmones y lo hubiera dejado ahí con la única intención de dejarme sin aire muy lentamente. No he querido derramar ninguna lágrima desde el momento en que volvimos a Bristol con Alana, la que no quería dejarme sola pero después de rogarle que lo hiciera y prometiendole que yo estaría bien pude convencerla que se fuera a casa.