¿Quién dijo que sería fácil? #CarlosSainzJr +18

Capítulo 2.

Fue un viaje realmente largo y ahora entiendo todas esas veces en que Alana se quejaba de dolor en el trasero cada vez que viajamos para asistir a los grandes premios, es una tortura y corro el peligro de quedarme sin trasero, aunque no hay mucho ya.

Siempre he sido una persona delgada, sin curvas. Un cuerpo promedio para una chica promedio, delgada y pálida con grandes ojos verdes, lo que comúnmente se ve en Londres.

Bajo del taxi que me ha traído hasta la puerta de mi casa y contemplo todo con un sentimiento de añoranza, ha pasado un año desde la última vez que vine de entrada por salida. Todo sigue completamente igual, frío y solitario.

Intento no recordar todas las veces que él se escabullía por la puerta trasera de mi casa cuando mi mamá no estaba, la manera en que había ocasiones que llegaba sin avisar tomándome por sorpresa y hacia que mi tonto corazón latiera cada vez más fuerte con sus bromas, su sonrisa, su acento tan gracioso o con sus grandes ojos cafés que me miraban solo a mi pero que yo no era capaz de atreverme a dejar todo de lado para mirarlo de la misma mmanera.

《Flashback: 10 de noviembre del 2019.

DIOS MIO. QUE FIN DE SEMANA.

Con la única intención de dormir toda la tarde y hasta mañana me aviento a la cama cayendo en un golpe seco que me hace quejarme del dolor pero al mismo tiempo del alivio. Fue un fin de semana de locos.

Nunca creí que festejar el cumpleaños de Lando se fuera a salir tanto de control, tener que actuar a escondidas para terminar en los brazos de mi castaño es más difícil de lo que pensaba. Tener todas las miradas encima y a la chismosa de Alana nos dificulta las cosas demasiado, sin embargo pudimos completar la misión.

Casi me quedo dormida pero el ruido de mi puerta siendo abierta lentamente me pone en alerta por lo que me incorporo poniéndome de pie y tomo lo primero que tengo que mi alcance. Una almohada. Wow isabella vas a dominar al mundo con tu arma destructora.

Mamá no está en casa y me sersioré porque la busqué hasta en el ático y no hay señales de ella, entonces sea quien sea pretende robarme y eso no será posible, yo Isabella Rose guardiana y guerrera defenderé mi fortaleza de quien sea que se atreva a interrumpir.

Comienzo a avanzar decidida mentalmente a golpear con mi almohada al que esté fuera de mi habitación, las piernas y brazos me tiemblan pero eso no hace que me acabarde. Moriré en la lucha si ese ha de ser mi destino.

Bueno nos calmamos un poco exagerada.

-Por Narnia y por Aslan.-grito tomando el picaporte de la puerta con fuerza para después abrirla. Encontrándome nada más y nada menos con él . ¿Pero que mierda hace aquí?.- Me has sacado un susto de mierda idiota. Me puedes explicar ¿qué haces aquí?

Doy media vuelta no sin antes darle un golpe con la almohada, haciéndolo reír y soltar una disculpa para después comenzar a seguirme hasta tomar asiento en mi cama uno al lado del otro.

-¿Puedo quedarme contigo?. Ya es muy tarde para regresar.-pregunta haciendo esa cara de cachorro que siempre utiliza cuando quiere obtener algo de mi y que para mi mala suerte le funciona demasiado bien.

-Sabes que si. ¿Ellos se dieron cuenta?.-pregunto preocupada refiriéndome a el par de tortolitos que se encuentran en la casa continua. Mi pregunta parece molestarle por la manera en que arruga sus cejas y voltea hacia otro lado esquivando mi mirada.- hey no te molestes, solo pregunto porque no quiero que nos descubran así, sabes que Alana no se lo tomaría tan bien si se llegara a enterar que hay algo entre nosotros dos.