Capítulo 11.

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Carlos POV.

Esa misma noche...

Estoy a dos de estrellar mi celular en el tablero del auto, Alana es una cabrona insistente que me está sacando de mis casillas al no dejar de llamar y llamar después de que ya le contesté la primera vez. Acelero para poder llegar lo más pronto posible a su hotel, quiere hablar conmigo y presiento que tiene algo que ver con Isabella, y si ella está involucrada aunque sea un poco a mi me interesa saberlo.

Apenas estacionó tengo a mi amiga montada en el coche diciéndome una sarta de insultos en español que me hacen reír pero su rostro molesto e indignado me hacen guardar silencio.

-¿Sabias que eres un pendejo?.-pregunta en nuestro idioma, está colorada del coraje y se a que se debe. Seguro que Lando no pudo quedarse callado esta vez.

-Te dijo Lando ¿no es así?.-pregunto viendo el parabrisas empapado en pequeñas gotas que me relajan y suelto un suspiro.

-No está bien lo que estás haciendo Carlos. Si se llega a enterar de lo que estás haciendo. No te lo va a perdonar.-muerde sus uñas con preocupación y yo golpeo su mano delicadamente para que deje de hacerlo. Un hábito horrible que tiene.

-Lo sé. No es la mejor idea pero es la única forma que encuentro para entrar en su cabeza. Sé que la noticia le dolió y tengo la esperanza de que poco a poco se vaya dando cuenta de todo y hable de una vez por todas.

-Ella sufre con esto. ¿Estás seguro que quieres hacerlo de esta manera?.-pregunta no muy segura con mi plan. Pero se que la tengo de mi lado, ella más que nadie quiere que Isabella hable.

-Lo intenté por las buenas y si tengo que ser un cabrón para tenerla a mi lado, que así sea.-me costó mucho decidirme pero confío en que todo va a funcionar y que al final de todo esto ella me perdonará.

-Igual no creo que sea nada fácil. Su madre me comentó algo, fue muy vago pero me dio a entender que Isabella tiene algo más. No me dijo qué exactamente.

-Ahí entras tú, tienes que averiguar qué le pasa. Va a explotar un día y cuando eso suceda tú o yo estaremos ahí para verlo.

-Tengo un poco de miedo.-solo con ver su mirada me lo demuestra.- además hay un pequeño inconveniente.

-¿Qué cosa?.-pregunto con duda.

-Está Mick, de hecho está con él en este momento. No falta ser un adivino para darse cuenta que a él le interesa y ella no es indiferente.-su confesión me hace apretar el volante con fuerza. Me llega el recuerdo del momento en que ellos dos estábamos bailando y luego él besó su cuello. Me hierve la sangre cada vez que lo recuerdo.

-Él no va a ser ningún obstáculo para mi.-digo firme viendo a mi amiga.

-Sigo sin estar muy convencida de esto. Es un plan muy inmaduro y loco.

-¿Qué propones tú entonces?.-enarco una ceja hacia ella mientras espero su respuesta.

-Mi idea era ponerlos a los dos en un lugar para que hablaran y se reconciliaran.-dice en un susurro y yo suelto una carcajada por su plan tan cliché.

-Con Isa esas cosas no funcionan y lo sabes. Le gusta todo por las malas, le gusta sufrir y si eso quiere yo se lo voy a dar.

-Si alguien te escuchará decir eso pensarían que eres un cabron hijo de perra.- rueda sus ojos en mi dirección.

¿Qué más puedo hacer? Ya fui un hombre tierno y atento, eso no funcionó con ella, ahora voy a ser una combinación de ello, a la mayoría de las mujeres les gusta que las traten mal ¿por qué? No sé. Pero a esa británica le saco todo lo que tiene adentro porque se lo saco. Dentro de ella no quedará ninguna duda, miedo o reclamo. Como que me llamo Carlos Sainz, que Isabella va a caer.

¿Quién dijo que sería fácil? #CarlosSainzJr +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora