Capítulo 10.

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HOLAAAAA
Es un capítulo medianamente largo, así que vayan por sus palomitas o un cafecito 🥰

29 de junio del 2022.
 

Concentrarme nunca me había resultado tan difícil desde la vez que tuve que hacer mi examen para poder ingresar a la universidad, me estaba consumiendo en el miedo y los nervios y era incapaz de poder tomar un lápiz y comenzar a escribir, como ahora.

Hace una semana que Christian envió a todos los ingenieros diferentes casos hipotéticos de emergencias o toma de decisiones en base a estrategias dentro del taller en una carrera y no he sido capaz de resolver ninguno. Se supone que tengo que entregarlos mañana que viaje a Silverstone pero mi cerebro no da para nada más que no sea pensar en Carlos o su nueva relación con esa tal Isabel.

Si mi yo de hace dos meses me estuviera viendo ahorita estoy segura de que me daría unas cuantas bofetadas para hacerme entrar en razón, no recriminaria por eso porque estoy de acuerdo en que las necesito, necesito algo que me haga salir de esta burbuja de pensamientos negativos y lamentos que no vienen al caso.

Otro suceso que me tiene también un poco inquieta es el mensaje del número desconocido que yace abierto en mi celular y no he podido responder, es que mi cuerpo no da para nada el día de hoy. Ni las dos semanas que has pasado encerrada en tu habitación.

Bueno ni tan desconocido, ahora sé que el remitente es Mick Schumacher, el cual pide vernos mañana antes de cada quien tome su rutina y sea difícil vernos o hablar. No dice exactamente para qué, pero me doy una pequeña idea de lo que pudiera ser. El incidente de hace dos semanas igualmente sigue rondando por mi cabeza y estoy de acuerdo en que debemos de hablarlo antes de que pase más tiempo.

También está el hecho de que no he hablado con Alana desde el día que dejó mi habitación después de darme el sermón de mi vida, entiendo un poco que esté molesta por toda la situación, al final de cuentas es ella la que siempre termina consolándome y escuchando mis mil quejas pero no creo que haya sido tan grave para dejarme de hablar, tal vez ya esté cansada de mis problemas tontos.

No he intentado hablar con ella porque sé que está muy ocupada con Lando en cada, quizás cuando estemos en Silverstone en un escenario neutro para las dos pueda tener una conversación decente con ella, no quiero seguir distanciada con mi amiga por un asunto sin importancia.

-¿Aún no puedes terminar eso?.-esccho la voz de mi madre. Estaba tan sumida en mis pensamientos que no me di cuenta del momento en el que entró a la habitación y dejó un plato con fruta frente a mi. Me observa con compasión y yo solo niego en respuesta a su pregunta.- Tal vez puedas decirle a Mónica que te guíe.

-No necesito que alguien más haga lo que se supone yo debo de saber.-digo con cansancio, sí, se supone que debo de resolver esto con facilidad pero me está costando demasiado. Leo y leo el mismo párrafo pero parece como si no lo hiciera porque no tengo retención de absulatemente nada.

-No quise decir eso. Un poco de ayuda no te vendría nada mal.-dice con una mirada cargada de entendimiento.

-Si necesito ayuda para esto que es tan simple.-digo tomando las hojas impresas con mi mano para después arrojarlas por la habitación.- quizás no merezco estar es el puesto que estoy.

-No digas tonterías Isabella.-luce molesta mientras recoge las hojas y me arrepiento al instante de haber reaccionado de esa manera. Apenada y más tranquila me pongo de pie para ayudarla.- tienes otras cosas en esa cabecita y lo entiendo.-dice seguramente refiriéndose a Carlos. Si, ya lo sabe.- pedir ayuda a veces es necesario y eso no significa que no eres buena en lo que haces.

¿Quién dijo que sería fácil? #CarlosSainzJr +18Donde viven las historias. Descúbrelo ahora