Como lo prometio Mark, 20 minutos despues Perth recibio la ubicacion de Saint, al parecer habia ido a parar a una iglesia de todos los lugares a los que podria ir, confuso de la razon por la que el pequeño iria alli, tomo su auto y fue a la ubicacion para ir a recoger a quien pensaba convertir en su Baby.
Saint se encontraba llorando mientras se cuestionaba, o tal vez le cuestionaba a Dios, porque tenia que sufrir tanto, ¿estaba pagando algun pecado de su otra vida?
- Todo lo que quiero es descansar en paz, ¿¡porque no me dejas morir!? - grito enojado, dolido, cansado.
- Tal vez por que debias esperar a quien te salve - escucho a una voz hablarle con tono firme
Perth que habia llegado hace unos minutos, observo el dolor de ese pequeño, sintio un pequeño pinchazo en el corazon al ver cuan roto estaba, con firmeza decidio hablarle dispuesto a ofrecerle una oportunidad de vivir por primera vez. Se golpeo mentalmente al verle sobresaltarse asustado, debia ir con cuidado con este niño, pues al estar tan lastimado no confiaria tan facilmente.
- ¿¡Quien es usted!? - grito asustado Saint, sabia de primera mano que los hombres eran solo animales
- Tranquilo pequeño, me conoces - al ver el miedo y la confusion en esos ojos, suspiro - me llamo Perth, soy el doctor que te ha estado atendiendo en el hospital
- ¿No era usted quien estaba en la casa? - el castaño seguia mas que receloso, todos los tipos que se relacionaban con esa familia eran monstruos, comenzo a retroceder lento tratando de alejarse de manera disimulada
- Si era yo Saint, estaba alli por negocios - contesto con una sonrisa, pues el joven era como un pequeño animalito asustadizo tratando de escapar
- ¿Como conoce mi nombre? - aquello lo asusto mas, tal vez el tipo era un acosador.
- Se tu nombre porque eres mi paciente - contesto riendo - te lo dije soy tu doctor.
- Eso no explica que esta haciendo aqui - expreso molesto Saint - ¿Es un acosador? ¿Como me encontro?
- Saint no soy un acosador, pero estoy aqui por ti - confeso directo, no tenia tiempo, en una empezaba su turno en el hospital - te ofresco convertirte dn mi Baby, cuidarte, protegerte, darte un techo, comida y un lugar comodo para dormir, ademas de otros caprichos, a cambio solo tienes que alegrar mi dia
- ¿Que otros servicios va a querer a cambio? - Saint sabia que nada era gratis, todos le cobraron abusando de el, pues le repetian una y otra vez que él les debia la vida
- Saint eres menor de edad - al ver que el otro no entendio suspiro - no te coy a tocar, porque no quiero ir a la carcel, lo que te hicieron es ilegal - explico, vio al otro relajarse solo un poco ante su afirmacion.
- ¿Porque yo? - el castaño no entendia porque alguien se fijaria en alguien tan roto como él.
- Llamaste mi atencion, solo quiero protegerte, ven conmigo - extendio su mano
Saint miro esa mano dubitativo, tenia tanto miedo de equivocarse, salir de un infierno para entrar en otro, pero al final ¿Que mas podia perder? Este extraño le estaba dando la opcion de no morir en la calle, no sabia sobrevivir y era cobarde, por lo que aun dudando tomo la mano de aquel desconocido.
- Si esta mintiendo mejor mateme aqui - le pidio triste
- No te miento y puedo prometerte que nunca lo hare pequeño - prometio Perth mientras ambos salian de aquel lugar.
