な decimotercer capítulo

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[Recomendación : Leer con fondo blanco]

Lisa estaba en la ventana, sentada en el hermoso marco de madera que este tenía, sostenía una tibia taza de café latte que había preparado rato atrás, miraba el hermoso y tranquilizante paisaje que había desde aquel lugar completamente relajada, mecia sus piernas en el aire con despreocupación sintiendo las vibras tranquilizantes que emanaba el lugar con completa satisfacción, estaba completamente ida por aquel lugar que le producía tanta tranquilidad.

Un libro descansaba sobre su regazo a pesar de ser completamente ignorado, podía sentir el fresco aire chocar contra su rostro suspirando, aspirandolo, sentía sus pulmones siendo llenados de refrescante aire antes de ser expulsado en un largo suspiro. Sus párpados cerrados con completa relajación, se sentía tan bien y incluso tan irreal.

¿Desde hace cuanto tiempo no estaba tan tranquila y relajada? Parecía ser cuestión de años desde haber tenido una experiencia tan satisfactoria y irreal, definitivamente había deseado una mañana así desde toda su vida.

Unos dulces y juguetones brazos rodearon su cintura, no fue muy difícil adivinar de quien se trataba en el momento en que dulces y suaves besos fueron repartidos por todo su cuello. Sonrió con gusto y luego abrió sus ojos volteando lentamente para así encontrarse con él rostro de Roseanne, hermosa y perfecta amada. Dios, no sabía cuánto necesitaba aquellos cálidos besos sobre su piel para entrar en aquel estado de relajación total.

Rose devolvió la sonrisa de manera divertida, jamás había visto a su esposa tan tranquila; Era una imagen completamente diferente ante sus ojos de como era normalmente, el ver sus hombros los cuales normalmente siempre estaban tensos por aquel estrés que Lisa sufría a diario completamente relajados, su hermosa expresión de paz interna, era completamente especial para ella, y en cuando miro por la ventana comprendió aquel estado en el que Lisa se encontraba, pues lo que vio fue completamente hermosos.

La luz daba un hermoso contorno a la cuidad, no había mucho ruido colo el que normalmente había en la cuidad, todo estaba tan tranquilo que incluso era hermoso.

Rose se sintió junto a Lisa atrapada en una hermosa novela de amor, esa sensación las llenaba por completo produciendo euforia en todo su ser. Lisa se acurrucó en sus brazos completamente tranquila, sosteniendo la hermosa brazada de terciopelo color verde pastel pata que se mantuviera sobre sus hombros cubriendo parte de su cuerpo, sin embargo al estar sentada parte de la brazada caía hasta casi alcanzar el suelo de la habitación, el viento soplaba su cabello y... Maldita sea que se sentía increíble.

—Es hermoso ¿Cierto? —Cuestionó con una sonrisa Rose, sin quitar su mirada de el hermoso paisaje que las rodeaba y sin dejar de abrazar a su esposa en momento alguno.

—Lo es, ¿Pero sabes que es aún más hermoso que esto? —Lisa volteo ligeramente su cabeza hacia ella para poder observar el hermoso rostro de su amada siendo iluminado por la luz natural de un sol, sus facciones eran tan perfectas y increíbles que Lisa dudo de su cordura, porque realmente Rose la tenía loca por amor. Rose negó ligeramente antes de voltear hacia Lisa, haciendo contacto visual al instante, y mentirian si dijeran que querían que ese momento acabará, Lisa río un poco y luego junto sus frentes con cariño y ternura. —Tu, tontita. —Respondió su propia pregunta sorprendiendo a Rose, quien se estaba increíblemente abochornada, tratando de ocultarlo a pesar que era obvio a plena vista.

Tierno, Dios ¡Era malditamente tierno! Lisa solamente deseaba besar aquellos dulces labios y nunca volverse a separar.

Acogerla entre sus brazos y no soltarla nunca más a pesar que fuera necesario, porque mierda, amaba a Rose con todo su corazón, con cada pulgada, con cada pedazo, con su totalidad. Entregando su cuerpo y alma junto sus labios y un hermoso y superficial beso.

Sus párpados cayeron ante el contacto, no había nada que las rodeara o molestara, simplemente eran ellas dos en total armonía y felicidad, dos corazones palpitando fuerte, acelerados, dos estómagos llenos de aquel sentimiento de mariposas que indicaba un amor verdadero y puro reflejado en todo su esplendor.

Dicen que el primer amor verdadero es lo más especial que una persona puede llegar a sentir en toda su vida, aquel sentimiento de sentir morirse al no estar esa persona a tu lado, esas sensaciones que solamente esa persona te produce, el poder de sentir perder el aire cuando vez a esa persona como si fuera la primera vez, sintiendo el mismo flechazo cada vez.

El amor verdadero era lo más puro que podía existir en este universo.

Lisa agradecía cada noche por eso, porque deseaba sentirlo durante el resto de su vida, deseaba que Rose fuera la protagonista de aquellas hermosas escenas de amor en su corazón.

La única persona que realmente logró a amar, sin sentir un horrible y falso amor.

Era su melodia, la unica canción que existía en su universo, una que resonaba incontables veces en su cabeza, una de la cual jamás se cansaría.

Porque lo amaba, y nadie podía negarlo.

Sostuvo aquella brazada con una sola de sus manos, la taza de café había quedado olvidada a su lado en el grueso y amplio marco de la ventana, con su mano busco una de las Rose entrelazandolas juntas.

Con su dedo pulgar, acariciaba con total delicadeza el torso de su mano en total esplendor. El ambiente era tan romántico y hermoso que cualquiera que las viera ahí sentiría envidia de tal amor mutuo que poseían.

Sus labios se separaron y ambas se miraron entre si enamoradas, era demasiado irreal todavía, y tan hermoso... Su corazón se derretia de solo verla directamente a los ojos que la miraban con pura pasión y dulzura.

Mierda, mierda ¡Mierda! Si eso era un sueño deseaba nunca ser despertada, porque entraría en depresión si eso pasaba. Lisa soltó una pequeña risita juguetona.

—Te amo. —Murmuró Lisa en un susurro sonriendo, transmitiendo serenidad y amor a su amante.

—Yo igual, Lisa, te amo mas que nada en el mundo. —Y luego, sus labios volvieron a juntarse con pureza.

Estar cada día al lado de Rose era como estar en el cielo para Lisa.

Porque Rose, era la única chica que deseaba ver en sus sueños.

again the euphoria [ 2 ] 'nd chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora