な decimoquinto capítulo

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Su cansancio mental de cierta manera estaba acabando con la poca paciencia que quedaba en la cabecita de la pelirosa que ahora se encontraba de nuevo en la habitación del hotel, observando así hacía la nada con confusión. De cierta manera el hecho de que su vida corriera peligro ya era algo que le daba indiferencia extrema, al estar ya acostumbrada a que su vida se viera comprometida en riesgo de muerte frecuentemente solo le causaba cierto cansancio que hacía que su mente se desconectara momentáneamente.

No pensaba en nada además de que en cambiarse lugar de vivienda momentánea a uno permanente, se sentía muy feliz de solo tener la simple idea de tener algo propio para vivir junto a su amante, por supuesto que debían tener mucha discreción a la hora de salir o mostrarle a alguien más su lugar de vivienda, especialmente si era un extraño, no quería salir de la cuidad tendiendo así en cuenta que aquel era el sitio en donde ahora estaban toda las personas que amaba que quedaban con vida aún.

Sería un desperdicio total irse a otro lugar donde a pesar de estar con su amor, estaría sola de cierta manera.

Un beso se plato sobre su cabeza haciéndola reaccionar y voltear ligeramente para observar a la azabache desde su hombro.

—¿Ocurre algo? Estas muy... distraída y sería, ¿Jungkook te dijo algo malo? —Interrogó observándose preocupada por el comportamiento algo extraño de su amante, quizás se debía al notable cansancio que tenía.

—Uhg, algo así. Hmm. Hablé algo con Jungkook que quería desde hace mucho y creo que deberíamos pasarnos a un lugar permanente, un departamento pequeño quizás, también podríamos contarlo uno a Jungkook y a Taehyung y uno para sus padres y que estén cercanos a la zona. —Trató de explicar Rose de una manera calmada, recostado su espalda de su pecho sintiendo la piel debida de la ajena contra la suya.

En el frío cuarto de baño en la bañera con agua a temperatura ambiente chocando contra sus cuerpos.

Ambas habían tomado un baño juntas, pues cuando llegó de la cafetería la pelinegra insistió en tomar juntas un baño. La pelirosa no pudo negarse al verla sostener las toallas con un pequeño puchero, había estado demasiado cansada últimamente y ya casi no habían estado juntas desde hacía ya unas cuentas semanas así que no vio nada de malo y estuvo de acuerdo felizmente y así fue como acabaron en ese lugar.

—¿Un lugar propio? —Ladeo la cabeza en duda para saber si había escuchado correctamente, al estar tan concentrada en el íntimo momento que tenían no sabía si realmente era lo que había dicho.

—Así es. ¿Algún problema con eso? —Preguntó de vuelta mientras frunció ligeramente el ceño, no estaba molesta pero el que haya preguntado de cierto modo la confundida. —No quisiera aprovecharme del dinero de tu familia por lo que yo misma usaré parte del dinero que gane en el hospital para comprar el de Jungkook y el de sus padres, así que no te preocupes por eso.

—No, no me refería a eso, solo estaba un poco desorientada. —La pelinegra trató de disculparse, descansando su barbilla con cuidado sobre el hombro ajeno, dejando pequeños besos por la curvatura de su cuerpo. —Estoy completamente de acuerdo en comprar un departamento listo para habitar lo antes posible, habla con Jungkook para que consiga una inmobiliaria para comenzar a hacer los trámites de un apartamento inmediatamente. —Y así fue como una sonrisa se hizo ver en los labios juntos de la pelirosa, se sentía feliz y emocionada por tener el consentimiento de su pareja para una decisión tan importante como lo que era volver a tener algo de su propiedad... O bueno, algo de su propiedad donde pudieran asistir de nuevo.

Rose suspiro quedándose finalmente tranquila entre los brazos de la pelinegra, recostó su cabeza de su hombro y la miró de reojo con suma tranquilidad, en este punto Lisa ya había vuelto a su lugar así que la posiciones cambiaron, esta vez era Rose quien aunque le daba la espalda recostaba su cabeza de su hombro completamente encantada y feliz.

—Lili. —Llamó la pelirosa por aquel pequeño apodo que yacía muchísimo tiempo nunca se había vuelto a escuchar entre ninguna de las chicas. —Amor mío. ¿Te he dicho que te amo mucho alguna vez, hmm? Porque si es así te lo digo ahora... Te amo. Nunca sería capaz de apartarme de tu lado Lili, eres mi pareja predestinada. —Busco su mano y al conseguirla la tomo entrelazando sus dedos con cariño, murmurando múltiples veces lo mucho que la amaba y lo mucho que estaba feliz de estar a su lado.

El momento era íntimo y hermoso, demasiado hermoso a ojos de las dos chicas enamoradas que solo se dedicaban a darle atención a la otra.

—Yo también te amo Rosie, te amo y te amaré hasta el final de los tiempos. —Soltó en un suspiro de lo más profundo de su interior, acariciando el dorso de la mano ajena.

El tacto contra su piel era simplemente satisfactorio y hermoso, el sentir aquellas hermosas caricias que simbolizaban el cariño que se era trasmitido de un cuerpo al otro era solamente increíble.

Un amor como el que ambas transmitían solo se veía en libros y cuentos de hadas, su amor era puro y irreal, completamente verdadero como el de un beso de amor de un libro de princesas, las palabras que sus corazones mencionaban a gritos no podían siquiera ser descritas en la propia poesía, eran sólo palabras que el amor conocía a la perfección.

Su lenguaje corporal hablaba por ellas, no necesitaban ni una sola palabra para entenderse mutuamente, sus labios se juntaban debes en cuando en pequeños roces que formaban besos sin intención de ir más allá. Era... Simplemente era completamente increíble.

Lisa jamás se imagino sentir algo tan profundo, es muy irónico realmente... La chica que usaba a cualquiera para su propia satisfacción utilizándola y desechandolas seguidamente, ahora había caído profundamente enamorada.

Lisa no se arrepentiria jamás de las vueltas que el destino dio a su favor.

again the euphoria [ 2 ] 'nd chaelisa Donde viven las historias. Descúbrelo ahora