¿Que haces cuando patear no soluciona tus problemas?

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Pasos se escuchaban avanzar a velocidad vertiginosa. Corriendo con total violencia, mientras unos pasos suaves se escuchaban a la lejanía. De repente, un golpe seco contra el suelo y unos gritos llenaron los pasillos. Naturalmente, Hitohito no pudo pasar esto por alto.

-Ya regreso- Grito hacía afuera de la ventana, para darse vuelta e intentar correr. Solo para sentir un fuerte tirón en su muslo izquierdo, que hizo que perdiese el equilibrio.

Agarrándose a una mesa para no caer por el dolor, comenzó a respirar con suma violencia tratando de calmarse. ¿Ya cuantos segundos aires llevaba? Iría por el décimo probablemente... No podía seguir así por mucho tiempo mas, debía sentarse a descansar un rato largo... Tras revisar lo que sea que fuese que hizo ese ruido.

Cuando el dolor aminoró lo suficiente salió del salón. El sudor frío recorría su frente, ya podía sentir como el dolor de su cuerpo disminuía. La adrenalina regresaba, y se sentía nuevamente listo para moverse. Dobló la esquina y pudo ver a una chica de contextura delgada y cuerpo pequeño, tratando de alejar a otro alumno con las características comunes de aquellos que intentaban devorarlos.

El esfuerzo de la chica resultaba infructuoso a pesar de estar dedicando toda su fuerza en detener el lento y torpe movimiento del contrario. Se estaba cansando, estaba asustada y esos problemas hacía que su rendimiento se viese perjudicado.

Sin esperar otro instante, Tadano atacó por la espalda al alumno "convertido" Como siempre con la patada que tanto tiempo había entrenado bajo la intensa mirada de su hermana. Golpeando el costado del joven y derribándolo por el tal violento movimiento. El cansancio y dolor volvía a instaurarse sobre si mismo, ahora la espalda también comenzaba a matarlo. Respiraba violentamente mientras veía al joven tratar de ponerse de pie.

Unos pasos detrás de ellos se acercaron a ritmo constante, similar a un trote.-¿Nakanaka-chan estas bien...? ¿¡TADANO-KUN!?- Nene Onemine estaba de pie frente a ellos, con un deje claro de preocupación al ver el estado tan cansado de Tadano.

Un momento... ¿Nakanaka? Hitohito volteó hacía la otra chica, confirmando su identidad. Omoharu Nakanaka, era bueno saber que... Al notar que el alumno que anteriormente habia sido pateado aun se arrastraba hacia la chunnibyou, Tadano reaccionó asustado de nueva cuenta y volvió a patearlo, ahora yendo por su cabeza como si pateara un balón de futbol.

¿En que estaba? Ah si, era bueno saber que ellas dos estaban bien.

-Por mucho que me gustaría quedarme y preguntarles sobre su día, creo que es mejor comenzar a movernos.- La voz del joven resonó, mientras observaba que detras de la joven castaña se empezaban a acumular personas, que a simple vista no resultaban verse muy amables.

Nene tomó de la muñeca a Omoharu al ver que ella no reaccionaba a ningún tipo de acción de las personas que le rodeaban. Quizas estaba en shock, tendrían que lidiar con ello mas tarde lastimosamente. Comenzaron a correr mientras eran seguidos. Sin embargo al avanzar un poco Onemine notó que Tadano comenzaba a quedarse atrás, claramente agitado.

Al ver que Onemine le sacó ventaja, Hitohito solo suspiró como pudo. Tal vez esto no era tan malo. Si se quedaba atras y se lo comían, abría ganado el tiempo suficiente para que ellas dos se pusieran a salvo. Había algo poético en eso ¿Tal vez? No lo sabía, la literatura nunca fue su fuerte, y aunque no lo entendía del todo, estaba feliz de haber ayudado a su manera. Aunque hubiese durado poco.

"Entonces seré tu primer amigo. Ahora solo nos falta encontrar a otros 99"

Sus propias palabras resonaron en su cabeza, como si su subconsciente le estuviera diciendo: "No te mueras aún, idiota". Pero incluso si se lo decían así él ya no podía hacer mas, trotó menos de 15 metros y dio dos patadas, pero su cuerpo ya le gritaba que se detenga. Esta bien, podía rendirse, era entendible. El solo era un chico promedio.

Un Día A La Vez - KSWKDDonde viven las historias. Descúbrelo ahora