Caminaba de camino de la escuela a pesar de ser solo un niño mi mochila me estaba molestando bastante entendía que mi espalda se partiría en dos. Al fin y al cabo sonó la campana haciéndome saber que ya era hora de irme a casa, mamá me había dicho que hoy no me recogería que no podía y yo entendí eso.
El día de hoy estaba lluvioso así que tomé mi pequeño paraguas color verde de mi mochila.
-Mamá siempre sabe el clima.-pensé.
Mamá era una de las personas más importante que yo tenía y mi papá por supuesto. Deseaba tener una hermanita ya que yo era hijo único.
Pisé el pavimento mientras emprendía mi camino a casa la lluvia no era de modo fuerte, además me gustaba y relajaba y mucha de las veces que me mojaba no me daba resfriados.
El camino de vuelta a casa es de algunos 30 minutos.Ví a muchas personas en las calles mientras trataban de no humedecerse mientras yo daría la vida por estar ahí sin este paraguas, amaba el agua y eso era algo totalemente cierto.
Caminaba y caminaba pareciera como si nunca llegaría a mi hogar, justo luego de 25 minutos arrivé a mi hermoso hogar, vivíamos en una casa no muy grande ya que soló bueno eramos 3, no teníamos mascotas ni nada de esas cosas, papá nunca me dejo adoptar uno.
Las casas de estos lados no eran inmensas pero cabrían al menos 5 o 6 personas, el vecindario era tranquilo y conocíamos uno que otro vecino, pero la verdad yo no conocía al resto.
Mi casa tenía buen jardín con rosas rojas y blancas por todos lados mamá las plantaba ella misma, con un buen pasillo que guiaba hacia la casa, la parte frontal estaba pintada de color blanco y tenía cuadros de la familia y de unas cuantas fotos de los carros que había tenido papá y en serio eran muchos.
La sala estaba repleta de muebles color marrón yo le llamaba el mueble de arena por su color, tenía igualmente cuadros pero estos eran hechos por mamá, de rosas, realmente hermosos, con paredes color lila.
A la izquierda estaba mi habitación tenía un hermoso verde oscuro, mi favorito, mamá y papá la habían pintado y decorado ellos mismos solo para mi, tenía una cama para mi solo, mi closet con mis zapatos y ropa ordenadamente, papá siempre decía que un chico debe ser ordenado, creo que crecí con esa costumbre y tenía una ventana que daba hacia la calle, hemos vivido en esta casa desde que tengo 9 meses.
Al otro lado esta la habitación de ellos con su enorme cama,y gran closet, tenían un baño, mientras yo tenía el mismo baño que era para los invitados, cosa que no me molestaba.
Finalmente había llegado a mi casa y noté algo muy extraño la cerradura estaba abierta, puesto que hay alguien en la casa, dejé mi mochila, paraguas y cosas sobre el mueble.
Escucho voces y gritos y provenían de la habitación de mis padres, era extraño porque ambos trabajaban a estas horas, mamá era enfermera y papá no sé que, ambos nunca me dijeron y yo era solo un niño, así que supuse que cuando creciera me lo dirían.
Subí las pequeñas escaleras de espacio sin hacer ruido, me asomé pero no escuchaba claro. Así que me asomé aún más y la puerta de su habitación se encontraba abierta y me acerqué no siendo visible para ambos y ahí puede escuchar.
"Por favor, no me hagas daño, te lo suplico, mírame" decía la mujer rogando ante sus pies, yo no entendía la escena y el hombre la miraba de forma que yo no podía descifrar.
"Suéltame maldita zorra, eres una zorra eso eres" en ese justo momento pude notar que él se encontraba borracho.
Él tiraba de su cabello de un lado a otro sin compasión mientras yo veía esa escena delante mis ojos, no sabía que hacer estaba inmóvil, mis manos sudaban estaba nervioso de ver como él le hacía esto a esta mujer.
Le proporcionaba bofetadas y con los puños mientras yo solo veía como su sangre salía a borbotones mientras ella suplicaba "Por favor te lo suplico me vas a matar Chase" imploraba la mujer ante él, mientras a él parecía no importarle yo me sentía impotente al ver que yo un estúpido niño no podía hacer nada, él levantó su chaqueta mientras sacó un revólver y apuntó hacia su cabeza y por centésima vez ella dijo:
"Chase no lo hagas, por favor me haces daño yo te amo, este no eres tú, piensa en nuestro hijo, nuestro futuro a todo lo que hemos llegado y lo derrumbarás con solo esto" ella suplicó.
"Por eso lo hago" fue lo último que dijo y cargo su revólver yo no sabía que hacer y se me ocurrío algo y lo hice sin pensarlo dos veces solo por salvar a mi madre, la que me dio la vida.
Bajé las pequeñas escaleras tanto como pude y permanecí parado ahí y dije:
"Mamá estoy aquí"
Ya no se oían gritos, yo oí unos pasos apresurados y era la figura de mi madre bajó y me abrazó preocupada.
—¿Qué te pasó? —yo pregunté primero, sabía la respuesta, solo quería que ella afirmará lo que yo ya había visto y me dijera algo como "Tu padre me golpea"
En vez de eso respondió "Me caí de las escaleras hace un rato" mintió yo no era el niño más inteligente del universo pero tampoco era el más torpe, ella pensó que yo no sabía, pero sí.
Su rostro estaba hinchado y su labio también su párpado y mejilla lo estaban, esto era deprimente solo puede decir "Mami te amo" y la abrazé.
"Y yo más Chase, tu eres mi vida" susurró ella.
Me desperté con mi respiración agitada, mientras mi pecho sudaba, subía y bajaba incansable mientras yo solo me decía a mi mismo que era otra de esas que me acompañaban todas las noches, cada noche, eran esas jodidas pesadillas de vuelta
Lo que más me molesta es que yo no pude hacer nada para salvarla, nada, siento que no merezco estar vivo soy una basura, debí haber muerto.
"No pudiste hacer nada" dijo mi subsconciente haciéndome sentir peor pero no la culpo porque era cierto absolutamente todo.
Y desde ese día hasta hoy me prometí a mi mismo que nunca golpearía a una mujer.
