PS: Deberían leerlo escuchando Lego House o Give Me Love de Ed Sheeran, lo amo. Solo por si las dudas estamos acostumbrados a escribir "sé" el verbo de saber con acento, por ser monosílabo se ha cambiado, hace ya algunos 6 años y ahora es se, también vio, di, vi, y guion, aunque no es monosílabo.
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—¿En qué piensas? —me pregunta.
No respondo, no lo hago, no quiero hacerlo. Ni siquiera lo miro a los ojos, estoy perdida, no quiero hablar. Mi mirada se fija en el mar, acompañada con la luz de La Luna. Se que debo decir algo, pero no me salen las palabras. Este chico me hace ser un manojo de desorden y nervios.
—¿No me vas a contestar? —yo sigo callada.
En este punto no me interesa ni un comino hablarle.
—¿Es ella tu novia?—es la única cosa que salta inadvertidamente de mis labios, sin ni siquiera haber puesto cabeza, tampoco me sorprendía. Yo estoy pendiente al mar, sigo admirándolo, mientras escucho su voz a mis espaldas, lo miro a los ojos por primera vez en esta noche, sentí un escalofrió recorrer mi espina dorsal. Sus ojos verdes me miran, y se atreven a hablar.
—Si. —responde firme. Mi corazón se quebranta en unos mil pedazos, mi latido aumenta y puede sentirlo detrás de mis orejas, mis manos son un desastre, me decepciona, la bruma de la tristeza y vulnerabilidad se hacen presente. Sin embargo, me reservo algún comentario estúpido y egoísta que quiera decir, tiene derecho a tener a alguien.
—¿Vas a decirme lo que en verdad tienes? —dice seguro de que escondo algo.
Yo agito mi cabeza, haciéndole saber que no lo haré, de pronto se posa frente a mi y extiende su mano en mi dirección. Luce sensacional, todo lo que él usa le queda muy bien, su cabello estirado hacia atrás, y sus verdes y hermosos ojos mirándome atentos. Él aún la tiene extendida, sabe que lo pienso, que soy precavida e insegura, me conoce, me observa, me estudia. Lucho contra mi ser, ese que me dice que siga a mi corazón, pero también está el orgulloso que dice que no acepte respirar siquiera su propio aire, un jodido dilema.
Pero así era él, ni más ni menos, finalmente con cierta duda la posé sobre la de él, su tacto tan helado y calante y mis manos tan tibias, se sentía muy bien. Pero justo cuando la posé, él con un movimiento ágil me atrajo a su cuerpo desprevenidamente. Me sostuvo muy fuerte de la cintura, para luego dejar que mis pies conectaran con la arena, y unió nuestros labios. Su boca estaba sobre la mía, me besaba pero yo no le daba acceso, no era lo correcto. Pero hoy me importaba mierda lo que era correcto o no, entonces me decidí.
Le di el permiso y tuvo el acceso a mis labios, sus labios finos me besaban sabrosamente, y yo también lo besaba, su lengua se metió en toda mi cavidad bucal, era tan grande, la sentía, estaba caliente. Me sostenía de la cintura con cuidado, y con sus grandes manos me acercó al tronco, donde anteriormente yo permanecía; me apoyó ahí, no dejaba de besarme, yo lo besaba insaciable, pero, quería más, con mis dientes tomé su lengua y arrastraba esta lentamente con ellos, suave pero con el deseo de deborarla.
Por esto no quería que me besara, pierdo el control y eso no es nada sano, yo tomaba su labio inferior y lo soltaba lentamente, y repetía esto reiteradas veces, de pronto no se contuvo y sus manos viajaron a mi trasero, lo frotaba con ambas manos, luego con una de ellas la llevaba a mi espalda, pasándola suavemente. Yo lo tomaba de la nuca, y de vez en cuando lo halaba del cabello, gemía por la desesperación y excitación , sus labios y los míos soltaban largos gemidos. Él se detuvo y dirigió sus labios a mi nuca, me dejaba un camino de besos, húmedos y tiernos.
Mis brazos lo rodeaban, no quería que se detuviera, seguía besando mi cuello, y luego posó su nariz, inhaló profundamente mi colonia, y me sostuvo de la cintura, sus manos viajaban por mi cabello, revuelto, él lo tocaba con delicadeza. De pronto sus labios dejaron de moverse sobre mi cuello.