Dos semanas, dos jodidas semanas. El tiempo si qué volaba o al menos cuando esperas algo para que pase, y en mi caso no pasó. Para ser honesta no sé que es lo que me molesta más, si es el hecho de que todo esto pasó y hace dos semana, o porque me siento usada, o no sé como se le llame a eso.
Me siento terrible, me estoy volviendo loca, no sé que me pasa.
Me abruma de una forma, que ni siquiera puedo describirlo, aún cuando sé exactamente lo que me pasa. Una oleada de soledad, angustia y vergüenza son la única cosa que se hacen presente, y me aterra.
Estoy mal, él me hace sentir así.
En dos semana podrían pasar muchas cosas, pero eso no pasó conmigo, me sentí abandonada y dejada de lado.
Recuerdo cuando lé pregunté a Sebastián a la mañana siguiente que qué había pasado y dijo que el chico que me invito a salir me trajo de vuelta a casa, un intento de sonreír se formó en mi rostro, pero mas bien pareció una mueca, recordando aquella mañana.
Le comenté a Tasha todo, como ella había pedido con lujo de detalles. Recuerdo que me abrazó y sonreímos como locas, parecíamos niñas, al menos estábamos en el baño cuando le conté.
Y digamos que prácticamente así concluyeron mis dos semana, no volví a mencionar a Chase Hoult, al menos no en voz alta.
Lo ví en la preparatoria, un par de veces. Pero nada, nada, era la palabra.
──¿Acaso se significó algo solo para mí?
Me hiere cada vez que pienso en eso, trato de no pensar en eso, pero me es imposible, es como si cada cosa me hace recordarlo.
──Eso sin duda fue uno de los mejores momentos. ──digo expulsando el aire de mis pulmones que pareciera que llevaba años ahí.
Digo eso, porque tal vez para él, era solo eso.
Pero para mí, no, no era eso, era algo demasiado sublime y casi intocable, admito que al principio me parecía un pesado y todo eso, pero el chico me agradaba.
Me agrada, de una manera que ni yo lo puedo explicar.
Es que ilusa y mi nombre al parecer son tan parecidos, si, soy eso, una estúpida, que cree que el amor existe a estas alturas de la vida, que el chico no quiere sexo, que solo quiere que seas su novia, que él te va escoltar y llevar a donde quieras, que no es problemático, que son el uno para el otro y que las partes de las películas donde el chico cambia y se enamora de la chica, de forma sincera es cierto. Blah, Blah, Blah, todo eso es pura mierda.
El amor no existe, todo eso de cuento de hadas, y qué todos o muchos de nosotros estamos viviendo un jodido sueño, y uno muy feo por cierto.
Ya qué, el amor no existe a estas alturas de la vida, qué el chico si quiere sexo y a toda costa, no quiere que seas su novia, hasta puedes llegar a ser una apuesta, será un jodido problemático y no siempre te llevará a donde quieras, no será ni tu medio limón, y él no cambiará por una persona, mejor dicho, por ti.
El amor es una puta fregada, qué llega en tus mejores momentos, para arruinarlos, ¿Así o más claro?
Cada vez qué estoy sola, estoy delirando, pero es qué tengo la razón.
Mi mirada está fija en algún punto de la calle, mientras estoy sentada y sumergida en mis pensamientos.
Tomo un flequillo de mi cabello y lo coloco atrás de mi oreja, quisiera nunca salir de mi habitación.
Escucho un ligero toque en la puerta de mi habitación, haciéndome esfumar todo lo qué pueda llegar a mi cabeza.
Ni siquiera me inmuto a moverme u responder, ya qué estoy de espaldas, y bueno no tengo ganas de hablar con nadie, pero siento como de esa misma manera la abren de espacio.