Capítulo 16 : "Al diablo si engordas o no, la comida se hizo para comer ¿o no?"

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Luego de algunos 4 o 5 días de haber tenido gripe, estoy de vuelta. Me enorgullece poder estar aquí, amo escribir, amo que lean mis novelas, apreciaría bastante que dejen su voto y lindo comentario, tambien me siento vieja estaré cumpliendo años en este mes WTF? el tiempo pasa muy rápido, bueno nada, las quiero y disfruten.
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El viernes pasó en un abrir y cerrar de ojos, desperté tarde, pasé el día completo durmiendo como si de haber tenido una resaca se tratase, ya al caer la noche había preparado pasta para la cena, me serví en un plato y tomé la cena sola, estuve sola, no sé donde rayos estaba mi hermano.

Después de haber terminado mi pasta, lavé los platos y me retiré a mi habitación, poniéndome así mi pijamas y cepillando mis dientes para ir finalmente a mi habitación y caer en un profundo sueño.

Sebastián llegó a casa, muy tarde, en la noche, lo pude escuchar desde aquí arriba.

Un sonido irritante  y retumbante se escuchaba, no se de donde provenía, solo sé que molestaba. Trataba de seguir durmiendo pero no pude, aquel timbre retumbaba en mis oídos.

Me puse sobre mis talones tratando de asimilar en donde estaba, finalmente pude reaccionar y darme cuenta de que estaba en mi habitación y tenía mi pijamas, en ese entonces deducí que tocaban en mi puerta, caminaba vagamente arrastrando mis pies junto con mis sandalias de dormir sobre la madera refinada y bajaba las escaleras perezosamente sin ni siquiera haber lavado mi rostro ni cepillado mis dientes, bostecé una vez estando abajo y le eché un vistazo al reloj que permanecía en la cocina marcando que eran las 5 de la mañana.

¿Quién rayos podía ser?

El timbre de mi puerta sonaba y sonaba sin cesar, fui a paso rápido casi corriendo y la abrí, no estaba asustada, no, estaba molesta.

En el justo instante de abrir la puerta, reconocí 2 figuras, me eran muy conocidas, pués eran mis 2 y estúpidos mejores amigos, es que solo ellos eran de esta forma.

Los miré de arriba abajo con cara de ¿Se les perdió algo a las 5 de la mañana?

Mi rostro que lucía confundido y exasperado ellos lo miraron y sin decirme nada, se rieron.

──Sabemos que crees que estamos locos por venirte a buscar a estas horas. ──habla Zach.

Yo lo miro incrédula, pués es que me conocen tan bien, al decir esto río un poco. Mi amiga esta parada del otro lado de la puerta junto con mi amigo, yo estoy como estatua parada en el umbral de la puerta, sin siquiera dejarlos pasar.

¿Qué tal si quieren matarme? ¿Hacer un juego sucio y retorcido conmigo? O peor aún ¿Prostituirme?

Rio ante mis pensamientos, es que aveces puedo ser muy trágica.

──Pero hay una explicación obvia y más que nada necesaria. ──finaliza mi amigo sacándome de mis cavilaciones.

Yo me quedo de brazos cruzados esperando alguna razón obvia y justa. Hay un silencio entre los 3.

──A ver, dejemos el drama, te hemos venido a buscar porque Josh nos invito a una fiesta en la piscina. ──habla Tasha. ──Recuerda lo que dijimos, disfrutarías tu verano a toda costa.

Mi amiga tenía razón, pero eso lo habían dicho ellos, no lo hice yo, pero al mismo tiempo era cierto.

Dudé unos pequeños instantes en decidirme si iba a ir.

Finalemente asentí, y fue ahí cuando pasaron junto a mi costado y se adentraron a mi casa.

──GiGi ve a cambiarte de ropa o llegaremos tarde. ──habla Zach entendible pero sobre toda en voz baja.

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