Séptimo capítulo

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—¿Masturbarlo? ¿Acaso está bromeando? —preguntó Candy con los ojos desorbitados.

—Candice, soy especialista en reproducción asistida ¿Qué esperaba que iba a pedirle? Es obvio que usted no puede hacer el lavamiento del semen, por eso, lo único que hará será sacárselo —, el médico se acercó a Candy y le susurró —, este es el hombre de los huevos de oro, así literal te lo digo, por congelar esta leche me darán medio millón de dólares, te daré un bono, pero requiere de mucha confidencialidad, me hicieron la petición especial de que tú lo hicieras, aquel joven te recomendó. —, dijo señalándole a Stear.

«El doctor Michael es vulgar, decepcionante, tanta educación para tener ese vocabulario» pensó Candy —Pero ¿por qué yo? —preguntó con incredulidad Candy.

—Lo ignoro.

—Lo que pasa es que yo nunca he...

—No me digas que no has estado con ningún hombre en la intimidad porque no te lo creeré. Eres enfermera, estoy seguro que no es el único pene que has visto.

—Yo me ofrecí a cuidar al paciente porque lo conocí unas semanas antes que ingresara al hospital, estaba en el área pediátrica, sólo he lavado colitas infantiles, confieso que si me ha tocado asear al señor Andrew, pero esto que me pide va más allá...

—Es sólo trabajo, tienes que ser fría.

Stear y la señora Elroy se inquietaron por verlos hablar en voz baja.

—¿Hay algún problema? —cuestionó la señora Elroy.

—No Señora Andrew, sólo estoy dándole indicaciones a la enfermera —, respondió el doctor Michael.

Candy se lavó, se puso el uniforme y unos guantes de látex, el médico le indicó el camino, la señora Elroy y Stear estaban en la habitación, ella se acercó a Albert y se sintió cohibida ante la mirada de los Andrew.

«¿Qué me harán? No me digan que ya me van a desconectar» pensó Albert y empezó a maullar fuerte.

Stear se acercó a el y le dijo: Guarda silencio gatito, solo le sacaran el semen a mi tío.

Flofy miró a Candy —, Oh Stear, te acordaste que ella me agrada —. Dijo maullando

Retrospección

Albert, Stear y Archie estaban en la acera de enfrente del edificio de Candy.

—Ahí está chicos, mírenla ¿Acaso no les parece una hermosa ninfa? —expresó Albert.

—Si, es linda ¿Pero no dices que tiene novio? —preguntó Archie.

—Si, pero es un gay que no ha salido del closet, ¿pueden creer? ¡Es actor y se maquilla! Lo seguí un día y lo vi entrando a una tienda de maquillaje, por cierto, se gastó 500 dólares solo en cosméticos.

Tío por favor, si es actor vive de su rostro y es obvio que se lo cuida — replicó Archie.

A ti que te digo, si tú estás igual.

Yo no me maquillo.

No, pero vives pendiente de las revistas de moda.

Hay que estar siempre a la vanguardia, ustedes nunca lo entenderán —, dijo Archie cruzando los brazos, enfadado.

Como ya me convertí en el amigo de Candy, le diré que vaya a nadar con su novio, ahí verá su verdadero rostro porque el maquillaje se le caerá con el agua, con esto les digo todo, hasta Gollum del señor de los anillos está mejor que él.

—Tío, esto ya me parece enfermo, eso de que hayas seguido a su novio, creo que has llegado al límite.

—Es que quise comprender ¿Por qué Candy se enamoró de él? Lo he estudiado y he llegado a la conclusión que Candy del que se enamoró fue del personaje que interpretó en el teatro —, explicó Albert.

—Tío yo te apoyo, esa chica es muy linda y debes hacer todo lo que esté en tus manos para quitársela a ese actor cara de plasta de maquillaje —, le dijo Stear.

—¿Qué planeas hacer? —preguntó Archie.

—Pues lo primero que haré será ir al refugio de animales y adoptar un gato, le dije a Candy que yo también tengo uno.

—Tío, te vas a ir al infierno por decir tantas mentiras —le advirtió Archie.

Fin de la retrospección.

Candy no se atrevía a tocarlo.

—¿Qué pasa señorita? ¿No se siente capacitada para este trabajo? ¿No es usted profesional? —preguntó la señora Elroy.

—Es que...

—Tía, es mejor que nos salgamos de la habitación quizás la enfermera se cohíbe con nuestra presencia, además no creo que a mi tío le agrade la idea cuando despierte y se entere de que vimos cómo le extraían su...

—Ya te entendí, está bien, vamos afuera quisiera que de verdad se despertara mi niño.

Stear dejó la caja de flofy cerca del ventanal.

—Doctor Michael, nosotros les esperaremos afuera de la habitación —, le avisó Stear.

—Mientras la enfermera hace lo suyo, les explicaré por qué es necesario que tomemos varias muestras.

Candy, el cuerpo de Albert y Flofy estaban solos en la habitación. Ella le retiró la sábana, le alzó la bata.

«¡Vamos amiguito, tú puedes, impresiónala!» pensó Albert.

Candy con la mano temblorosa agarró aquel miembro, estaba flácido, ella empezó a abrirlo y a cerrarlo rítmicamente y nada que se levantaba.

«¡Por favor no me falles! Debes despertar, ella debe ver lo que tiene en sus manos, ya sé, debo ver algo estimulante, le veré los senos a Candy y quizás reaccione mi pene, los hombres somos muy visuales»

Candy se cansó un poco, se sentó derrotada en una silla que estaba a lado de la cama —, esto debió hacerlo una experta, yo todavía iba a experimentar en lo sexual con Terry —, dijo Candy en voz alta.

«¿Eres virgen? ¡Necesito regresar a mi cuerpo! ¿cómo podré comunicarme con Stear? El no entiende ni jota de lo que maúllo, debe ser algo que le llame la atención ¡Ya sé clave morse!»

—¡Un pene flácido no me derrotará! ¡Tengo que hacer que te pares! —dijo Candy decidida.

Le puso llave a la puerta, se acercó para que el sintiera su perfume, Flofy estaba observando todo.

«Caray, Candy es muy sensual si con eso no se pone erguido me cortaré el pene»

Candy se acostó a su lado y siguió estimulándolo hasta que por inercia se irguió.

«Ahora, solo tengo que hacer que eyacule...» pensó Candy

Stear meditaba « Ese día iba a usar un ratón, pero Neal llegó con el gato de mi tío, me dijo que la cita que tenía con Candy se canceló y que llevaría a sacrificar al minino porque ya no le servía para nada, ¿Por qué fui tan tonto de creerle? fue cuando puse al gato en la cámara, pero no me di cuenta que cambió la configuración, le pusieron la potencia máxima, era obvio que explotaría, cuando apreté el botón mi tío entró de pronto, gritó ¡El gato no! Se acercó y... ahora son los Legan los que le insisten a mi tía que lo desconecten, tengo poco tiempo, convenceré a esa chica que sea la receptora del semen de mi tío, con eso ganaré tiempo porque no creo que quede embarazada en seguida, tendrán que hacer un segundo intento.

Mi mínino en navidadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora