—¿Cómo dice? De seguro está bromeando —inquirió Candy con perplejidad.
—No es ninguna broma Candy, saqué a mi tío con ayuda de mi hermano, estamos buscando un lugar para llevarlo, porque si usamos una de las propiedades de los Andrew, estoy seguro que darán con nosotros. Me robé una ambulancia, ahora mismo lo trasladaremos a tu departamento.
—¡¿Que dice? ! ¡Su tío necesita de cuidados especiales!
—Lo sé, por eso lo llevaré contigo, ya estoy cerca de tu edificio —le informó Stear.
—Señor Cornwell, espere...
Terry vio que Candy se olvidó de él y le recordó— Candy, estoy esperando que me des los medicamentos.
—Ahora que me acuerdo, no puedo dártelos, se requiere receta médica para que te vendan antibióticos en la farmacia, tendrás que ir al hospital.
—¿Cómo crees que me voy a presentar con el pene perforado?
—solo es el prepucio, por favor Terry, no eres el primer loco que se hace perforaciones o tatuajes, al que se le haya infectado. A diario vemos esto en el hospital, debes ir lo más pronto posible, ya te dije, corres el peligro de que te hagan una circuncisión si llegara a complicarse —argumentó Candy para que Terry se fuera, y no escuchara la discusión que tendría con Stear.
Al minino le extrañó que Candy tratara de deshacerse de su novio.
—Candy, acompáñame, para que me recomiendes con tus compañeros.
—Lo siento Terry, ahora no puedo, debes asumir las consecuencias de tus actos.
—¿No me vas a acompañar? —preguntó atónito el actor al ver que su novia ni se inmutaba.
—No, tengo que capturar algunos datos que dejé acumular en el sistema de salud del trabajo.
Terry se fue decepcionado por la poca empatía que mostró Candy hacia él.
Candy escuchó la sirena de la ambulancia, espió por la ventana, vio que Stear, Archie y un desconocido bajaban la cama, algunos curiosos del edificio salieron al pasillo para ver lo que ocurría.
—De suerte que nuestra prima es enfermera, ella lo cuidará bien. —dijo Stear en voz alta para saciar algunas interrogantes que se formulaban los chismosos.
Candy no quiso abrir cuando escuchó el timbre, no deseaba involucrarse, pero ante la insistencia de los Cornwell los dejó pasar.
—Señor Stear, no puede dejarlo aquí. Doctor, por favor hágalos entrar en razón.
—Yo solo soy un pasante, estos hombres me ofrecieron 5,000 dólares para asistir al paciente, por favor no lo diga a nadie, necesito ese recurso para sacar mi título universitario.
—Por lo que se ve, no aprendió ética. —le recriminó Candy al joven.
—Al contrario, estos hombres me aseguraron de que quieren desconectar al enfermo, y a mí me enseñaron a preservar la vida.
Stear le pagó en efectivo al joven médico y este abandonó el lugar.
En la mansión Andrew, había un alboroto por la desaparición de Albert en el hospital, lo único que tenía la policía era un vídeo donde se movieron las canalizaciones y conexiones que tenía Albert. A la cama del hospital la guiaron a la salida, como si fuera un espíritu. No sabían que se trataba de un traje especial inventado por Stear, que fungía como camuflaje adoptando el color de las cosas o paredes por las que caminaban es decir se hicieron casi invisibles.
Al único que se le ocurrió que pudieron ser los Cornwell, fue a George, solo necesitaba confirmarlo, el, al igual que ellos no estaba de acuerdo con que desconectaran al patriarca de la familia.
—George debemos ir con el FBI, con la interpol a fin de que localicen a William, hay que poner alguna recompensa en todos los medios de comunicación.
—Señora Elroy, creo que no es conveniente que lo hagamos público, la gente por dinero fácil llamaran para darnos pistas falsas y atrasaran la investigación. —la aconsejó Villers.
Dejaron sola a Candy con el cuerpo de Albert, mientras los Cornwell borraban todas sus huellas, desaparecieron la ambulancia hurtada; para calmar sus remordimientos, hicieron una donación del costo de la ambulancia.
Candy contempló a Albert, se excitó al verlo ahí a su entera disposición.
«Si me van a llevar a la cárcel por el secuestro de este hombre, haré que valga la pena» pensó Candy, acto seguido, lo besó.
—Creo que necesitas asearte, tendré que traer los utensilios.
Albert en el cuerpo del gato observó como Candy se mordía el labio al terminar de decir esa frase.
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Mi mínino en navidad
RomanceCandy se encuentra a un hermoso gato en Navidad y se apropia de él, no sabe que este minino es un hombre en el cuerpo de ese gato.