Mi mínino en navidad

capítulo 14

Fue terriblemente asqueroso ver aquel inmundo ratón sin cabeza entre sus sábanas, a Albert se le arraigaban cada vez más los instintos felinos, no pasaría mucho tiempo en que desaparecería el alma de Albert del cuerpo del gatito.

Sonó aquella máquina que indicaba los signos vitales de Albert, Candy se acercó ,pudo notar que hubo un cambio en la actividad cerebral. Pero tan solo era una enfermera, no podía interpretar lo que eso significaba. Checó la presión, el ritmo cardiaco volvió a la normalidad.

Candy se tuvo que poner sus guantes para tirar el cadáver de aquel roedor en la basura orgánica, estaba asqueada, luego que cambió las sábanas, atrapó al mínimo para lavarle la boca, era su castigo por estar en contacto con ese repugnante animal, luego de eso lo bañó, el gato estaba resentido pues sentía un frio atroz. El premio para él fue, que ella se desnudó para bañarse también. Albert se sentía extasiado al tener diversas fantasías con la mujer que amaba.

George, les dio la misión a los hermanos Cornwell de lograr que Candy accediera a embarazarse de Albert. Ellos no sabían cómo lo lograrían, pero harían lo que fuera necesario para llevarlo a cabo.

Stear intervino la programación del servicio de cable de Candy, a fin de que pasaran películas eróticas donde el hombre dormía y la mujer aprovechaba el momento. Le llevaron la despensa a Candy, con productos afrodisiacos, incluyeron filete, arrachera, en fin, diversos cortes para que alimentara al gato, con tal de que no le diera comida enlatada. Alteraron los jugos frutales con pequeñas dosis de estimulantes, se sentían mal por drogar a Candy, pero estaban a contracorriente, tenían que actuar rápido, porque no querían enfrentarse a un airado George. Los amenazó con sutileza, a Archie con suspenderle el viaje anual a Europa para los desfiles de moda y a Stear con no patrocinar sus experimentos.

Stear no podía concentrarse en la compostura del equipo donde fue el accidente fatal.

—Señor Stear, vi que hubo actividad cerebral más no sé cómo interpretarlo, tendrían que llamar a un neurólogo u otro especialista —le sugirió Candy.

—No podemos enterar a más personas, mi tío corre un serio peligro, quieren destruirlo, hurtaron su semen, de seguro para impedir que se reproduzca, es por eso por lo que tú, bella Candy, debes sacrificarte, la familia Andrew, te ofrece más de tres millones de dólares para que seas la madre sustituta y albergues la simiente de mi tío en ti.

Candy se quedó perpleja, no podía creer que le ofrecieran esa cantidad, la verdad es que lo haría gratis, él era demasiado atractivo, pero quería que todo fuera natural, él en sus cinco sentidos, tomándola, haciéndole el amor...

Terry en su departamento se revolcaba de dolor, no le hizo caso a Candy de ir al hospital por su cuenta, así que llamó una ambulancia para que fueran a auxiliarlo, los paramédicos se molestaron al ver que no era una urgencia, eso era un mal buscado, de maldad tropezaban la camilla para que a Terry se le incrementara el suplicio, al llegar a la clínica, lo reconoció una enfermera compañera de Candy a quien le gustaba. Lo sedaron para que se le calmara su agonía, el urólogo programó una circuncisión, la enfermera le tomó fotos al rasurarle los genitales, las subió al instagram con el hashtag #bestoftheday, como era un actor popular lo reconocieron. Su mamá Eleonor Baker se enteró al ver las tendencias en dicha red social.

Los Cornwell vieron a Candy abrir una lata de alimento para gato, ellos al ver la reacción del minino, le pidieron que cocinara cortes de carnes, ellos la ayudaron con las salsas, la ensalada y el guacamole, le dieron a su tío minino una deliciosa arrachera.

Candy se divirtió con la compañía de los Cornwell, eran demasiado ocurrentes, le lavaron los trastes, la ayudaron con el aseo del departamento, para que ella se centrara en la atención del paciente. Algunas veces Candy encontraba a Stear y a Archie hablando con el gato, ella confirmaba que les faltaba un tornillo (es decir que estaban loquitos).

—Tío, no he avanzado mucho en la compostura del equipo, aunque estoy diseñando algo portátil, porque no podremos llevarte a la casa, pues todos se darán cuenta de que estás en nuestro poder.

Candy no les respondió a los hermanos Cornwell sobre la propuesta que le hicieron, estaba temerosa, lo único que quería, es que ese guapo durmiente se despertara y el mismo le propusiera ser la madre de sus hijos.

Los Legan convocaron a una junta para nombrar a un presidente interino, querían comprar varias extensiones de tierra en el caribe para hacer una cadena hotelera, pero deseaban que el corporativo Andrew les diera todo el capital.

Les llegó una notificación a los Cornwell de la convocatoria, ellos tenían voz y voto en las decisiones de la compañía. Planearon llevar a su tío a la junta, para que él les indicara si votar a favor o en contra de las propuestas de los Legan.

Por fin dejaron a Candy sola, le dijeron que cenarían con ella en nochebuena, también que llevarían al mejor amigo de Albert.

Esa noche Candy, después que le puso el suero a Albert, se dispuso a ver televisión, preparó sus botanas, llevó a su recámara jugo de naranja y frituras, encendió el aparato de entrenamiento, misteriosamente en todos los canales había películas eróticas, a Candy le dio calor de ver tanta obscenidad, el gato observó sus reacciones, la joven se acordó que el guapo durmiente tenía un falo del tamaño de esos actores, se acercó para divisarlo, tuvo curiosidad de las medidas.

«quizás me pidan el dato, que sé yo, lo mediré flácido y también erguido, una enfermera siempre debe aportar cualquier información acerca de su paciente» pensó Candy.

Tomó un calibre para medir el grosor, luego la cinta métrica. —Este es un experimento señor Andrew, no se me ponga nervioso. —Después de hacer los apuntes del pene flácido: textura, grosor, de largo, prosiguió con levantar al monstruo, Candy todavía tenía encendida la tele, escuchó los jadeos de los actores, sintió humedad en sus partes íntimas. «Esto es una locura, no debo hacerlo» pensaba Candy.

El minino observó todo «¡Candy está abusando de mí! ¡Yes! ¡Si! ¡Sigue así Candy!

Ella se distrajo al escuchar que el gato maullaba.

—Tendré que sacarte Flofy, no quiero que veas esto —fue decidida hacia el felino.

Albert al escucharla se escondió debajo de la cama para que no lo sacara de la habitación, ella al ver que no estaba, prosiguió con su labor, se desnudó, se acercó al paciente, se subió a la cama de él, con mucho cuidado se le encimó, Candy se montó, luego se acomodó pero le dolía, así que se dio por vencida, el minino la vio en cuclillas, decidió ayudarla aventándose a ella cuando estaba por pararse, ella al ser sorprendida por el gato se cayó, sintió que su intimidad quedó atravesada, ya que estaba en esa situación, decidió moverse hasta llegar al éxtasis.