Tirado fuera de la Espuela Dorada con nada más que la ropa que llevaba puesta y su hijo recién nacido. Gulf Kanawut contempla su vida. Renunció a todo lo que tenía por llegar al otro lado del mundo para encontrar que las cosas no siempre salen como...
Los suaves besos que se dirigían hacia abajo por su cuerpo eran la mejor manera de despertarlo. Su espalda se arqueó cuando Mew acarició sus bolas. El calor de su boca mientras le chupaba y le mordisqueaba era embriagador. Gimió cuando uno de los dedos de Mew acarició y luego violó su fruncida entrada, empezando el lento entrar y salir mientras preparaba el camino para lo que estaba por venir. Su cuerpo se sentía como si estuviera en llamas cuando Mew envolvió su boca alrededor de su erección, la doble sensación volviéndolo loco de lujuria.
—Más... quiero... necesito... por favor...—suplicó Gulf cuando Mew agregó más dedos—. Mew—gimió Gulf cuando se empujó hacia arriba en la boca de Mew—, joder, por favor...
Quería protestar cuando su polla fue liberada y lo miró cuando Mew habló: —Mi plan es hacer precisamente eso, Boo.
Otro gemido salió de los labios de Gulf cuando Mew se sentó y se puso el condón por su dura longitud y se alineó hacia arriba hasta que Gulf sintió la presión de la cabeza en su agujero. Tirando las rodillas hacia su pecho, se perdió en el placer y el amor escrito en la cara de Mew. Estaba en casa, este hombre se había convertido en el centro de su universo y en el de Win.
Las lágrimas brotaron espontáneamente de sus ojos mientras su cuerpo se abría, permitiendo a Mew reclamarlo como suyo. El calor corría por su cuerpo cuando Mew se inclinó y devoró su boca. La dura polla de Gulf estaba atrapada por el cuerpo de Mew, dándole la presión suficiente para causar la fricción que Gulf necesitaba. Gimiendo en la boca de Mew, se reunió con cada golpe del cuerpo de éste. El hormigueo en la base de su espina dorsal era el signo revelador de que su orgasmo no estaba muy lejos. Luchó contra el impulso de gritar cuando su ritmo se hizo errático, trató de mantenerse el mayor tiempo posible queriendo que este momento durara en el tiempo.
—¡Mew! —gritó Gulf cuando se perdió. El calor salpicando entre sus cuerpos, sus piernas envueltas tan fuerte como podían en torno al hombre en sus brazos mientras Gulf cabalgaba por su propio orgasmo. Mientras luchaba para conseguir que su cuerpo estuviera de nuevo bajo control, observó con asombro la cara de Mew mientras se venía, su polla latiendo en el interior de Gulf.
En ese momento, Mew era hermoso.
Un pequeño grito provino en la dirección de la habitación de al lado, diciéndoles que Win estaba despierto y necesitado de atención.
—Feliz Día del Padre, Boo —murmuró Mew contra su garganta donde había caído encima de Gulf. Ambos gimieron cuando Mew se liberó de su cuerpo.
—Feliz Día del Padre, vaquero.
Mew salió de la cama y rápidamente se limpió. —Tú agarra al pequeñín y yo comenzaré a hacer el desayuno.
Gulf podía ver el brillo en los ojos emocionados de Mew y se preguntó qué estaba tramando.
Mew le dio un beso antes de silbar una canción mientras se dirigía abajo. Haciendo su camino a la habitación de su hijo, se sintió sumamente feliz. Después de toda la mierda que había sufrido cuando se mudó a Estados Unidos, finalmente encontró la felicidad en el hombre que lo rescató de lo que podría haber sido peor.
—Buenos días, cariño. —Gulf le hizo cosquillas a Win antes de levantarlo de la cuna y lo puso sobre la mesa para cambiarle el pañal—. Vamos a dar mucho amor a tu otro papá hoy—sopló una pedorreta en la panza de Win. —Vamos a mostrarle cuán felices nos hace. ¿Estás preparado para eso? —Después de vestir a Win con un par de pantalones cortos un poco más abajo del pañal y una camiseta azul con la leyenda "Amo a mis papás", hizo su camino hacia la cocina.
Oyó a los padres de Mew hablando en la cocina. Por desgracia, era en momentos como estos los que le hacían extrañar a su familia, incluso más de lo que ya lo hacía. Pegando una sonrisa en su cara, entró en la habitación y se detuvo en seco.
Su sorpresa dando paso a una enorme sonrisa.
—Mamá, papá, ¿qué estáis haciendo aquí?
—¿Pensaste que te permitiríamos celebrar tu primer Día del Padre sin nosotros aquí? —su madre se acercó a Win cuando ella le dio un suave beso en la mejilla a Gulf.
—No teníais que venir hasta aquí —No es que él se quejara, Gulf había extrañado mucho a su familia en las últimas semanas—, pero me alegro de que lo hayáis hecho.
—Por supuesto que teníamos que venir, hijo —dijo su padre, desde la mesa donde estaba sentado junto a Mew y su familia—. Aunque sabes que la próxima vez, tú, Mew y Win tendrán que venir a Australia para visitarnos para que el resto de la familia pueda conocerlos. —Gulf le dio un fuerte abrazo a su papá cuando llegó hasta él.
Gulf caminó alrededor de la mesa y deslizó sus dedos sobre la parte posterior del cuello de Mew. —¿Tú sabías acerca de esto?—Si lo hubiera hecho, entonces Mew era realmente bueno para guardar secretos.
Mew negó con la cabeza. —Sabía que tenían algo planeado, pero no tenía ni idea de que era esto. —Hizo un gesto a los padres de Gulf—. Nuestros dos papás planearon todo el asunto.
Gulf abrazó a Boonsak y le susurró al oído. —Gracias, papá. —El padre de Mew era ya una de sus personas favoritas en el mundo, y haciendo esto sólo consolidó su lugar en su vida.
Esto se convirtió en uno de los mejores días del Padre.
FIN
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
TODOS LOS DERECHOS A N.J NIELSEN
NOS VEREMOS EN EL SEGUNDO LIBRO QUE SERA UN OFFGUN
