Dolor de Pérdida

"Peligro"

Advertencias: Este fic contiene descripciones explícitas de tortura, ideaciones suicidas, depresión, entre otros temas. Si eres sensible a algunos de estos, por favor, abstente de leer esta historia.

Este es el penúltimo capítulo de este fic, lamento mucho la demora.

Perdonen todos los errores!

Disfruten de su lectura.

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Haruka suspiró ya más relajado, una vez reveladas las identidades de los asesinos, sentía que ya estaban a puertas de cerrar el terrible caso, era sólo cuestión de tiempo para atrapar a Arashi. Miró su reflejo en el espejo, se había dado un cálido baño, no se tomó todo el tiempo que antes solía tomar, ahora que estaba a cargo de Makoto, siempre estaba pendiente de él. Hace mucho que no se sentía tan tranquilo, en cuanto arrestaran a su antiguo profesor de historia y llevaran a los dos criminales a juicio para condenarlos, su mejor amigo por fin terminaría este cataclismo que invadió su vida. Sabía que no volverían a ser las cosas como antes, pero poco a poco, Makoto iría recuperando su hermosa sonrisa. Salió del baño dirigiéndose a la sala de estar donde se encontraba su amigo, el de hebras oliva estaba sentado en el sillón con las rodillas abrazadas a su pecho, mirando atentamente la televisión. Haruka dirigió la mirada hacia donde lo que estaba viendo tan atento, era el noticiero, en el que hablaban de los asesinos y en especial del que estaba en fuga. Tomó el control remoto y apagó el televisor, ya había sido suficiente por hoy.

—¿Haru? —Makoto miró al chico que estaba parado a su lado.

—No es bueno que veas estas cosas —Dijo sentándose junto a él, dejando caer la toalla que tenía en su cabello hasta el cuello— Debes distraerte, la policía lo está buscando y de seguro que mañana ya estará tras las rejas.

—Pero... —El de orbes esmeralda desvió la mirada, sentía miedo, aún no se sentía seguro.

—Tranquilo —Lo tomó de la mano, dándole un apretón fuerte— Estoy aquí, contigo —Makoto sonrió y le devolvió el apretón, estaba preocupando a Haruka más de lo debido, su hermoso amigo tenía razón, lo tenía a él, así que no tenía nada que temer—¿Quieres alimentar a los gatos? Ve mientras preparo algo para comer.

Haruka se dirigió a la cocina, le gustaría prepararle algo especial, quizás curry verde, miró dentro del refrigerador y luego en la despensa, no tenía nada para preparar curry ni siquiera para preparar caballa, con todo lo ocurrido se le había olvidado ir de compras. Miró a su amigo que estaba en el ventanal del patio trasero, realmente quería hacerle su plato favorito, pero el precioso chico de hebras olivas estaba cansado y no lo quería hacer salir de la casa, pues se sentía más seguro dentro de ella. Se arregló rápidamente para salir de compras, había un Minimarket cerca de donde vivían por lo que no se demoraría tanto.

—Makoto —Llamó la atención del más alto— Iré a comprar cosas para la cena, ¿Quieres acompañarme?

—La verdad prefiero quedarme —Dijo tímido, pero Haruka no estaba molesto, es más, lo comprendía.

—De acuerdo, sólo serán unos minutos —Se puso una chaqueta, mientras miraba por la ventana, ya había anochecido— ¿Seguro estarás bien? —Makoto sonrió y se dirigió hacia él, arreglándole el cuello de la chaqueta.

—Estaré bien, aquí te espero —Sus ojos se conectaron, al pelinegro no le gustaba mucho esa idea, pero no lo obligó, intentaría hacer las compras lo más rápido posible.

—Bien —No muy conforme, le dio una última mirada antes de salir, la noche estaba despejada, una gran luna podía observarse en aquel inmenso cielo nocturno.