"Epitafio"

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Advertencias: Este fic contiene descripciones explícitas de tortura, ideaciones suicidas, depresión, entre otros temas. Si eres sensible a algunos de estos, por favor, abstente de leer esta historia.

Buenas noches mis preciosas criaturas! veo que le agarraron el gusto a este fic, me alegra. 

Muchas gracias por los votos, lecturas y comentarios, los amo mucho!

Realmente este es un fic denso, no sólo por la trama, sino que también lo es por los largos párrafos que tiene. De todos los fics que he escrito, este es el mejor escrito, al menos así lo considero. 

Dato educativo:  El epitafio es el escrito que los seres queridos escriben en la lápido del difunto, existen distintos tipos de epitafios que van de los más sencillos a los más elaborados, como también existen algunos de caracter vengativo.

Perdonen todos mis errores! 

Disfruten de su lectura!

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"El trastorno de estrés postraumático normalmente ocurre tras haber experimentado un trauma emocional, este puede llegar a tal nivel que la persona que lo sufre logra revivir constantemente el hecho del trauma, lo puede revivir tanto en pesadillas constantes como en la realidad, provocando distorsionarla, por lo que el individuo pierde esta noción de realidad. Hay muchos síntomas que pueden ser reconocibles, tales como la inestabilidad emocional, indiferencia a las emociones, olvidar hechos importantes del suceso, estar agitado constantemente, sentimientos de incesante culpa, entre otros; dependiendo del grado de este trauma, los síntomas son más fuerte, como también generar otros tipos de trastornos, como Depresión, Bipolaridad u otros trastornos de personalidad"

Un suspiro agotado abandonó el cuerpo del pelinegro, cerró la página web en dónde había buscado información sobre el posible diagnóstico psicológico que el doctor le había dicho. Habían pasado cuatro días y Makoto estaba asistiendo a las sesiones con el psicólogo día por medio. Su situación no había mejorado, ni siquiera un poco, todas las noches habían pesadillas que lo visitaban, el insomnio ya era algo que se había incrustado en el cuerpo de los dos, a Makoto por las pesadillas, a Haruka por la preocupación. Era cierto lo que le había dicho Rin, ¿Cómo iba a ser capaz de cuidar a su amigo si no era capaz de cuidarse a sí mismo? Estaba agotado, prácticamente sólo salía cuando el chico de hebras olivas tenía que ir al hospital, no estaba comiendo bien, en realidad ninguno de los dos, pero no quería darse por vencido, Makoto era su mejor amigo, siempre había cuidado de él ¿Cómo era posible que no fuera capaz de devolverle la mano y cuidar a su amigo? No se rendiría, si tenía que hundirse con aquel muchacho destrozado, lo haría, pero no lo abandonaría, ni dejaría que nadie más se hiciese cargo. Se levantó de su lugar en la sala de estar y caminó hacia su habitación donde se encontraba Makoto, dormitando después de un ataque de pánico que hizo que se lastimara sus brazos con sus propias uñas. Recordó las palabras del psicólogo, diciéndole que lo más probable es que también necesite tratamiento psiquiátrico. ¿Era verdaderamente esto la realidad? ¿Qué tan mal estaba la mente del chico de orbes esmeralda? ¿Por qué Makoto no le decía nada? Eran mejores amigos, se tenían confianza, era tal su cercanía que lograban entenderse sin palabras, pero ¿Qué pasó, que ya no lograba entenderlo? Sin importar cuantas veces mirara directamente a esos profundos bosques en busca de alguna respuesta, no conseguía nada, lo único que encontraba en aquellos ojos era desolación, una tormentosa amargura y un indescriptible dolor que lograba angustiarlo hasta tal punto de no poder sostenerle la mirada. ¿Cuándo volvería todo a la normalidad? Se sentó a los pies de la cama y cerró los ojos por un segundo, todo estaba envuelto en silencio, un silencio inquietante, el tiempo para Haruka ya había perdido importancia, sólo sabía en qué día se encontraba por su celular que le indicaba la fecha.

Dolor de PérdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora