"Alta"

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Advertencias: Este fic contiene descripciones explícitas de tortura, ideaciones suicidas, depresión, entre otros temas. Si eres sensible a algunos de estos, por favor, abstente de leer esta historia.

Buenas tardes amores hermosos! perdón la tardanza, estuve ocupada en algunas cosas. En compensación subiré el otro capítulo el sábado, debo dejar pasar un poco de tiempo para que puedan disfrutar bien de la historia. 

Muchísimas gracias por sus hermosos comentarios, no saben cuanto me alegran la vida. Me encantaría poder abrazar a cada uno de ustedes. 

Perdonen mis errores! 

Disfruten de su lectura! 

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Makoto temblaba de pies a cabeza, se encontraba sentado abrazando sus piernas tratando inútilmente retener el miedo que lo consumía sin compasión alguna, la sensación de la muerte le erizaba la piel y él sólo podía cerrar fuertemente los ojos diciéndole a su frágil mente que ese terror no era verdadero, que sólo era una percepción falsa a la que su cerebro interpretó como real. La presencia del diablo no lo dejaba en paz, los recuerdos de cuando estuvo en el infierno lo atormentaban con voracidad y la punzada en su corazón se convirtió en un fatal desgarro que lo estaba matando lentamente. Era una tortura, estar solo en esa habitación era una fatídica tortura, nadie estaba a su lado, sólo la soledad, la fría soledad que estaba acompañada por aquella oscuridad que rugía provocando estruendos en el interior del pobre muchacho; ni siquiera las hermosas estrellas que se lograban ver desde la ventana podían apaciguar el pánico en el que se encontraba, ellas pertenecían a otro mundo, estaban lejos de él y sólo podían observar cómo aquel adolescente se ahogaba luchando por no convertirse en una víctima más de la mano asesina del miedo.

El sol indicaba que la noche había muerto otra vez, la monótona vida comenzaba nuevamente su rutina, que a estas alturas ya era parte de un círculo vicioso. Rin despertó con los rayos de luz que atravesaron el cristal, parpadeó un par de veces tratando de acostumbrarse al cambio de su estado de somnolencia; aún con su vista algo nublada, logró visualizar a su amigo que ya despierto se cambiaba de ropa.

— ¿Dónde vas? —Preguntó con la voz algo ronca. Sousuke se volteó a mirarlo, dándole una leve sonrisa.

—Iré al hospital —Volvió su mirada lejos de la escarlata para continuar con su labor.

— ¿Estás enfermo? —Decía mientras se levantaba de la cama y ahogaba un bostezo.

—No... Sólo es chequeo de rutina —Contestó encogiéndose de hombros, restándole importancia al asunto.

— ¿Por qué no me esperas? Yo también tengo que ir al hospital a ver a Makoto —Rin ignoró la tensión que había invadido el cuerpo del más alto por unos segundos. El pelinegro se quedó en silencio por un breve lapso de tiempo antes de nuevamente dirigir sus orbes turquesas hacia el pelirrojo.

—Bien, pero apresúrate —Rin sólo asintió de manera despreocupada y se dirigió a los baños para darse una ducha rápida. Sousuke ahogó un suspiro, se preguntaba cuánto tiempo más podría ocultar su lesión de su amigo.

Al llegar al hospital era como si nada hubiera ocurrido, todo era tan normal, que prácticamente al mundo no le interesaba la desgracia del adolescente de hebras olivas. El pelinegro se separó rápidamente del depredador, dejándolo algo extrañado por su actitud, pero no quiso darle mayor importancia, ahora su preocupación estaba centrada en su otro amigo. Caminó por los pasillos hasta llegar al que se encontraba la habitación de Makoto, el doctor Anami estaba conversando con unas enfermeras cuando lo vio y se acercó a él.

Dolor de PérdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora