"Sospecha"

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Advertencias: Este fic contiene descripciones explícitas de tortura, ideaciones suicidas, depresión, entre otros temas. Si eres sensible a algunos de estos, por favor, abstente de leer esta historia.

¡Buenas noches mis preciosas criaturas! Estoy aquí actualizando este fic, a petición y porque, pos me incomoda ver una historia incompleta, pero como he estado ocupada en otras historias actuales, la dejé por un tiempo de lado. ¡Volveré a subir los capítulos! quizás edite algunas cosas, la verdad no tengo mucho tiempo en estos momentos, pero adjadghak haré lo que pueda. 

Esta historia es sólo angustia, pero tiene un mensaje que sería bello si lo captan. Seguiré actualizando, pero si la quieren leer de un tirón, pueden encontrarla en fanfiction! Como lo he dicho en veces anteriores. 

Perdonen mis errores! 

Disfruten de su lectura!

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El silencio no era algo cómodo para las mentes inquietas de los adolescentes que se encontraban sentados en ese momento. Makoto sabía que lo que estaba pensando no era normal, podía discernirlo fácilmente ya que no estaba totalmente enfermo, no aún; por lo que decidió guardarse su fuerte anhelo, debía ser pasajero, esperaba que fuera así. El olor a la caballa frita le entraba por sus fosas nasales y le revolvía las entrañas, no dejaba de sentirse mal, pero no quería preocupar a nadie, ni a Rin ni a Haruka, sintiéndose muy culpable por éste último. La leche lo hacía calmarse algo, sólo un poco; se preguntaba cuánto duraría su angustiosa calma antes de que lo atacaran las pesadillas y recuerdos que lo llevaban a su pánico.

El detective Ozaki se encontraba en su oficina, revisando una pila de papeles que relacionaban el caso de asesinato de la familia Tachibana, la teoría de dos asesinos estaba acarreando porcentajes. En una semana estarían los resultados de al menos dos autopsias, que correspondían a los cuerpos más pequeños, y eso ayudaría mucho al avance del caso. El asesino estaba con arresto provisional, pero no estaba enjuiciado, necesitaban el testimonio de Makoto para comenzar a hablar sobre condenas. Habían muchos espacios en blanco en el caso, espacios que se podrían llenar si uno de los dos testigos hablara; pero mientras que uno se negaba a decir palabra alguna, el otro estaba incapacitado por el momento. Era realmente un dolor de cabeza, se sentía atado de manos, pues no podía hacer muchas cosas con todo lo que tenía, y eso lo frustraba. Se centró en buscar un familiar del pobre muchacho traumatizado, era lo mejor que podía hacer por ahora; le ordenó a sus subordinados que hicieran una búsqueda exhaustiva, no le importaba si tenía que revisar la guía telefónica hoja por hoja para encontrar algún contacto, lo haría. Estaba concentrado en la nota que había recogido de la casa del menor, cuando una llamada entró a su celular, miró curioso el número, pero no dudó en contestar al ver de quien se trataba.

Una de las cosas buenas de ser mejores amigos de la infancia, y ser muy unidos, era que cuando uno se quedaba en la casa del otro, siempre tendría un cambio de ropa. Haruka agradecía que a veces a Makoto se le quedaran prendas que se le olvidaba llevarse, y él olvidaba devolvérselas. Sin embargo no tenía muchas, y si el adolescente de orbes esmeralda viviría con él, debía tener más. El problema era que no podía entrar a la casa de su amigo por ellas, el acceso estaba totalmente restringido y aún seguía siendo la escena de un brutal crimen. Ahogó un suspiro, esperando a que saliera del baño, rezaba para que no le diera otro ataque, no era sano verlo así; dirigió su mirada a Rin, quien estaba sentado en medio del piso de la sala de estar, cruzado de brazos y mirando hacia la nada, perdido en los pensamientos que navegaban dentro de su cabeza, él siempre se había preocupado por Makoto, se había dado cuenta de eso desde que eran pequeños; si era sincero, sentía una ligereza de celos, pues Makoto le decía cosas a Rin, que las ocultaba de él, y el pelirrojo tampoco se las revelaba, como si se tratase casi, de una amistad clandestina, en la que mantenían en secreto muchas cosas. Estaba seguro de que si Rin no se hubiese ido a Australia, su relación con el menor, se hubiera hecho mucho más profunda, e incluso podría haber llegado a temer de ella, porque sabía que Makoto era alguien muy importante para Rin y viceversa, y porque sospechaba de que podría haber un brote de sentimientos, de los que no le gustaría escuchar. Su naturaleza era egoísta, y al estar todo el tiempo con el adolescente de hebras olivas, la idea de compartirlo no le era muy agradable. Se sentó al lado del de orbes escarlatas, Makoto se estaba tardando un poco, no iba a decir que estaba preocupado porque lo estaba desde que comenzó todo el drama.

Dolor de PérdidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora