Episodio 12

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Quería saber si estás libre después de la escuela, me gustaría invitarte a salir.


Estas palabras se repetían en la mente del adicto al café. Craig lo miraba fijamente esperando una respuesta, cosa que lo ponía aún más nervioso y hacía que la velocidad de los latidos de su corazón aumentara.



- B - bueno... Supongo que no tengo nada mejor que hacer.

- Bien, tomaré eso como un sí.

Craig le sonrió levemente, poniendo a Tweek aún más nervioso.

El resto del día transcurría de manera normal y el intercambio de miradas entre los dos era más que evidente, ganándose algunas burlas y risas por parte de sus amigos (aunque honestamente a Craig le importaba un carajo y a Tweek le producían unas cuantas risas nerviosas)


- Hey, Craig, amigo - Clyde habló en voz baja durante la clase - ¿te atreviste a pedirle una cita? ¿a dónde lo llevarás?

- Iremos a patinar en hielo. No sé por qué carajo estoy haciendo esto sólo por haber escuchado a las tipas asiáticas decir algo como "es un plan perfecto para una cita, los dos pueden patinar juntos en una romántica sintonía y si alguno de los dos no sabe hacerlo el otro podría enseñarle a hacerlo para luego robarle un beso"

- ¿En serio piensas besar a Tweek?

- No seas idiota, eso es jodidamente gay. Además, si lo intento me va a mandar al carajo y probablemente no se volverá a acercar a mi.



Después de varias largas horas las clases terminaron y los estudiantes podían regresar a casa. Tweek salía de la sala de clases junto a Craig, tomando su mano y temblando como siempre (aunque esta vez era por los nervios que extrañamente aumentaban cuando Craig estaba cerca)

Para ambos ya era habitual tomarse de la mano e incluso ya se habían acostumbrado a eso (en el fondo a los dos les agradaba pero no lo admiten) sin saber que con el paso del tiempo el otro lo hacía porque realmente tenían sentimientos mutuos que no eran capaces de revelar.

Estando en el lugar de la cita Tweek parecía estar algo nervioso. No sabía patinar y aunque Craig tampoco sea un experto al menos sabía lo básico para ayudar al chico del que estaba secretamente enamorado.

Con cuidado y tratando de no hacerlo sentir nervioso (más de lo que ya estaba) Craig tomó las manos de Tweek ayudándolo a desplazarse por la pista sin caerse y enseñadole lo poco que sabía.

Inesperadamente Tweek aprendió bastante rápido y a las pocas horas ya podía hacerlo medianamente bien. Durante ese tiempo juntos en el que Tweek aprendía a patinar quiso demostrarle a su "mejor amigo" que podía hacerlo sin ayuda, se acercó a él pero torpemente tropezó y para evitar caer se sujetó de los hombros de Craig y él lo tomó por la cintura en respuesta a esto. Se miraron por unos segundos y luego Tweek lo apartó bastante nervioso al sentir que estaban demasiado cerca.

Craig también se sintió un poco nervioso por la corta distancia que los separó por un momento pero prefirió pretender que no había pasado nada para no incomodar más al cafeinomano.

Estuvieron juntos un rato hasta que dieron las siete de la noche. Craig acompañó a Tweek a casa y luego regresó a la suya, teniendo que soportar todas las preguntas extrañas que hacían su padre y hermana.

Al día siguiente Craig llegó a la escuela pensando que sería un día como cualquiera, y así fué a excepción de un pequeño detalle que lo tendría sonriendo como idiota enamorado durante un buen rato...

Ese día Tweek se le acercó llevando consigo una bolsa de plástico transparente ligeramente decorada con dibujos de corazones rojos que contenía algunas madalenas.

- Craig yo... Bueno... Ayer estuve horneando para la cafetería y sobraron algunas así que... ¡Puedes quedartelas!

Tweek entregó las madalenas y huyó de ahí con el rostro completamente sonrojado. Craig sólo lo miró alejándose con una sonrisa boba.

Realmente estaba enamorado de ese extraño chico y ocultarlo sería inútil













































Un pendejo hechizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora