Episodio 1

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- Joder, amigo, hoy también luces distraido.

Era una tarde normal y tranquila (de hecho no, era raro que en South Park hubiese días en los que alguien no esté provocando alguna especie de desmadre con sus pendejadas) en la que Craig se encontraba en casa de Clyde, supuestamente para ayudarlo con una tarea de matemáticas pero el cabrón se la pasaba pensando en otras cosas... Bueno, en una en particular: Tweek Tweak, el tipo rubio de su clase que lo traía como pendejo, desde lejos se notaba las ganas que le tenía aunque al principio no lo admitía.

- No lo estoy - respondió con indiferencia - sólo pienso que es algo desesperante estarte explicando lo mismo una y otra vez, eres un jodido idiota sin remedio.

- Mira quién habla - Clyde rió - el cabrón que babea por Tweek todo el puto día.

Desde lo sucedido con las asiáticas Tweek y Craig se habían vuelto más cercanos pero aún no iniciaban su "relación oficial" (ni siquiera sabían qué tipo de relación tenían en este momento) y bastaron unos cuantos meses para que Craig comenzara a enamorarse verdaderamente del adicto al café y supiera que básicamente sería su simp hasta conquistarlo de verdad, o eso creía.

- Dijiste que no joderías más con eso - Craig se quejó - además, si el me provoca todas esas sensaciones tan jodidamente raras es algo que no debería importarte.

- Viejo, eres mi amigo y me interesa. No sé por qué no has tenido el valor para siquiera decirle que te gusta.

- Porque sería jodidamente gay si lo hago tan directamente. Esto no es una de esas novelas empalagosas que las tipas hormonales de la clase se la pasan leyendo.

- Tal vez no. Pero yo conozco a alguien que puede ayudarte con eso.



Los dos salieron de la casa de Clyde, este tomó su teléfono y llamó a un número no registrado en sus contactos. La llamada no duró mucho y Clyde sólo dijo que la persona misteriosa le pidió verse en la parte trasera de la primaria de South Park.

No tengo ni idea de cómo lo hicieron pero pudieron entrar a la escuela pese a que las clases habían terminado, se encontraron con el anónimo en una de las salas de clase que tenía las ventanas y puerta cerradas. Llamaron a la puerta y entraron cuando el permiso les fué concedido.

- Así que... Han venido porque requieren de mis servicios ¿eh? Pues bien, voy a ayudarlos pero a cambio quiero una sola cosa...



Un pendejo hechizadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora