¿Porque yo? {1}

CAPÍTULO 39

Maratón 1/3

Ivan

Ya había pasado un mes desde ese día,no he podido dormir para nada,los recuerdos regresan a mi mente cada que duermo,no dejo que nadie se me acerque,al menos alguien que no sea Lía,no he podido despegarme de ella desde lo que paso ese maldito día,mi cabeza vueltas,no aguanto más...

Estaba cansado de todo,mi cuerpo pesaba demasiado,no puedo aguantar más,no comía  demasiado,solo a la hora de la comida y un poco en la cena,es todo lo que he comido,mi cuerpo ya no puede más,quiero ir a un lugar donde no exista Julio,quiero dejar de pensar en el a cada momento.

Cada vez mis pensamientos me ganan,no puedo hacer algo normal,como dormir porque me ganan y siento como si en cualquier momento Julio entre en la habitación y me hará daño.

Quiero estar en un lugar en el que puedo estar en paz,donde no haya algo que me lastime,donde puedo descansar tranquilo.

Durante este mes,me sentí demasiado débil,no me daban ganas de hacer algo,en realidad si estoy demasiado cansado de todo lo que pasa por mi vida de mierda,solo quiero desaparecer.

No quiero seguir causando problemas a los demás,es lo único que hago en mi puta vida,dificultar la vida de los demás con mi sola presencia,estoy cansado de solo ser eso,quiero que los demás vivan bien,sin problemas por delante,que no tengan que cuidar de alguien.

Estaba en mi habitación mirando el techo,mientras Lía estaba en mi pecho dormida,no quería causarles más daño en sus vidas,están mejor sin mi,solo soy un problema para ellos...

Lía nunca supo que me volví a encontrar con Julio,ni se dio cuenta de los malditos golpes,lo agradezco ya que no iba a poder explicarle lo que había pasado.

No podía arruinar uno de los momentos más felices en su vida,ella merece ser feliz y no lo podrá ser a mi lado,soy el que trae todas las cosas malas a su vida,soy eso...

-Te mereces a alguien mejor que yo-murmuro para no despertarla.

Estábamos todos en casa pero cada quien en lo suyo,los chicos en sus habitaciones,Sergio en su oficina y Sara en la sala,era domingo,todos hacían lo que querían.

Siento como Lía se remueve y levanta la cabeza,me mira y me da una sonrisa,yo trato de mostrarle mi mejor sonrisa,no puedo dejar que sepa que no estoy bien.

-¿Como dormiste?-pregunto.

-Bien,andaba un poco cansada-responde,
mientras se frota el ojo izquierdo.

-Bueno.

-¿No a entrado mi madre?-pregunta,aún sigue demasiado dormida.

-No,pero en unos minutos lo hará porque ya casi es la hora de la comida.

-Esta bien-responde-voy a darme una ducha.

Asiento y sale de la habitación y va a la suya,puedo respirar un poco mejor ya que no esta ella,quiero ocultar lo mejor que pueda lo mal que estoy,no quiero que se ponga mal por mi culpa.

Voy a mi escritorio y arranco una hoja de mi libreta,empiezo a escribir unos mensajes para ella,no quiero hacer esto,pero ya no aguanto,mi cuerpo entero me pesa y siento que en cualquier momento mi mente podría explotar,quiero descansar de una vez por todas,estoy cansado que hasta si me durmiera,tardaría horas en despertar.