Capítulo 5

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Leila


No me podía creer lo que estaba viendo, o más bien a quien. Zack, era el, era Zack. Esta tal y como lo recordaba, solo que con un par de años más, seguía siendo más alto que yo, era pelirrojo con los ojos azules, como los de su hermana. También llevaba la piedra, cuando nos adoptó el padre Mich nos dio un colgante con una piedra a cada uno, eran todas iguales pero de diferentes colores, la de Zack era roja, los colores estaban relacionados con nuestros poderes. Y lo más importante es que está vivo.

--Zack-- Dije antes de quitarme la mascarilla e ir corriendo a abrazarle.

--Leila-Dijo este cuando lo abrace. El abrazo duro un rato en el que yo no podía pensar en otra cosa que no fuera que estaba vivo. En cuanto me separe le mire y le dije lo único que estaba en mi cabeza mientras lo abrazaba--Estas vivo. --

--Si, y no soy el único, Zenda, Chay y Werner también están vivos- Estaba flipando, estaban vivos. ¡Ay dios mío! No me lo podía creer, estaban vivos, mis amigos estaban vivos, mi familia estaba viva. No tenía palabras para describir la felicidad que estaba sintiendo en esos momentos.

--Pero ¿Cómo? Os estuve buscando por todos lados y me entere de que estabais muertos, todos. ¿Cómo es posible? ¿Estoy soñando?-

--No, no es un sueño. Soy real y ellos también. Tuvimos que fingir nuestras muertes para que no nos encontrara el tío Dadan. -

--¿Dónde están los demás?-

--Están en las ciudades de alrededor, tuvimos que separarnos para que fuera más fácil escondernos. Cuando nos dijiste que el tío Dadan estaba actuando raro empezamos a investigar e hicimos un plan de escape por si pasaba algo como lo que paso. Íbamos a contarte el plan el día que el tío Dadan se revelo contra nosotros así que seguimos nosotros el plan. Nos pusimos en contacto hace unas semanas, cuando empezó a verse el tío Dadan por aquí, así que supusimos que estabas aquí y vine a buscarte. Me ha costado mucho encontrarte pero cuando empecé a escuchar hablar sobre una súper heroína supe enseguida que eras tú, así que aquí estoy. -

--Ejem-- Dijo Asher. Me había olvidado de que estaba aquí-- ¿Qué está pasando? ¿Y quién es este?

--Asher, él es Zack, uno de los quince niños. Resulta que no están todos muertos, él y otros tres están vivos. --Estaba emocionada y muy feliz--Oh, Zack, este es Asher, es un amigo humano, mi compañero y me ha estado ayudando mucho-

--Un placer-Dijo Zack estrechando la mano de Asher

--Lo mismo digo--Respondió con una sonrisa-- Por cierto, si eres uno de ellos, ¿Qué poderes tienes?

--Oh, puedo controlar el fuego, puedo crearlo, destruirlo y cambiar temperaturas, tanto del ambiente como de lo que toco-

--Que guay-

--Ya te digo-Me encantaba que se llevaran bien

--Por eso tu piedra es roja, ¿no?-

--Exacto--

--Bueno-- Les interrumpí-- ¿Cuándo vamos a ir a por los demás?--Pregunte, tenía muchas ganas de verlos.

-- Pues cuando quieras--Me dijo Zack

--¿Y a que estamos esperando?--

--Enana, ¿Qué pasa con mi madre?--Oh, es verdad, me había olvidado de la madre de Asher

--Oh, cierto, podríamos ir a verla y a pedirla permiso para que puedas venir con nosotros a buscar a los demás, tardaremos un par de días, por lo que nos tomara todo el fin de seman, pensaremos una excusa por el camino--

--Me parece buena idea--

--Siempre tengo bunas ideas--

--En eso tienes razón--

-- ¿Solo en eso?--

--Emmm si--

--¿Perdona?--

--Perdonada--

-- Yo siempre tengo razón--

--Sí, claro, lo que tú digas, enana--

--Ejem--Dijo Zack--Vamos a ver a la madre de Asher.

.....

En cuanto llegamos a la casa de Asher nos recibió su hermano, eran de la misma estatura y con rasgos diferentes pero este tenia los ojos mas oscuros que Asher y los hombros mas anchos.

--Hola, tu debes de ser la amiga de mi hermanito, Ian, un placer--

--Leila y este es mi amigo Zack-- Le estreche la mano que me tendió antes de que se la tendiera a Zack.

--Mucho gusto-- Dijo este mientras le estrechaba la mano

--Pasar, pasar, no os quedéis afuera, sentíos como en casa--

Entramos todos a la casa, era la típica casa de dos pisos con gardin de las películas. Nada más entrar estaba el salón a la izquierda y una cocina a la derecha, al fondo unas escaleras que llevaban al segundo piso, donde supongo que estarán los dormitorios. En ese momento salió una mujer de la cocina, la madre de Ian y Asher.

--Oh, hola, soy Sira Sorní, la madre de este dúo de locos--

El chico de ojos verdes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora