Capítulo 22

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Leila


Lo primero que vi al abrir los ojos fue oscuridad.

Mierda

¿Seguía atrapada en el sótano de la vieja fábrica?

Cuando mis ojos se acostumbraron a la oscuridad me di cuenta de que me encontraba en mi habitación en la guarida. No había sido un sueño, eso me alivió más de lo que pensaba.

Noté un movimiento por el rabillo del ojo y al girarme vi a Asher dormido con la cabeza apoyada en el colchón al lado de mis piernas. Tenía su mano entrelazada con la mía.

Se le veía tan tranquilo durmiendo. Podría mirarle dormir un par de horas y no me aburriría.

Me sentía cansada, mis heridas habían sido tratadas pero aún no estaban curadas del todo. Y había alguna que me dolía, como el labio o las costillas.

Pero aún así, emocionalmente me sentía genial, como en una nube. Y todo se debía al chico que tenía durmiendo al lado.

Si no hubiera sido por él no hubiera salido de allí con vida, no porque viniera a buscarme. Si no porque aunque no estuviera allí, me dio fuerzas para seguir.

Aunque... Ahora que lo pensaba. Ahora empezaba a entender porque vino Dadan tan cabreado a buscarme. Los chicos me habían encontrado y habían venido a por mí. Cuando los chicos le atacaron, Dadan pensó que yo los había llamado. Por eso vino tan enfadado conmigo.

Mis pensamientos fueron interrumpidos cuando Asher se empezó a despertar.

--Buenos días, cuco -- Fue lo primero que dije cuando abrió los ojos.  En cuanto me escucho sonrió.

--Buenos días, enana-- Levantó la cabeza del colchón y se me quedó mirando con una sonrisita. -- ¿Cómo estás? ¿Te duele algo? ¿Quieres que vaya a buscar a mi madre?-- Estaba a punto de levantarse cuando, con la mano que aún tenía entrelazada con la mía, tire de él para que no se levantará.

-- Ey, tranquilízate. No hace falta que llames a tu madre. Estoy bien, un poco agotada, pero bien. --

--No sabes cuánto me alegra oír eso. No sabes cuánto me preocupe cuando Dadan te secuestro. Temía no volver a verte.-- Me dijo con cara triste.

-- Pero estoy aquí, estoy bien-- Le dije para que se tranquilizara. --Dadan me dijo que habías muerto, que no te habías recuperado de la apuñalada. Te juro que mi mundo se vino abajo.-- Le dije, recordando el sentimiento de vacío que tuve en ese momento.

-- Pero era mentira, estoy aquí y estoy vivo. --

-- Me alegro de que sea así.-- Derrepente me entró una duda-- ¿Cuanto tiempo estuve secuestrada?--

-- Una semana, la peor semana de mi vida.-- Una semana, a mi me había parecido una eternidad.

--Pero ya está, ya pasó. A partir de ahora tenemos que dejar de pensar en Dadan, él ya no está. No nos va a volver a molestar. Ahora tenemos que centrarnos en algo más importante.--

--¿En que?-- Pregunto con curiosidad.

-- En nosotros-- dije-- Por cierto, ¿Cómo estás? De la herida.--

-- Mejor, al principio no podía ni levantarme de la cama. Pero ya estoy mucho mejor, ya casi ni me duele.--

--No sabes cuánto me alegra oír eso.-- 

--Enana, te amo--

--Yo también te amo, cuco--  Sonreí, sonreí como la enamorada que era.

Después de todo lo que habíamos pasado, Asher y yo merecíamos ser felices juntos. Sin nadie ni nada de por medio. Sin inseguridades ni miedos.

Solo nosotros. 

No éramos la pareja perfecta, ni la más normal, pero nos amabamos y eso era lo único que importaba.

Asher y yo contra el mundo.

Porque, gracias a él soy lo que soy ahora. Antes de conocerle pensé que me iba a quedar sola el resto de mi vida. Pero ahora tengo un novio que me ama, una suegra que hace hasta lo imposible para que seamos felices, un cuñado que nos ayuda en todo lo que puede y un grupo de amigos que me quieren tal y como soy.

En resumen, tenía una familia.

Algo que pensé que nunca tendría.

Ahora, mirando a Asher a los ojos, me doy cuenta de que nunca estaré sola.

Vi una mezcla de emociones en su mirada, todas buena. En ese momento vi una luz arrebol en sus ojos, me giré hacia la ventana y vi el cielo lleno de este maravilloso color.

Era hermoso.

Fin






Del primer libro.

El chico de ojos verdes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora