Capítulo 4 Chupetones en el cuello

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-No sigan, por favor-

Dijo Rose negando con la cabeza, y después, con una leve sonrisa dibujada en su rostro, continuó:

-Emily, creo que has malinterpretado lo que he dicho, tan solo estaba tratando de consolarte-

Ella fingía honestidad, pero en su interior se sentía triunfante.

Habían sido amigas desde que estaban en la universidad, pero si las comparabas, Emily parecía ser siempre mejor que ella en todo, incluso su novio era más guapo y provenía de una familia más rica que el de Rose. ¿Por qué siempre tenía que ser tan injusto para ella?.

Sin embargo, Rose no se creía menos que Emily y por eso intentó hacer todo lo posible para superarla, incluso si eso significaba robarle el novio. Ahora, finalmente había logrado separarlos y esa era la prueba de que Emily había perdido contra ella en el amor y por ello se sentía superior.

Emily empuñó las manos y miró con frialdad a Rose antes de decirle:

-Debe sentirse bien ser la amante de Jack, ¿no es así?-

-No, esa no era mi intención; fue Jack quien...-

Entonces, Rose se acercó a Emily y le preguntó susurrando:

-¿Cómo te atreves a culparme a mí, sí eres tú la ni que siquiera puede controlar a su novio? Jack no te ha tocado nunca, ¿verdad? Incluso prefiere hacer el amor conmigo o con cualquier otra que contigo. Por cierto, ni te imaginas lo mucho que disfrutó esa noche que pasamos juntos...-

Intencionalmente, Rose ese día tenía puesto un vestido sin tirantes para mostrar los chupetones que Jack había dejado en su cuello, clavícula y hombros.

Emily sintió náuseas al ver esas marcas y, con una pizca de disgusto en los ojos, le dijo:

-Perdóname, he cometido un error, no eres siquiera su amante, sólo eres una de las tantas mujerzuelas baratas que le gustan a Jack-

Este asunto ya no le molestaba a Emily, porque era un hecho bien conocido que Jack era un mujeriego. Ella quedó atónita al darse cuenta de que a su ex-amiga no le importaba acostarse con un hombre como Jack. Según su punto de vista, un hombre que tenía múltiples relaciones amorosas a la vez con otras mujeres era como un cepillo de dientes que todo el mundo había usado ya. Si se le veía según ese enfoque, Jack definitivamente era un hombre como así, o mejor dicho, un cepillo de dientes. Realmente no podía entender cómo Rose podía estar tan contenta de usar ese cepillo para cepillarse y ni siquiera quejarse al respecto.

La palabra 'mujerzuelas' hizo que Rose se avergonzara por unos segundos, pero tuvo que evitar enfadarse porque tenía que fingir ser agradable y dulce frente a las personas que la rodeaban, por lo que simplemente dijo:

-Qué tonterías estás diciendo...-

-¿Tonterías? Sabes que es la verdad, ¿no? Después de todo, al menos estoy segura de que tengo mucha mayor dignidad que aquellas mujeres que no saben vivir sin un hombre a su lado. Ah, y gracias por reciclar la basura que boté-

Pronto, las personas que estaban a su alrededor sintieron que era cada vez más incómodo permanecer en la habitación, por lo que se excusaron para marcharse y, al cabo de un rato, ya todos se habían dispersado.

-¡Por cierto! El señor Hua me ha pedido que le lleve con urgencia estos documentos a su oficina, así que pido disculpa por no poder seguir charlando contigo-

Después de organizar los documentos que tenía en su escritorio, Emily se alistó para irse y definitivamente se sintió un poco mejor luego de ver a Rose tan angustiada.

Los Besos de JacobDonde viven las historias. Descúbrelo ahora