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[Jeongin]

¡Maldito Jisung! No solo se había salvado de venirse al castigo conmigo, sino que además ni siquiera había salido en mi defensa, limitándose a despedirse con la mano desde la esquina en la que se encontraba escondido.

No era la primera vez que me pillaban fuera del recinto escolar durante el recreo, pero para mi desgracia, si que era la primera vez que la profesora que me descubría era la de literatura, sí, aquella mujer que tanta manía me guardaba.

Jisung había conseguido librarse escondiéndose tras un muro antes de que la mujer/hija del demonio, llegara hasta nosotros, pero por desgracia mi suerte no había sido la misma. Además, ella ya me había reconocido desde lejos, y estaba seguro de que habría sido capaz de recorrerse el mundo entero hasta dar conmigo y poderme castigar. Vamos, un encanto de persona.

— ¿Ya estabas incumpliendo las normas de la escuela otra vez, Yang Jeongin?

— Solo salía a tomar el aire...

— ¡Sabes perfectamente que eso únicamente está permitido a los alumnos de cursos mayores, no te hagas el tonto!

— Lo que sea -suspiré y dejé caer los hombros con derrota, pues sabía que contra esta mujer jamás podría salir ganando. - ¿Qué castigo será esta vez?

— ¡Y encima arrogante! -me arrastró a conserjería casi destrozándome la hombrera de la chaqueta del uniforme por la manera en que me agarraba, y al llegar tomó una nota amarilla, esas creadas precisamente para las horas de castigo. Vi como escribía con perfecta caligrafía un enorme "2" junto a las horas de castigo seleccionadas. - A ver si la próxima vez me contestas igual.

-c ¡¿Dos horas?! ¡¿Está loca?!

— ¡¿Qué acabas de dec-

— Nada, nada, nada. Dos horas están perfectas y muy bien merecidas, tienes razón. -respondí apresuradamente quitando el papel de su alcance para que no pudiera aumentar el número. Rapidamente eché a correr hacia clase antes de que pudiera añadirme otro castigo por, no sé, hacer algo tipo respirar de forma inadecuada o andar demasiado despacio. Con esa mujer nunca se sabía.

— ¡Si osas faltar, se impondrá el doble y todos los días de la semana!

Levanté el pulgar sin girarme y entré en mi clase al tiempo que sonaba la campana indicando la finalización del recreo. Me dejé caer con desgana en mi asiento y suspiré, teniendo las mismas ganas de disolverme en ese instante, como de quemar el colegio con la profesora dentro. Ambas eran inmensas.

<< ¡Jeonginnie!😁>>
<< Que te den, ardilla de mierda >>

<< Supongo que no lo dices en el buen sentido... >>

<< ¡Claro que no, idiota! ¡Por tu culpa me han castigado! >>

<< Nadie te obligó a salir conmigo >>

<< ¡TÚ ME OBLIGASTE, LITERALEMENTE ME ARRASTRASTE AFUERA ALEGANDO QUE NO PASARÍA NADA >>

<< ¡TE DIJE QUE TENÍA UN MAL PRESENTIMIENTO! >>

<< En mi defensa diré que tus presentimientos siempre fallan >>

<< ¡Son los tuyos los que siempre fallan, estúpido! >>

<< Cierto 😸>>

<< Bueno, ahora tengo el presentimiento de que estás ligeramente enfadado conmigo >>

Descubierto- SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora