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[Seungmin]

Cada día la soportaba menos, y no porque ella hubiera cambiado, simplemente me costaba más fingir un amor que no sentía realmente. Era molesto tener que besarla o abrazarla para aparentar, era molesto tener que fingir excusas para no quedar por las tardes, era molesto pasar un solo minuto con Lia pudiéndolo pasar con Jeongin.

Pero después de casi dos semanas no iba a echarme atrás, ya casi lo estaba consiguiendo.

"No te engañes, sigues enganchado hasta la médula de él"

Bueno, cierto, quizás mi sentimientos por el pelinegro no habían descendido ni un poco, pero al menos ya no le buscaba, y aunque cada día me costara más evitarle, lo estaba haciendo. Quizás había momentos en los que llegaba a ser excesivo, hasta había terminado escondiéndome dentro de las cabinas del baño para no topármelo cuando vi que entraba, pero luego pensaba en todos los problemas que me vendrían si terminaba cayendo de él, y mi dignidad pasaba a un segundo plano.

Beomgyu tenía razón, yo solo le había hecho daño.

Yo era malo para él.

Él era malo para mí.

¿Cobarde? Quizás podría calificarme a mí mismo de ese modo, pero en mi interior guardaba muchas más cosas que vergüenza. Sentía miedo, sentía ganas de echarme a llorar en cada momento que imaginaba lo diferentes que podían ser las cosas, sentía dolor cada vez que mi padre me miraba o mi madre soltaba algún comentario sobre lo bien que me veía con Lia.

Al parecer estaban cambiando de opinión sobre lo del internado, alegando que probablemente lo de Jeongin fue un error causado por la confusión de la edad y ya me había aclarado la mente, volviendo a ser "normal" y una persona sana mentalmente. Pero por raro que pareciera, ya me daba exactamente igual a donde me mandaran, me daba igual lo que hicieran conmigo.

Me sentía tan roto que no podían destrozarme más.

Bueno, sí que se podía. Cada vez que veía a Beomgyu en la salida, esperando pacientemente a mi pelinegro, algo me presionaba el pecho. Ya era costumbre quedarme tras una esquina, esperando de la forma más masoquista que existía a ver como Jeongin salía y saltaba a los brazos de Don perfecto nada más verle. Eso sí que conseguía romperme más, como si mi dolor no tuviera límite. Y lo peor de todo era que yo seguía observando, reprimiendo las ganas de meterme por medio y llevármelo en brazos a cualquier lugar lejos de aquí, lejos de todo el mundo.

— ¿Cariño, estás bien?

— ¿Qué quieres? –respondí bruscamente, percatándome segundos más tarde de la persona que me hablaba y mi mal comportamiento hacia ella. Me froté la sien y forcé la sonrisa más creíble del mundo entero. – Perdona, amor –la besé brevemente y volví a incorporarme en la silla de la heladería en la que nos encontrábamos. – ¿Qué decías?

— Na-nada, solo me preocupaba por ti.

— ¿Por mí? –reí y di un trago a mi batido, intentado darle más realismo a todas las mentiras que soltaba cada vez que estábamos juntos. – Estoy perfectamente, no tienes de que preocuparte.

— ¿Vamos esta tarde al cine?

— ...

— ¿Al parque?

— ... – volví a poner una mueca de desagrado, distrayéndome con la pajita de mi bebida.

- ¿De compras?

— ...

— ¿Quieres hacer algo?

— En realidad no, estoy cansado. Esta semana tuve varios exámenes.

— S-sí, supongo que tienes razón... –respondió apenada. Suspiré y levanté su rostro, apretando ligeramente sus mejillas. En ese instante recordé cuando se lo hice a Jeongin y lo adorable que se veía en el momento, con todos sus mofletes espachurrados y los labios en forma de pez.

— ¿Yuna no puede salir? –pregunté soltando el agarre, decepcionado por no sentir la misma satisfacción que cuando se lo hice al pelinegro.

— Prefería ir contigo.

— Otro día, ¿sí?

Asintió y siguió tomándose su batido, desviando de nuevo la atención a su móvil. Últimamente casi no hablábamos, pero ella seguía empeñada en aparentar que teníamos una perfecta relación, poniéndose una venda para no ver la realidad.

"Tú hiciste lo mismo"

Cierto. Yo fingí no ver ni sentir por demasiado tiempo, por tanto que ahora me encontraba pagando las consecuencias. Definitivamente el karma existía, y era una completa mierda.

Descubierto- SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora