3

2.2K 292 202
                                    

[Jeongin]

Me encanta comer. En serio, siempre disfruto de una buena comida, y más si tengo hambre, pero hay algo que no he soportado nunca, y es lo que estaba haciendo exactamente Seungmin en este momento.

— ¿Puedes dejar de mirarme?

— ¿Por? —Se recostó en la incómoda silla del local y sonrió de medio lado. Nunca le había visto sonreír de tal forma, y prometo que fue una experiencia digna foto. Casi se me para el corazón de lo guapo que se veía con ese gesto. — Te ves lindo devorando esa hamburguesa.

—Si-simplemente no lo hagas.

—Como quieras.

Agaché la cabeza, sonrojado de arriba abajo, volviendo a centrarme en el delicioso manjar de tan solo 5000₩. Al final había terminado viniendo a un local de comida rápida con Seungmin . Por entonces todo iba bien, quitando el hecho de que yo estaba medio muerto de nervios, claro. El castaño no había sacado el tema de mi mensaje en ningún momento, tan solo nos habíamos dedicado a hablar superficialmente sobre los estudios y el canal de youtube que compartía con su amigo Minho, donde subían covers de bailes.

Jamás me habría imaginado terminar así con él, es decir, llevaba toda mi vida enamorado de su persona pero no habíamos intercambiado ni media palabra. Creo que hasta ahora ni siquiera sabía de mi existencia.

"Quizás debería agradecerle a Sung"

— Por cierto — levanté la vista, tapando mi boca con una mano mientras terminaba de masticar y abrí más los ojos en señal de que tenía mi atención. Él se inclinó sobre la mesa, provocando que por acto reflejo yo me alejara unos centímetros. Apoyó sus codos en ella, y puso otra de sus despampanantes sonrisas, haciendo honor a su puesto entre los alumnos más atractivos de toda la escuela. — ¿Cómo se siente tenerme de amor platónico desde primero?

Casi se me salen los ojos de las órbitas. Me quedé sin habla durante unos milisegundos hasta que comencé a toser, atragantándome con el trozo de hamburguesa que momentos antes estaba ingiriendo. Cuando recuperé el aliento, Seungmin seguía mirándome fijamente con esa diversión plasmada en su rostro. Pestañeé varias veces y le señalé acusatoriamente.

— ¡T-t-t-tú lo sabías!

— Claro que lo sabía, Innie —sonrió y comenzó a limpiar superficialmente la mesa con una servilleta, librándose de las migas que hacía unos instantes acababa de desperdigar por toda la superficie. —Me lo dijiste tú mismo ayer por mensaje.

— ¡Pensé que te habías olvidado! —Varias personas que ocupaban mesas cercanas, se giraron a mirarnos, por lo que agaché la cabeza avergonzado y bajé el tono, intentando llamar la atención lo menos posible.

— ¿Cómo voy a olvidarme de algo que ha pasado hace menos de veinticuatro horas?

— ¡Olvidándote! ¡No es algo que nece... —me interrumpí abruptamente al notar que había vuelto a subir el tono. Suspiré, intentando relajarme, y volví a mirar a Seungmin, quien parecía disfrutar enormemente de la situación. —No es necesario que lo recuerdes.

— ¿No es necesario que recuerde que estás loco por mí?

— ¡Deja de repetirlo!

Comenzó a reírse, haciendo que yo me sonrojara más y más hasta sentir que me iba explotar el corazón de la vergüenza. Definitivamente Sung era idiota y no había sido ninguna buena idea venir a comer con Seungmin. Me terminé lo que quedaba de hamburguesa, sin mirarle, deseando que me tragara la tierra, hasta que inesperadamente escuché de nuevo su voz.

—Jeonginnie, mírame.

Click

Pestañeé, incapaz de reaccionar de inmediato. aún sujetaba el móvil en alto. Lo giró y se puso a observar detenidamente la foto que acababa de tomarme, asintiendo con satisfacción. Cuando mis sentidos volvieron en sí, fui directo a quitarle el móvil, pero él me esquivó con facilidad y lo guardó en su pantalón.

— ¿Acabas de hacerme una foto? —pregunté sorprendido.

— Exactamente —sonrió al tiempo que agarraba mi bebida y le daba un trago. Él no había pedido menú porque "la comida basura lo único que lleva son grasas y calorías, y ese cuerpo no se mantenía a base de tales cosas". Idioteces varias, pero en realidad me daba igual, que hiciera lo que quisiera y se alimentara a base de lechuga si quería.

— Bórrala.

— ¿Qué más te da? Sales adorable – "Oh dios mío, me acaba de decir que salgo adorable. ¡LE PAREZCO ADORABLE A SEUNGMIN! Vale, está bien. Hormonas, calmaros, tenemos que aparentar que nos da exactamente igual." — Además, seguro que tú tienes un montón de fotos mías en el móvil.

— ¿Có-cómo sabes eso?

— Porque Sung no es lo que se dice, una persona "disimulada". Ahora entiendo todas esas veces que insistía en hacerse fotos conmigo en medio de clase. Después de esto, es obvio que eran para mandártelas luego a ti.

—¿Me estás llamando acosador? —pregunté ofendido, a pesar de que había acertado en todas y cada una de las palabras.

— No te pongas así, innie. Me resultas tierno, así que no me enfadaré.

"HA VUELTO A LLAMARME TIERNO. NO HIPERVENTILES, JEONGIN, NO HIPERVENTILES NI MUERAS DE FELICIDAD"

— Bah, haz lo que quieras —respondí manteniendo la calma, aparentando que no me importaba nada recibir cumplidos por su parte. Mi yo interno esta revolcándose por el suelo de alegría, pero mi yo externo tenía que guardar las apariencias, así que me puse en pie dispuesto a tirar los desperdicios.

—¿Nos vamos?

— ¿Tan pronto? —suspiró y se puso en pie de mala gana, agarrando mi bebida y terminándosela antes de lanzarla a la papelera del local, encestando de lleno. —Me lo estaba pasando bien. Nunca pensé que los acosadores pudieran llegar a ser tan graciosos. —Eso último lo dijo al tiempo que pellizcaba alegremente mi mejilla.

— ¡Ash! —aparté su mano, sobando con delicadeza la parte enrojecida, y le fulminé con la mirara. —¡Te he dicho que no me llames así!

— Pero es lo que eres —respondió entre risas, sujetando la puerta del local para que yo saliera.

— ¡Seungmin!

— ¿Cómo era lo que dijiste? —puso un dedo en sus labios, aparentando una actitud pensativa. — ¡Oh, cierto! "El popular Kim Seungmin, mi secreto amor platónico des-

— ¡Cállate, cállate, cállateeeeeee! —exclamé muerto de vergüenza al tiempo que cubría su boca con mis manos, sintiendo como me volvía rojo por segundos. ¡Quien me mandaba a mí enamorarme de este idiota!

— Traquilo Innie, ya te he dicho que no me importa en absoluto que estés colado por mí.

— ¡Te odio! —Grité furioso, soltándome de su agarre; ya que para quitarse mis manos de su boca había terminado cogiéndome de las muñecas.— ¡Tienes a medio colegio detrás de ti! —puse las manos en jarras, mirándole con indignación. — ¿Por qué tienes que tomarla conmigo?

— Porque tú eres más divertido que cualquiera de ellos —respondió sonriente.

Iba a responderle, pero al segundo de después puso cara de sorpresa y echó a correr, alegando algo tipo "¡OH DIOS MI AUTOBÚS! ¡Nos vemos mañana, lindo acosador!", y desapareció de mi vista en menos de un instante, dejándome plantado en medio de la calle con cara de idiota.

Jamás hubiera pensado en terminar así con Seungmin . De hecho ni siquiera lo imaginaba de esa forma, tan confiado, descuidado y alegre. Siempre me imaginaba nuestro primer encuentro como algo romántico y perfecto, con velas y spaguetti a la luz de la luna. Definitivamente esto no tenía nada que ver con las ideas que residían en mi mente.

Descubierto- SEUNGINDonde viven las historias. Descúbrelo ahora