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Era un día cualquiera, no había nada fuera de lo normal, sólo que...

Las vacaciones de verano se acercaban.

Para ser exactos, faltaba por lo menos un mes, o incluso menos. Algunos tenían los días contados.

Este sería el verano de mi vida, además, ¡Quería celebrar mi cumpleaños número 20 por todo lo alto!

Sacudí ligeramente mi cabeza para despejarme y poder seguir con lo que estaba haciendo, peinarme. Arreglé mi cabello negro y me maquillé como todos los días, no sin antes mirarme y darle unos pequeños retoques a mis ojos. Me encantaba hacer notar mi estilo, no era uno muy tierno como la mayoría de las de mi clase, pero tampoco era lo demasiado rudo como para asustar a los demás. Femenino y fuerte, así me gustaba.

Agarré una pieza de fruta y salí de casa para dirigirme a la universidad, era extraño ir sola, siempre iba con mi hermano mayor, pero parece ser que salió antes de casa.

...


– ¡Yaejin!

Apenas puse un pie en el aula y aquel dulce chico ya se había abalanzado hacia mí como si no me hubiera visto en décadas.

– Sunoo, nos vimos ayer, no hace siete años.– Dije esto mientras reía y correspondía su abrazo, separándome de él para mirarlo.

– ¿Y qué? Sabes que siempre me alegra verte, tonta.

Dijo mientras despeinaba mi tan trabajado cabello en cuestión de segundos, haciéndome suspirar algo molesta.

– Sí, sí, ya sé que no puedes vivir sin mí, queridísimo Kim.– Dije con una sonrisa divertida, sintiendo como las manos del contrario tomaban mi brazo para adentrarnos juntos a clase.

Nos conocemos desde los comienzos del instituto, además, teníamos la suerte de estudiar la misma carrera, por lo que estábamos en las mismas clases.

Al entrar, sentí la mirada de unas cuantas personas sobre nosotros, siendo más claros, eran los chicos del grupo de mi hermano, Sunghoon.

Ellos no estudiaban la misma carrera que nosotros, sólo Jake. Los demás estaban ahí esperando a que se hiciera la hora de irse a sus respectivas clases.

Sí, Park Sunghoon, ese chico alto y guapo tan popular en toda la uni. Acepto que sea carismático y gracioso algunas veces, pero también puede ser insoportable cuando convives con él.

– Ya vuelvo Sun, voy a decirle una cosa a Sunghoon.– Dije antes de que el pelinegro asintiera, algo sonrojado por alguna razón. Ignoré aquel hecho y me acerqué a ellos.

Todos me saludaron y yo les devolví el saludo antes de fijar mi mirada en mi hermano, señalándolo con el dedo. – Tú, ¿por qué no has venido esta mañana conmigo? No me habías dicho que te irías por tu cuenta.

– Pensé que estarías con tu amado novio, ese tal... ¿Sunwoo? No, no era ese nombr...

– Sunoo. Se llama Sunoo, y no, no es mi novio, idiota. – Interrumpí dándole un codazo antes de que terminara de hablar.

– Si buscas uno sabes perfectamente que yo no te rechazaré, Yae.– Intervino Jake con una sonrisa burlona, haciéndome reír sarcásticamente.

– Ya te gustaría, mejor usa ese truco con otra persona, rubito.– Tiene suerte de tener una sonrisa completamente radiante, porque si no fuera por eso, le hubiera dado un bofetón.

Hoon rodeó mis hombros con su brazo y señaló a sus amigos con un aura amenazante. – Sé que mi hermana es preciosa, en algo se tenía que parecer a mí, ¿verdad?– Echó su cabello hacia detrás y sonrió. – Como alguno se pase de listo con ella, juro que me olvidaré de estos años de amistad, ¿entendido?

Rodé los ojos mientras arqueaba mis cejas, mirando a otro lado.

– Bueno, cambiemos de tema.– Intervino Jungwon. – ¿A qué hora vais a ir a la fiesta?–

– Ni idea... ¿Y si quedamos antes y vamos todos juntos? Creo que sería buena idea.– Comentó Jake, girando su cabeza para mirarme con cierta intensidad. – Yae, ¿vas a ir verdad?–

Asentí con mi cabeza, haciendo una mueca antes de hablar. – Iba a ir con Sunoo pero me dijo que tenía cosas que hacer.

– Perfecto, entonces vendrás con nosotros, fin del tema.– Dijo Jungwon alzando su pulgar a modo de aprobación.

Todos asintieron, obligándome finalmente a ceder ante aquella propuesta. No estaba mal ir con ellos, eran muy buenos conmigo y era realmente divertido pasar tiempo junto a los amigos de Sunghoon.

Los conocía de hace muchos años, ya que siempre han sido el mismo grupo de amigos desde primaria. Era gracioso porque no todos tenían la misma edad pero congeniaban a la perfección.
Los menores eran Ni-ki y Jungwon, que tenían un año menos que nosotros. Luego estábamos Jake, Sunoo y yo, que teníamos o estábamos a punto de cumplir 20 años. Y finalmente Jay, Sunghoon y Heeseung, que tan sólo tenían un año más que nosotros.

Cada uno mantenía una conversación, haciendo que me sumergiera en mis pensamientos. De un momento a otro, sentí una mano sobre mi hombro, haciéndome sobresaltar con levedad.

– ¿Yaejin? Perdóname si te he asustado o algo, quería preguntarte algo.– Era Heeseung, se le notaba algo nervioso ya que intentaba evitar el contacto visual, aunque lo camuflaba bien gracias a esa aura de ¿superioridad? No sabría explicarlo muy bien.

– No, no es nada. Dime, ¿pasa algo, Hee?– Lo miré con curiosidad, intentando no mostrar ninguna señal de nerviosismo.

– Me preguntaba si...

Antes de que pudiera decir nada, el profesor entró al aula, haciendo que todo el mundo se sentara en sus respectivos sitios o se fuera a sus respectivas aulas.

Heeseung suspiró, podía notar la desesperación en su rostro, lo cual, se me hizo algo gracioso.

– Luego te lo cuento, a la hora del descanso, ven conmigo a la cafetería, ¿te parece?–

Asentí algo perdida, mirando por última vez sus profundos ojos café.

Sonreí inconscientemente al mirarlo.

Vi como el pelinegro salía de aquella clase junto al resto, despidiéndose de mi con un leve gesto con su mano, el cual le respondí con una sonrisa.

Me pregunto que le tendrá tan ansioso...

Apoyé mi mentón sobre la palma de mi mano, mirando hacia algún lugar de la clase, pensando en que querría decirme Hee en ese momento.

Me sentía emocionada por alguna razón.

...

𝐁𝐋𝐄𝐒𝐒𝐄𝐃; HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora