– ¡Date prisa, Yae! ¡Vamos a llegar tarde!
– ¡Dame un minuto más, sólo uno! – Respondí a un desesperado Sunghoon, terminando finalmente de arreglarme el cabello.
No era nuestro día de suerte, ambos nos habíamos quedado dormidos y ahora nos encontrábamos batallando por llegar a tiempo a clase.
Bajé las escaleras a la velocidad de la luz, tropezando con uno de los escalones, aunque salvándome de darle la mano a Dios gracias a mi oportuno equilibrio. Agarré todo lo necesario y salí de casa, posicionándome al lado de mi hermano, el cual, llevaba cinco minutos esperando fuera.
Para nuestra suerte, la universidad no quedaba muy lejos del lugar en el que vivíamos, pero teniendo el tiempo tan contado como en ese momento, parecía todo un recorrido.
Caminamos lo más rápido que nuestras piernas nos permitieron, llegando algo justos de tiempo, por no decir cinco minutos tarde.Me apresuré para sentarme al lado de mi mejor amigo, que ya me estaba mirando con una sonrisa divertida, a punto de estallar en risas al verme tan exhausta.
– Parece que acabas de correr toda una maratón.– Dijo Sunoo mientras se tapaba la boca con su mano, intentando disimular la risa que se quería escapar de sus labios.
Lo miré jadeante, inclinándome hacia el respaldo de la silla para hacer un intento de descanso. Ni en las clases de deporte había corrido tanto como hace unos minutos. – No exactamente, pero tampoco hay mucha diferencia de la realidad.
El chico se limitó a sonreír, acunando su mejilla sobre su mano mientras me observaba. Realmente era tan adorable sin siquiera intención de serlo.
Al sentirme recuperada, me incliné hacia él, alzando mi dedo índice en señal de que diría algo importante a continuación. Exacto, le conté sobre todo el chisme del día anterior. Es decir, mi encuentro con Yeonjun y Soobin.
Sunoo sólo se quedó boquiabierto, frunciendo su ceño al haber procesado toda la información recibida. Se veía algo pensativo y desorientado, pero sólo dejé que asimilara todo, incluida la parte de que estudiaban en la misma universidad que nosotros.
– ¿Me estás diciendo que a estas alturas tuviste que encontrártelos? Ya decía yo que estaba yendo muy bien el año.– Suspiró molesto, al mismo tiempo que echaba su cabello hacia detrás. – Bueno, hemos estado todo este tiempo sin encontrarnos con esos dos en clases, ¿por qué los verías ahora?
Asentí al darme cuenta del razonamiento medianamente lógico que mi amigo había planteado, dejándome un poco más tranquila.
Después de unos cuantos minutos más discutiendo sobre el tema, decidimos guardar silencio y prestar atención a lo que quedaba de clase.
...
Durante el descanso, me dirigí hacia la cafetería para tomar algo y despejar mi cabeza, ya que Sunoo tenía que ir a la biblioteca a ocuparse de algo pendiente. Por lo que, estaba yo sola contra el mundo.
A pesar de tener a mi hermano disponible, no me apetecía mucho juntarme con todo su grupo en ese momento. Me apetecía estar tranquila.Me senté en una banca algo apartada de la zona en la que todos los estudiantes se relacionaban, colocándome los auriculares para mayor tranquilidad.
De un momento a otro, al darle el tercer sorbo a mi café, sentí como alguien se sentaba al lado mía. Al principio, ignoré la presencia de aquella persona. Pero al percatarme de la ausencia de uno de mis auriculares, me giré inmediatamente, sintiendo como mi corazón se pausaba al ver de quién se trataba.
– Yae, por favor, ¿podemos hablar?
Mi cuerpo se tensó por completo, observando aquellos ojos tan familiares para mí, de manera desorientada. Cuando finalmente pude reaccionar, el chico se adelantó y comenzó a hablar.
– Sé que hice las cosas mal, sé que fue muy injusto para ti. No merecías nada de lo que pasó, Yaejin.– Hizo una pequeña pausa, pasando sus dedos por su oscura cabellera.– No sé qué pasó ese día y no voy a defenderme con la excusa de que fue ella la que me besó primero, porque sé que era mi responsabilidad apartarme. Aún así, en ningún momento quise que todo terminara así, fui un completo gilipollas, no merezco siquiera ser escuchado. No pude aguantar ver como ese chico te miraba y trataba, me sentí realmente amenazado, debí haber sido más racional.
–¿Ese chico?– Fue lo único que pude pronunciar, frunciendo el ceño por la confusión del momento.
– Sí, Lee Heeseung. No podía soportar ver lo mucho que le gustabas y encima, que ni siquiera tratara de disimularlo cuando estaba delante...
¿Yeonjun se sentía amenazado por Heeseung? Esto era increíble.
Una pequeña risa de incredulidad se escapó de mis labios, alzando ambas cejas de manera burlesca. – ¿De verdad te crees que voy a tragarme ese cuento de los celos? Heeseung y yo siempre fuimos amigos, ¿por qué pensarías que le gusto? Es imposible.
– ¿Imposible? Créeme que es muy posible, Yaejin. Eres la chica más hermosa e increíble que he podido conocer, sabes. Además, se le nota de lejos lo tonto que le tienes, no es sorpresa para nadie.– Dijo esto mientras agachaba la mirada, mordiendo su labio inferior para tratar de contener su tristeza y vergüenza. – Él siempre ha sido mejor que yo. Aunque me elegiste a mí en su momento, siempre tuve ese miedo de no ser suficiente para ti. Te quiero, Yaejin. Siempre te he querido con todo mi corazón, eres todo lo que necesito en mi vida. Te echo tanto de menos cada día que pasa...
Mi corazón cada vez se encogía más, haciendo que se formara un nudo en mi garganta. A pesar de todo, Yeonjun fue una persona muy relevante en mi vida, no podía evitar sentirme dolida por toda la situación.
Aparté la mirada del chico que tenía a mi lado, levantándome para salir de ahí. No quería seguir escuchando ninguna de sus palabras, necesitaba pensar sobre todo lo ocurrido por mi misma.
Fui hacia las escaleras que se encontraban detrás de mi facultad, sentándome en uno de los escalones a la vez que abrazaba mis piernas.
¿Que siempre me ha querido? ¿Gustarle yo a Heeseung? ¿Sentirse amenazado por él? No entendía nada. ¿Por qué haría eso incluso sabiendo que había una persona más interesada en mí? ¿por qué me hizo eso si me quería tanto como él dice?
Sin poder aguantarlo más, sentí como pequeñas gotas de agua caían sobre mis mejillas, manteniendo la mirada perdida en alguna parte. Mi cabeza era un completo desastre en aquel momento, era todo tan confuso.
De pronto, unas manos tomaron mi rostro con delicadeza, comenzando a secar cada una de mis lágrimas. El chico se encontraba agachado justo frente a mí, con una mirada llena de tristeza y preocupación.
– ¿Heeseung?– Murmuré con los ojos cristalizados, abrazándolo de inmediato mientras rompía en llanto.
El chico me estrechó entre sus brazos con una inmensa calidez y dulzura, haciéndome sentir segura en ellos. Una de sus manos comenzó a acariciar mi cabello con lentitud, susurrándome pequeños "tranquila" a la par que intentaba cesar mi llanto.
– Estoy aquí contigo, ya pasó, mi pequeña.
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𝐁𝐋𝐄𝐒𝐒𝐄𝐃; Heeseung
Fanfiction𝐁𝐋𝐄𝐒𝐒𝐄𝐃 || Con solo un toque me volviste loco, me hiciste volar más alto de lo que alguna vez he ido... ¿Entiendes todo lo que siento por ti? Me siento bendecido de estar en tu vida, porque tú salvaste la mía. ... 𝐈𝐍𝐅𝐎 » Historia Heterose...