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– ¡Ni-ki!

Saludé al menor con la mano, sonriéndole con emoción. El rubio me devolvió la sonrisa, sentándose a mi lado mientras bebía un poco de su vaso y subía una pierna a la mesa que estaba frente a nosotros.

– ¿Qué haces aquí sentada? Si quieres bailar puedes hacerlo conmigo, sabes que soy el que mejor baila de todos nosotros.– Dijo mientras me guiñaba un ojo y se reía.

Razón no le faltaba, el chico era increíble con el baile. Claro, se dedicó a ello desde que era muy pequeño, es algo que le apasionaba.

– En realidad sólo quería descansar un poco, aunque ya me estaba aburriendo... Os iba a buscar antes de encontrarte.– Sonreí intentando sonar lo más convincente posible.

No quería contar lo sucedido anteriormente, no por mí, sino por Jake. Lo conozco desde que éramos pequeños y en el fondo sabía que él no quería comportarse de aquella manera, puede que siempre actuara de una manera algo coqueta conmigo, pero aún así ese chico no era malo, siempre ha sido muy amable con los demás.

Ni-ki sonrió al escucharme, pasando su brazo por encima de mis hombros mientras levantaba su vaso con la mano libre que le quedaba.

– ¡Menos mal que ha llegado tu guapísimo chico japonés a salvarte de este aburrimiento! Ahora tendrás que acompañarme el resto de la noche.

– ¿Cuánto has bebido?

– ¿Yo?– Levantó su cabeza ligeramente hacia alguna parte de aquella abarrotada sala mientras pensaba por unos segundos en una respuesta razonable, o eso creía yo. – No sé, no llevo la cuenta.

Empecé a reírme a carcajadas por su respuesta. El menor no tardó mucho en acompañarme en el acto, ya que ambos nos encontrábamos poco estables, por no decir completamente ebrios.

– ¿Alguno de los dos me podría contar el chiste? Me apetece reírme un poco también. – Dijo Jay apareciendo de la nada junto a Jungwon. Ambos se encontraban frente a nosotros, sonriendo con diversión al vernos tan embriagados.

– Yo creo que simplemente se ríen sin sentido, van un poco piripi. – Respondió Jungwon riéndose, haciendo que nosotros nos riéramos aún más.

– ¿Piripi? ¿Qué palabra es esa?– Dijo Ni-ki entre carcajadas, contagiándome al instante también.

– Ni idea, no la había escuchado nunca.

Jay y Jungwon sólo nos miraban y reían por nuestras tonterías. Pero de un momento a otro, Jay se acercó más a al chico que se encontraba a su lado.

– ¿Dónde estarán los demás? Llevamos bastante tiempo sin verlos.

– A saber, estarán por ahí ligando o bebiendo.– Respondió Jungwon, encogiéndose de hombros. – Aunque... Es cierto que llevan un buen rato desaparecidos. Es raro que Jake no esté detrás de Yae.

Jay soltó una pequeña risa debido al comentario del chico, asintiendo con la cabeza. – Tienes razón... Bueno, ya saldrán de su escondite, divirtámonos.–

...

– ¿Vais a responder o se os ha desintegrado la lengua?

El castaño entrecerró los ojos mientras se apoyaba en el marco de la puerta y cruzaba sus brazos, esperando algún contexto por parte de los dos chicos.

– A Jake le dio un pequeño mareo y decidí traerlo a un sitio más apartado, dijo que se sentía mal. – Improvisó Heeseung de la mejor manera posible, mirando a Jake con intención de que le siguiera el juego.

– Sí... Aunque me encuentro mejor ahora. Creo que bebí demasiado y casi llego a mi límite.– Añadió el rubio mientras se rascaba la nuca con nerviosismo, intentando evitar el contacto visual con Sunghoon.

𝐁𝐋𝐄𝐒𝐒𝐄𝐃; HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora