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— ¿Con Ni-ki...?

Asentí manteniendo la mirada sobre él, intentando descifrar sus expresiones faciales, lo cual no funcionó mucho ya que el chico simplemente mostró un semblante sorprendido, fuera de lo usual para ser sincera.

Eso me hizo pensar en que seguramente el chico estuvo escondiéndome algo que, por alguna razón que desconozco, no quiso compartir conmigo.

Sunoo suspiró derrotado, empezando a jugar con sus dedos, claramente nervioso. — Verás... Él y yo no hablábamos mucho, lo sabes.— Asentí con la cabeza. — De hecho, yo pensé que incluso le caía mal o algo parecido, pero una vez coincidimos durante las clases. Yo había tenido un problema con mis padres ese día y no me encontraba muy bien, así que tuve que ir al baño para poder calmarme un poco, ya sabes.— Me miró avergonzado, confirmándome que estuvo llorando en el baño ese día. — Entonces no pude aguantar y me desmoroné, en eso, entró Ni-ki y cuando me vió, se acercó a mí. Para mi sorpresa, lo único que hizo fue darme un abrazo sin decir nada antes ni durante eso, simplemente lo hizo hasta que logró calmarme. Desde ese día, empezamos a hablar más y a hacernos más cercanos... Pero la verdad es que no te lo quise contar porque no sabía cómo reaccionarías, además de que... No estoy seguro al 100% de mis sentimientos hacia él todavía, por eso no quise darle mucha importancia.

Lo miré sorprendida, analizando lo que acababa de escuchar. ¿Entonces esos dos estuvieron hablando todo este tiempo? No podía creerlo. Es decir, no soy tampoco tan tonta como para no haber notado la tensión que había entre aquellos dos chicos, pero no pensé que se hubieran vuelto tan cercanos de repente.

— Sun, ¡eso es genial! De verdad estoy decepcionada, ¿por qué no me lo habías dicho antes? A veces pienso que eres bobo, querido mío.— Dije mientras me inclinaba hacia él, con cuidado de no tirar nuestras cosas, y revolví su cabello con cariño, viendo como aquella hermosa sonrisa aparecía de nuevo, cosa que me hizo feliz,

— Tenía miedo de que pensaras algo malo o que yo pudiera actuar de manera impulsiva. Pero he estado pensando mucho durante estos días y realmente pienso que Ni-ki me gusta, no creo que sea algo temporal. Cada vez que estamos juntos mi corazón se agita como loco y bajo completamente la guardia, ¿entiendes lo que quiero decir?

Me quedé pensativa unos segundos al escuchar las últimas palabras del chico. Ese sentimiento se me hacía familiar... ¿Acaso me siento así cuando estoy con Heeseung? Es cierto que cuando estoy con él me suelo poner nerviosa y me late el corazón a mil, ¿pero realmente me sentía atraída románticamente por él?

Decidí asentir ante la pregunta del contrario, quedándome en una pequeña burbuja de dudas. La tarde siguió, pero simplemente no pude concentrarme de nuevo pensando en el mayor.


...


El día había pasado con lentitud, no fue muy interesante para ser sincera. Después de contarle todo a Sunoo y de haber descubierto aquel misterio que me tenía tan intrigada, volví a mi casa para pensar en todo lo sucedido nuevamente.

¿Heeseung realmente me gustaba? Y si fuera así, ¿yo también le gustaría a él?

A ver, pensándolo desde otro punto de vista, dos no hacen nada si uno no quiere, por lo que él seguramente estaba deseando ese beso al igual que yo, ¿verdad?

Suspiré algo frustrada mientras me apartaba el cabello de la cara, acostándome boca arriba para fijar mi vista en el techo blanco de mi habitación. Si no fuera por la música que había puesto horas antes, ahora mismo estaría sumergida en un profundo silencio ya que mi hermano había salido a casa de Jake.

De pronto, el sonido de una notificación me sacó de mis pensamientos, por fin.

Agarré el móvil para mirar de qué se trataba y al procesarlo bien, sentí como mi corazón dio un vuelco y una voltereta mortal trasera.

Era un mensaje de Heeseung.

Emocionada, y a la vez aterrada, desbloqueé aquel aparato, pensativa en si leer su mensaje o esperar un rato.
Era obvio que no iba a poder esperar, por eso el dicho de "la curiosidad mató al gato".

Pulsé sobre la notificación para poder leer el mensaje, invadida por los nervios que me causaba aquel chico.

Hee

Hey, ¿te apetece salir o hacer algo? Estoy aburrido

Aunque si estás ocupada no pasa nada

Sonreí con amplitud al leer aquellos mensajes, ahogando un pequeño grito de emoción.
Ok, ahora tenía que pensar qué responder para no parecer una desesperada.

Tras varios minutos pensándolo, decidí finalmente escribir una respuesta.

Yae

Holaa ^^

Claro, ¿dónde te viene bien que nos veamos?

Hee

Pasaré a recogerte en tu casa

Llegaré en 15 minutos más o menos

– Mierda.– Al leer aquel mensaje, apagué rápidamente la pantalla del móvil y me levanté de un brinco, yendo hacia el vestidor para buscar algo rápido.

¿Debería arreglarme mucho? No creo, tampoco seré tan exagerada... Pero, ¿y si no me arreglo tanto y me ve fea? No Yaejin, nunca estás fea.

Después de auto convencerme y pensar en algo para ponerme durante unos pocos minutos, decidí ponerme algo bonito, pero casual. Una falda vaquera y un top blanco abotonado que se ceñía muy bien a mi cuerpo, perfecto.

Me maquillé como hacía todos los días, aunque esta vez intenté hacerlo algo diferente para poder verme mejor y no tan monótona, para poder arreglar finalmente mi cabello con unas ligeras ondas.

Al haberme perfumado, di unos pequeños retoques y escuché como alguien tocaba al timbre, ya estaba aquí. Después de revisarme en el espejo como cien veces en un segundo, decidí bajar para encontrarme con aquel chico de cabellera oscura.

Lee Heeseung está ahora mismo esperándome justo detrás de esta puerta, ¿acaso eso significa algo?

Solté un largo suspiro para intentar calmarme un poco, antes de abrir aquella puerta y ver a aquel apuesto chico, sonriendo al instante en el que ambos nos encontramos.

– Vaya, estás muy guapa.– Dijo mientras sus ojos me recorrían de arriba a abajo, haciendo que un pequeño cosquilleo en mi abdomen se hiciera notar. Me limité a sonreír con timidez, dándole un pequeño empujón a modo de agradecimiento.

– ¿A dónde vamos?– Pregunté con curiosidad mientras me posicionaba a su lado, empezando a caminar sin rumbo alguno, o eso creía yo.

– En realidad, no te escribí porque estuviera aburrido, ¿sabes?– Respondió mientras miraba hacia delante, llevando su vista hacia mí de un momento a otro. – Me apetecía verte, y ya que estamos, podemos ir a divertirnos un poco.

Sin decir nada más, me sonrió con amplitud, devolviendo su vista hacia la acera.

¿Tenía ganas de verme? ¿Lee Heeseung tenía ganas de verme?

...

𝐁𝐋𝐄𝐒𝐒𝐄𝐃; HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora