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Me sentía tan tonta que no pude evitar sonrojarme de la vergüenza que sentía por mí misma.

Agarré mi móvil de la manera más disimulada posible para ver la hora, eran las doce.

¿Cuál fue la principal razón por la que vinimos de vacaciones a la casa de Jay? Claro, por el cumpleaños de Jungwon.
Siendo este el motivo principal cualquiera pensaría que es realmente complicado olvidarse de aquello, pero por alguna razón, estaba tan desubicada que no recordaba ni a qué día estábamos.

Por acto reflejo, sonreí con amplitud mientras aplaudía y cantaba también el cumpleaños feliz junto a los demás, los cuales sostenían un hermoso pastel junto a un par de velas, formando el número 19.

Jungwon estaba sorprendido y a la vez bastante contento, sonriendo de tal manera que sus ojos habían desaparecido de su rostro, formando así una ligera línea. Se veía realmente adorable, cosa que me hizo agarrar mi teléfono para fotografiarlo.

Jay era el que estaba grabando todo, cual padre emocionado en el cumpleaños de su hijo de 5 años. Movía su teléfono de lado a lado, como si fuera un camarógrafo profesional cual tarea era grabar a aquel pequeño chico como si su vida dependiera de ello.

Al terminar, Jungwon sopló las velas, haciéndonos aplaudir a todos con entusiasmo; antes de abalanzarnos sobre aquel pequeño chico y abrazarlo con todo el cariño del mundo.

— ¡Qué rápido has crecido, Wonie! — Exclamó Sunghoon mientras lo abrazaba también, a la par que Jake dejaba la tarta sobre una pequeña mesita que se encontraba cerca, imitando las acciones de mi hermano.

Mientras observaba aquella enternecedora escena, Heeseung se acercó hacia mí con una sonrisa divertida.

— ¿De verdad te olvidaste? — Susurró mientras reía con suavidad, haciendo que mis mejillas se calentaran y frunciera el ceño.

— ¡No fue mi culpa! Lo que pasó con Jake y Hoon me despistó lo suficiente...

— Ajá, entonces es culpa de ellos dos, ¿verdad?

Me quedé en silencio por unos cortos segundos. — ¿Sí...?

Heeseung soltó una carcajada, negando con su cabeza a la vez que acariciaba mi mejilla con delicadeza. — Claro, Yae. Todo es culpa de ellos dos, qué malos que son, ¿cierto?

Su sarcasmo hizo que rodara mis ojos con una pequeña sonrisa, asintiendo ante sus palabras para seguirle el juego.

De pronto, apareció Ni-ki con unos platos y un par de cubiertos, entregándoselos a Sunghoon para que pudieran empezar a repartir el pastel.

Jay cortó cada pedazo de la mejor manera posible, dejando las porciones sobre cada plato que Sunghoon le aproximaba. Cuando recibí mi porción, no dudé en probarla, emitiendo un pequeño sonido mientras alzaba mis cejas debido al increíble sabor que tenía.

— Por dios, ¡está deliciosa!

Jake rió ante mi reacción y asintió con su cabeza, orgulloso. — Por algo estuvimos casi todo el día fuera, queríamos traerle a nuestro Wonie el mejor pastel de aquí.

Jungwon sonrió una vez más en señal de agradecimiento, llevándose otro pedazo de pastel a la boca. — Sin duda es la mejor tarta que he probado en mi vida, muchas gracias, chicos.

Todos nos encontrábamos comiendo de nuestra porción en aquella acogedora habitación, no tardando mucho en que alguno se levantara para repetir.

— Mañana, bueno, hoy. — Se corrigió Jay, antes de continuar con lo que estaba diciendo. — Será la fiesta, por lo que tenemos que dormir todos lo más temprano posible para poder durar mucho en la noche, ¿bien?

𝐁𝐋𝐄𝐒𝐒𝐄𝐃; HeeseungDonde viven las historias. Descúbrelo ahora