𝚍𝚊𝚍𝚍𝚢 𝚑𝚘𝚙𝚙𝚎𝚛 ; 𝙗𝙮𝙡𝙚𝙧

12-Escapadas (primera parte)

—Ah... Mike...—Byers suspiraba, sus brazos rodeaban el cuello de su novio teniéndolo entre sus piernas mientras Mike le lamía el cuello -con una notoria erección que Will podía sentir claramente chocando con su trasero-. No costó demasiado colarlo en la habitación del castaño, pues los ronquidos de Hopper se escuchaban por toda la casa. Incluso el pelinegro pensó que si Will gemía sonoramente aún así los jadeos serían opacados por el policía.

Mike rió.—Es un poco raro estar apunto de hacerte el amor escuchando a Hopper de fondo.

Will rodó los ojos.—Lo que es raro es que menciones eso ahora, Wheeler. Cállate y bésame.—los dos rieron y unieron sus labios, Mike comenzó a llevar sus manos dentro de la camiseta de Will, tocándolo de manera lasciva por todo el torso hasta llegar a sus pezones, los cuales empezó a pellizcar por debajo de la ropa. Esto es algo que Mike no había hecho antes así que sorprendió un poco al castaño.—A-Ah, cielos...

—¿Se siente bien?—habían cosas que realmente tenían que experimentar y descubrir entre los dos, pues cada uno seguía siendo un inexperto en el tema.

—S-Sí, a mí me gusta... Mmph~—Al ver su reacción, Wheeler quiso ir más lejos y adentró su cabeza en la camiseta de Byers.—¿Mike? ¿Qué es lo que vas a ha-... ¡A-Ah!—el pelinegro comenzó a lamer y chupar sus pezones rotando paulatinamente entre estos, cuando tenía la boca ocupada en un botón, apretaba y pellizcaba el otro. Will cerró los ojos y abrió la boca del placer siendo un desastre de gemidos, solo pudo abrazar la cabeza de Mike a través de la tela para demostrar todo el amor que estaba sintiendo por su novio.

Wheeler en un momento dado llevó sus manos a la espalda del pequeño aún succionando sus pezones, levantando su cuerpo hasta posicionarlo sobre su regazo. En vez de mover su lengua sobre los pezones de Will, decidió que fuera el castaño quien se moviera sobre la suya, así que la apoyó sobre uno de estos, esperando a que el otro comenzara. Sin embargo, Will no se movía, pareció no entender que quería hacer.—¿A qué esperas? Dame unos buenos sentones con ese bonito culo, cielo.—Will se sorprendió ante sus palabras, ¿desde cuando Mike era así? Sintió la sonrisa de Wheeler sobre su pecho y seguidamente el ardor de un golpe que fue a parar a su trasero, haciéndolo jadear de la sorpresa.

—¡M-Mike! ¡E-Es vergonzoso que hagas eso!—se quejó Will hablándole a la tela con un ligero rubor en las mejillas, aunque secretamente le había gustado, y mucho. Mike jamás salió de la camiseta de Byers, pues en cierto sentido daba un poco de morbo tenerlo allí dentro, viendo como algunos mechones sobresalían del cuello de la prenda.

—Oh, ¿aún seguimos en fase de vergüenza? Eso no puede ser, Will.—el más alto agarró con sus dos manos el trasero de Byers subiéndolo y bajándolo tortuosamente, haciendo que el movimiento causara que el pezón del chico rozara con la lengua estática de Wheeler a la vez que los sentones estimulaban al mini Mike.

Will se dejó llevar por el pelinegro, pues simplemente era incapaz de hacer cosas así de vergonzosas por si solo, pero tampoco le parecía justo que siempre acababa siendo Wheeler quien tomaba las riendas de sus encuentros sexuales, así que se preparó mentalmente.—M-Mike... ¡Ah~! E-Espera un segundo, por favor...

Y Mike paró inmediatamente, sacando finalmente su cabeza al exterior para mirarlo a la cara.—¿Q-Qué pasa? ¿No te ha gustado? ¡Dios! ¿Te he dado muy fuerte? Lo siento Will, yo-...—fue interrumpido por un beso del castaño.

Will se separó riendo.—No es nada de eso.—la expresión del pelinegro parecía haberse suavizado.—Es solamente que quiero que seas tú el que se pueda relajar por una vez...—Will desvió su mirada hacia un lado cabizbajo, teniendo la cara roja, y Mike lo comprendió totalmente.

Emocionado, Wheeler se separó del castaño y fue a por una cajita que había en su mochila sacando un condón y un lubricante. Se acostó boca arriba sobre el colchón descansando su cabeza en la almohada, comenzando a quitarse los pantalones al igual que el resto de prendas. Byers repitió la acción. Cuando estaban ya los dos completamente desnudos, Mike abrió el sobre y se colocó el condón mientras miraba a su novio con una sonrisa lujuriosa, Will al ver esto giró inmediatamente su cabeza avergonzado. El pelinegro soltó una risa y finalmente se acomodó de nuevo sobre el colchón esperando al contrario. Byers comenzó a gatear con timidez sobre Mike hasta posicionarse encima de su miembro.—¿Quieres que te prepare yo?