Capitulo 1

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La vida adulta no es fácil de hecho es un asco, tienes muchas responsabilidades y no puedes renunciar así de simple, cuando era infante y adolescente todo era más fácil. sin embargo, soy feliz con la vida que llevo porque puedo decir que he logrado todo aquello que alguna vez desee, he podido alcanzar cada meta que me propuse y sobre todo sigo conservando a personas a las cuales amo profundamente.

Quien hubiera pensado hace quince años atrás que la Beatriz Miller sería un nombre y apellido conocido en editoriales y librerías, mi más grande logro fue ese. Cuando veo ese estante de cristal con acabados plateados con los títulos que he creado en estos años y los cuales ninguno ha sido un fracaso en el mercado y para mis seguidores, me hace pensar que todo valió la pena. Todo lo malo y bueno vivido a lo largo de mi vida ha servido para esto, para aprender y poder formar a la gran persona que soy, apreciando lo que tengo y soltando lo que se va y viviendo el momento, solo eso.

Mientras saboreo mi segunda taza de café de esta mañana de primavera siento los labios de Carlos en mi frente, saludándome como es de costumbre todas las mañanas, desde que nos mudamos juntos.

- ¿refinando lo último de la boda? - pregunto.

Yo sonreí cerrando la laptop, recargué mi mentón en mi mano izquierda mientas agarraba mi taza con la otra y miraba a mi guapo hombre de traje con su corbata mal puesta.

-no, para eso Danna ya se encargó- le dije

-ah claro que sí, me alegra que no estés tan estresada debería de agradecerle a ella- me miro Carlos con una sonrisita.

No contuve más mi ansiedad de ver esa corbata mal hecha así que estiré mis brazos para comenzar a quitársela.

- ¿Por qué insistes en usarlas? - lo mire riendo. - eres doctor, no lo necesitas- le dije dejando la corbata en la barra.

Carlos sonrió mientras se sentaba en una de las sillas y servía café en una taza.

- ¿está bien que no use el día de la boda? – pregunto mirándome.

- claro que no, ambos sabemos que no será una típica boda. - le dije dándole un besito en sus labios.

Mi relación con Carlos es la que siempre imagine, viviendo en una casa que compramos entre los dos, decorada a nuestros estilos, con mascotas y plantas, con trabajos donde hacemos lo que nos gusta, siendo sanos, respetuosos, sinceros y amándonos como somos sin reproches o reclamos, aprendiendo de ambos y siempre tratando de mejorar ya sea por nuestra relación o por uno mismo. Siempre supe que lo encontraría, el andaba por ahí y que cuando fuera el momento exacto nos toparíamos y seria como una revelación cuando nos viéramos frente a frente.

Todo lo malo que pase sola ha sido recompensado con Carlos a mi lado, ahora a menos de un mes de casarnos estoy más segura que nunca de que no quiero estar con nadie más que con él y que nadie más merece que le diga lo mucho que lo amo.

Danna me esperaba en la cafetería la vi sentada en la mesa junto a ventana este día nos tocaba confirmar los arreglos florales de la ceremonia, escogería jazmín, entre al local y fui hasta donde mi amiga estaba esperándome lo primero que hizo fue mostrarme una imagen en su Tablet.

-las invitaciones ya casi están- me dijo.

-hola amiga yo también estoy feliz de verte. - le dije sarcásticamente.

Ella está más emocionada por mi boda, la ha esperado por muchos años y ahora que está por casi nada de que pase se tomó el papel de hada madrina para los preparativos.

-lo siento Beth ¿Qué te parecen? Es como tu dijiste- hablo

-me gustan dejemos que sean así- hable acomodando mi bolsa luego la mire a la cara. – los vestidos de las damas ya casi están listos, pasaremos por Camille y Alli para ir a la prueba- le dije.

-le dije a la lupita que me llamara a mí, no quiero que te estresen- dijo saboreando su café.

-no es para tanto... tengo hambre ordenare un pedazo de pay ¿quieres? - le pregunte.

Danna me miro con su cara de horror, yo reí.

-sé que no estás haciendo una dieta, pero deberías al menos de evitar por este mes, un poquito de chatarra y esas cosas que tu consumes- me dijo ya estresada.

-el vestido se adaptará a mí, tranquila- le dije sonriendo.

Sé que no lo decía de mala fe solo trata de ayudar, es por eso que confió en ella para la boda, pero yo prometí no hacer una dieta para poder lucir el vestido para mí lo más importante es disfrutar todo este proceso.

Después de comer mi rebanada de pay de queso y moras con un frapee nos fuimos a la casa de Camille, cuando llegamos Allison aún no estaba lista.

- ¡Allison no hagamos que tu tía llegue tarde! - grito Camille, luego nos miró. - lo siento – soltó mi agotada cuñada con mucha pesadez.

Mire a mi adolecente sobrina que salía de su habitación con su rostro fruncido y los audífonos puestos seguramente se había peleado con sus padres, la conozco muy bien.

-hola tía- saludo desganada.

-¿Qué te pasa? Creí que estabas emocionada por ir a ver tu vestido- le dije.

-pelee con mis padres- me miro y luego se fue al auto.

Sonriendo mire a mi cuñada que solo me hacía un gesto y subía al auto. La molestia se le paso cuando vio el vestido y se lo probo.

-te dije que el color lavanda se vería bien- le dije a danna.

-con tu forma de ser creí que si escogerías el negro. - comento Camille

-siempre no quise por que la boda será de día y no va- le contesté.

Para medio día me quede a comer con mi cuñada y mi sobrina, Dante mi hermano llego, se alegró mucho de verme en su casa, con mi trabajo y la boda casi no nos habíamos visto.

-bethy que bueno que bienes- me dijo abrazándome.

-hace mucho tiempo que quería visitarlos ¿Cuánto hacia que no los miraba? ¿casi medio mes? - lo mire

-justo acabo de pasar a ver a mama, estaba agendando lo del bufet, todos están locos por tu boda también llame a Carlos para ver lo de la despedida de soltero y me dijo tu encárgate- rodo sus ojos al momento de estar hablando.

-te prohíbo que sea en un bar, puedes hacerlo en la casa porque la de nosotras será en casa de mama- le dije sonriendo.

Seguíamos comiendo cuando Allison toco el tema de querer ir a una fiesta con sus amigos.

-Allison ya dijimos que no iras- le dijo Dante.

-pero pa todos irán, jay estará ahí-

- ¿Quién carajos es jay? - mi hermano la miro.

-es su amigo, el niño que viene a visitarla- le dijo camille.

-aaa con más razón no iras, jay no me agrada- Dante exagero.

Allison chillo haciendo un berrinche y me miro.

-tiaaaaaaa-

-no metas a tu tía en esto señorita- le dijo mi hermano.

-ay Dan dejemos que vaya- le dijo Camille.

-Allison aún está muy pequeña para ir a fiestas con su amigo jay ese- nos miró.

Mi sobrina se levantó miro a su padre y se fue llorando, Camille y yo lo miramos molestas.

-no me miren así pónganse en mi lugar, es una niña-

-Allison está creciendo y es mejor que lo entiendas de una vez, que ya no es tu niñita y nadie debe de entenderte a ti sino a ella, se viene una etapa de su vida muy importante- le dije muy seriamente, me levanté de la silla. - iré hablar con ella. - le dije.

Fui a la habitación de Allison toqué dos veces y ella abrió, se secaba sus lágrimas, pero sus ojos estaban rojos e hinchados.

Para el que nunca fue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora