Carlos se despertó muy temprano en sábado a preparar desayuno.
-este es nuestro último desayuno como novios-
Reí mientras comía los huevos revueltos.
-¿Estás nervioso?-
-por favor he esperado este momento por años, literal, por años, me muero de los nervioso-
-yo también, no puedo creer que vaya a casar y contigo-
-¿Nunca lo pensaste?- me miró riendo.
-cuando te conocí no, ni por la mente se me pasó que algún día tu y yo seríamos esposos-
-yo si, cuando te mire esa vez en el río pensé "esa chica se casara conmigo algún día"-
-no es verdad, creo que ninguno de los dos lo imaginamos-
-tienes razón, solo me gustaste pero jamás imaginé que me enamoraría tan locamente de ti-
-me harás llorar si sigues hablando, últimamente he estado muy sensible por todo-
Carlos se comenzó a reír de mi.
Me prepare para irme a la despedida de soltera y dejarle la casa a Carlos.
-ya me voy, no rompan nada- le dije amenazándolo.
-claro que no, divierte mucho-
-tu también, nos vemos más tarde-
Me subí al auto, al llegar a casa de mi madre ya estaban todas ahí, amigas de mi trabajo y de la universidad.
-mañana es el gran día ¡Beth se casa!-
-no puedo esperar para verte con ese vestido hermoso- me dijo mi madre.
La abuela me hizo varios juegos de suerte para ver cómo será mi futuro, una tarde de chicas con mucha música y bebidas preparadas.
Cuando llegue a la casa encontré a Carlos sacando dos bolsas de basura.
-hola ¿Cómo estuvo la fiesta?-
-si a esto se le puede llamar fiesta pues estuvo bien, Dante comenzó a llorar y Alex comenzó a recordar muchas cosas vergonzosas-
-¿Alex y Danny si llegaron a tiempo?-
-vinieron directamente aquí después de bajar del avión-
Nos metimos a la casa mire algunos regalos que ya había llegado antes.
-ehh... Este es de una tía que no vendrá pero envía sus felicitaciones ¿Nos regaló una tetera?-
-es una vasija de colección-
-¿Quien regala eso?-
Nos reímos.
-me alegra mucho que se hayan divertido-
Me acerque a Carlos para abrazarlo, quería hacerlo. El me rodeo con sus brazos, beso mi frente y me miró a los ojos, no necesito que me diga algo con él no necesito las palabras.
-esto me recuerda a nuestra primera cita como novios- me dijo.
-a mi me recuerda al baile de graduación-
Carlos sonrió.
-quiero bailar contigo una canción-
-¿Que canción?-
Había una canción en especial que quería dedicarle a Carlos antes de nuestra boda. Bailamos esa noche en la mitad de nuestra sala escuchando Little things.
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Para el que nunca fue.
Romance"Recordar es vivir" Muchos dicen eso y yo soy una de esas personas, no lo creía antes de que le contará a mi propia sobrina sobre mi adolescencia que fue una muy oscura pero también brillante, un viaje de autodecubrimidnto y emociones encontradas, a...