Para el que nunca fue.

Capitulo 3

Corría el año 2015 la moda era los pantalones entubados de colores fluorescentes, el mostacho aún estaba en tendencia, se usaba en todo y la banda del momento era one direction ¿Cómo olvidar? Yo tenía una obsesión con ellos, todo mi cuarto estaba tapizado de poster de ellos, mi playlist eran de sus canciones y Harry styles era el único hombre de mi vida y de mis suspiros.

Era agosto de ese año tuve mi primer día de clases, estaba nerviosa no conocía a nadie, todo era nuevo para mí, las clases, el lugar, maestros y mis compañeros. La secundaria había sido algo fácil, pero esto ya era la preparatoria.

Lamentablemente mis libros me habían vendido la idea de que ese era la etapa de autodescubrimiento, vivir nuevas experiencias y obviamente conocer el amor. Wattpad vendía mucho esa idea y todas sus historias hablaban del típico cliché escolar, el deportista, la popular, la rara, el bully, los bulleados, los drogadictos, el nerd y en ese entonces ser emo, otaku era suicidio social. Por cierto, Wattpad era la plataforma donde escritores amateurs publicaban sus historias.

-yo era la otaku y emo- Danna soltó emocionada.

- ¿y tú que eras, tía? - me pregunto Allison.

-esa era la misma pregunta que me hacía en ese momento, no sabía quién era en realidad- Le respondí.

Recuerdo haberme sentado hasta atrás de la tercera fila y quedarme ahí mirando como uno tras otro alumno entraba y se quedaba en su lugar, algunos ya habían entablado platicas con otros, pero yo solo me quede ahí, me había prometido a mí misma cambiar un poco y ser más sociable así que si alguien se acercaba a mí para conversar yo seguiría la plática y así fue, lisa Gómez fue la primera en hablarme.

-esa perra- Danna no se cansaba de dar spoiler. - escucha a tu tía y me entenderás- le dijo.

Se sentó junto a mí, me sonrió y dijo.

-hola soy lisa ¿y tú? - me pregunto.

-Beatriz- le conteste medio sonriendo.

Después fue Andy Duarte quien se unió solo dos días después, ella era muy fuerte pero siempre necesito de nosotras, Clara Zamora era la mama del grupo, las más responsable e independiente de todas nosotras en tan poco tiempo hicimos un lazo de amistad, el escuadrón así nos hacíamos llamar, ridículo lo sé, pero con ellas sentía que encajaba al fin yo podía hacer o decir cualquier cosa y ellas nunca me juzgarían. Pensaba que con lisa había encontrada mi otra mitad porque compartíamos los mismo gustos yo podía hablar horas y horas de one direction y ella de Justin Bieber sin aburrimos una de la otra, todo lo hacíamos juntas excepto los clubs extra escolares ellas escogieron teatro, les gustaba ser el centro de atención algunas veces, en especial a lisa su belleza le ayudaba, recuerdo que tenía un largo cabello que le llegaba hasta los hombros y su flequillo de color naranja, sus pecas le daban un toque tierno. Yo en cambio opte por ser la rata de la biblioteca, era un lugar tranquilo donde casi nadie entraba y yo podía tomar cualquier libro sin problemas, robe algunos.

La pasaba muy bien con mis amigas en la escuela, pero al regresar a casa ese sentimiento de soledad y abandono me invadía, más cuando estaba sentada en el comedor con la comida recalentada, solo me quedaba el recuerdo de que alguna vez ese mismo lugar fue el centro de tantas risas y escándalos, la comida recién hecha y mi familia completa. Mi padre se había ido de la casa dos años atrás porque no le importábamos más, pero yo me aferraba a la idea de que el regresaría a la casa por eso siempre me quedaba ahí, mi madre y dante no eran capaz de romper esa ilusión, también yo era algo terca siempre estaba justificando la ausencia de mi padre diciendo que tenía mucho trabajo o estaba en sus viajes largos por eso no podía llamar o enviar un mensaje. Cuando el, se fue yo el pase muy mal incluso tuve que estar medicada por la maldita depresión que golpeo a mi puerta.

Esta parte era un poco difícil de mencionar para mí no era como que me gustara mucho hablar de mis problemas emocionales durante la adolescencia, además que Allison no lo sabía pero debía de hacerlo, no le ocultaría nada de la historia.

Nadie de mis amigas sabia eso porque no quería que pensaran que estaba loca o algo así, mantuve eso en secreto era irónico porque con ellas me sentía en confianza.

Y aquí viene Joshua Barrios. Estábamos por terminar el primer parcial del semestre, todos ya teníamos un lugar, todos nos ubicaban porque lisa era la extrovertida que hablaba con todos y muchos de los chicos querían salir con ella, pero lisa solo le interesaba una persona en especial, Charlie García.

Charlie media aproximadamente uno setenta de altura a sus dieciséis años, era atlético y su piel morena combinado con sus ojos verdes lo hacían muy atractivo para todas las chicas, lisa tenía mucha competencia, pero su confianza le ayudo mucho. Con Charlie siempre había dos chicos con él, esos eran Josh y Alex.

Josh era unos centímetros más bajo que Charlie, también era atlético y si piel canela no combinaba con sus ojos cafés oscuros casi negros pero sus llamativas pestañas le daban una mirada cautivadora y sus cejas arqueadas marcadas le hacían gran ayuda. Alex en cambio era blanco y castaño, sus ojos eran rasgados y su estatura le daba un toque cómico, era exasperante, de los tres era el extrovertido y payaso siempre estaba haciendo chistes algunos sin gracias y sus bromas pesadas, los tres eran los amigos inseparables, estaban en el equipo de futbol de la escuela.

- ¿ellos eran los deportistas guapos y ustedes las populares? - me pregunto Allison.

-no, no éramos tan populares bueno todos ubicaban a Lisa y a Clara, algunas veces hasta Andy, pero yo era esa amiga, la duff- le dije.