Capitulo 8

6 1 0
                                    

Por mucho que me gustaba estar con mis amigas también me tomaba mis ratos libres de ellas, en la biblioteca de la escuela, leía muy agusto y podía estar mucho tiempo sola.

-hola- saludo la chica de cabello corto con puntas azules.

-hola- le sonreí amigable.

-oye vengo a entregar este libro, de me pasó la fecha de entrega- me dijo.

-no te preocupes- le dije tomando el libro

Ella sonrió. La reconocía, íbamos juntas en el aula, solo que ella se sienta al otro extremo del salón y nunca habla en clases excepto con su amigo.

-¿Te llamas Danna verdad?- le pregunté.

-si- me contestó

-no te anotaré recargo está vez- le dije.

Ya la conocía siempre sacaba libros de biblioteca, quise ser amable con ella en esa ocasión. Su apariencia me parecía muy cool, su cabello de colores, sus perforaciones y sus delineados negros.

-gracias Beth- me dijo yéndose.

Estaba en mi casa levantando mis cosas del cuarto, en eso la puerta de abrió di un grito asustado, pero me calmé al mirar a Dante.

-mamá me llamo y pidió que pasará por ti, te casarás con nosotros por esta noche- me dijo.

- ¿Qué? - le dije mirándolo.

Había estado molesta con Dante, él se había mudado con su novia, estaba enojada por qué sentía que también me había abandonado y ahora lo vía poco, mi hermano y yo éramos tan unidos.

-llamare a mamá y le diré que me quedaré aquí- le dije.

-Beth mamá ya dio una orden tienes que obedecer, ahora toma tus cosas y sube al auto- me ordenó

No quería alegar con él así que agarré mi bolsa y metí mi ropa, y mi mochila.

-es increíble que tenga casi dieciséis y no pueda quedarme sola en la casa- le dije molesta.

-dile eso a mamá- le dijo Dante

Lo único bueno de quedarme con él era que podía estar con Shazam, su pastor alemán que adoptó con Camille.

Salte del auto y el perro corrió a mi para jugar, Camille salió de la casa saludándome.

-hola Beth- saludo camillero.

-hola cam- le dije.

Entre a la casa dejé mis bolsas en el sofá cama y salí para jugar con Dante en el patio, le lanzaba su pelota y el la traía de vuelta.

-Beth, Dante me contó que te dieron de alta con el psicólogo, felicidades eso es un gran avance- me dijo Camille.

Por más que yo quiera molestarme con ellos era imposible, Dante había tomado el papel del hombre de la casa en la ausencia de nuestro papá cuidaba de mi madre y de mí al mismo tiempo que trabajaba y estudiaba, conoció a Camille y ella lo apoyo en todo. Yo no podía estar celosa de eso, quería que mi hermano fuera feliz. A Camille yo la consideraba mi mejor amiga y mi hermana mayor.

-sí, eso creo- le dije sonriendo.

Ellos dos siempre estuvieron apoyándome y confiando en mi.

-sé que estás molesta por qué Dante y yo nos mudamos- me dijo

-no puedo estarlo, Dante merece ser feliz- le dije.

Camille sonrió, mi hermano se acercó a nosotras con una bolsa de papitas.

-Beth, Camille y yo queremos pedirte un favor- me dijo Dante.

- ¿Qué cosa? - pregunté mirándolos

-bueno es que Camille comenzará a trabajar y no podremos cuidar de Shazam, hemos pensado que es buena idea de que se quedará contigo, tú lo cuidas y nosotros le pagamos el veterinario y lo que consuma- me dijo Dante

Eso me alegro muchísimo tener a Shazam en mi casa sería genial, podía pasar mucho tiempo con él y así no me sentiría tan sola.

-sí quiero- le dije feliz.

Tome al peludo entre mis brazos.

-oíste señor peludo te quedarás conmigo- lo abracé.

Para la noche a Dante se le ocurrió salir de paseo.

- ¿Podemos ir al mirador? - le pregunté.

Hace mucho tiempo que no íbamos, acepto llevarnos aún que yo sabía que no le gustaba mucho ese lugar.

Era donde papá nos llevaba todos los sábados en la tarde, nos compraba un jugo y una botana, nos quedamos sentados mirando el atardecer, Dante y yo jugábamos a contar las luces que iban apareciendo en el horizonte. Es una vista que me causa paz y nostalgia al mismo tiempo.

-me gusta mucho aquí- le dije

-lo sé- me dijo riendo.

Dante jugo mi cabello, esperamos a que las luces fueran a apareciendo para ve quien contaba más.

Ese día extrañé mucho a mi papá, me pregunté en qué lugar podría estar ¿Si estaba bien? ¿Si había comida ya? Para mí pensar mi padre la pasaba muy mal estar lejos de nosotros.

Recuerdo muy bien esa tarde en que él y mi madre discutían de nuevo Dante me lleva al parque para que no escuchará, estuvimos hasta que oscureció y cuando regresamos a casa encontramos a mi mamá llorando en la entrada, corrí adentro de la casa para buscarlo, pero solo me tope con su ausencia, no había nada de él en su closet excepto una chaqueta de mezclilla que mi madre le había regalado en navidad. Llamo por teléfono solo para decirme que no regresaría a la casa y que se iría a un viaje, prometió llamar todos los días en la tarde, pero nunca lo cumplió sin embargo yo lo esperaba.

Toda mi vida fui la nenita de papá imagínate un día de la nada él ya no está más, muy difícil de entender. Yo ya estaba herida.

Estaba comiendo mi sándwich mientras escuchaba la plática de lisa.

-Beth entra con nosotras en teatro- me dijo Andy.

-no me gusta actuar- le dije.

-somos amigas no debemos estar separadas- dijo lisa.

-sí, estar en teatro es mejor que estar en esa ratonera, ¿Cómo quieres que Josh te note si siempre estás escondida en la biblioteca? - lisa me miró

Me lo pensé.

-será divertido, estaremos las cuatro juntas- me dijo Andy.

Me habían convencido de meterme en teatro, me sentía un poquito incómoda con tanta confianza y extroverticidad de los integrantes.

Mis amigas tenían razón ya no me quedaba otra cosa que intentar gustarle a Josh, ¿Que más podía pasar?

- ¿Que más podía pasar?- solté riendo con ironía.

Para el que nunca fue.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora